Cuando ‘El loco de la colina’ entrevistó a Jon Idigoras
El periodista andaluz Jesús Quintero ha fallecido este lunes dejando muchos momentos televisivos y radiofónicos brillantes. Y valientes, como la entrevista que en 1993, en los tiempos de los pactos para excluir a HB, hizo a Jon Idigoras en Antena3. Un fiel retrato de una época no tan lejana.
Jesús Quintero y Jon Idigoras frente a frente. El entrevistador más impactante del Estado español y el portavoz, en aquel momento, más conocido de la izquierda abertzale. ‘El loco de la colina’ y el enemigo público número 1 para gran parte de la audiencia española. La entrevista se realizó en 1993 y es un documento imprescindible para captar una época marcada absolutamente por el enfrentamiento armado. Aunque en sí misma sea una anomalía, porque la norma en esa época, caracterizada por los pactos de Ajuria Enea, Iruñea y Madrid, era excluir y silenciar al independentismo de izquierdas.
En ese marco temporal, en un año en que ETA mató a catorce personas (siete en Madrid) y por ejemplo Gurutze Iantzi y Xabier Kalparsoro murieron casi al unísono en dos comisarías, Quintero decidió dar la voz a Idigoras en prime-time televisivo. Fue en Antena 3, en un programa titulado ‘La boca del lobo’ y que sucedía a su exitosa trayectoria bajo el seudónimo de ‘Loco de la colina’, primero en la radio y luego en la televisión.
Sobra decir que a Quintero le llovieron palos por romper la estrategia imperante. Así que el programa empieza con una explicación: «Para algunos era un asesino indeseable pero a mí no me correspondía juzgar. Yo estaba allí para escuchar y comprender si era posible. Equivocado o no, era un hombre, yo lo había visto emocionarse recordando una nana en euskara [en realidad es ‘Hator hator mutil etxera’, que Idigoras susurrea en el comienzo del programa, en un gesto que humaniza al entrevistado]».
El tono del programa es muy cinematográfico; de hecho, su realizador era el aclamado director de cine Gonzalo Suárez (‘Remando al viento’, ‘El portero’ o ‘La Regenta’). Pero la entrevista no tiene nada de ficción, y todo de pura y cruda realidad. En ella se habla también de la caza o de los toros, pero como caminos que conducen al monotema de la acción de ETA y sus variantes (violencia, treguas, negociación, víctimas...)
Así, ante uno de los interrogantes de Quintero, Idigoras explica a la audiencia estatal sobre la cerrazón española que «da escalofríos simplemente pensar que el pago de la soberanía está en el número de muertos. Da pánico pensar que podemos ser tan burros, que el Estado pueda ser tan intransigente y tan cafre. No puedo aceptarlo, me rebelo ante esa idea. Estamos en una situación en que debemos reflexionar».
Idigoras tenía entonces 56 años (apenas tres años después sería encarcelado por la difusión de la Alternativa Democrática de ETA, luego condenado y más tarde absuelto, y fallecería en 2005). Es prácticamente la misma edad del periodista andaluz, que entonces sumaba 53. Entre ambos se entabla un diálogo que es duro en sus contenidos pero sereno en sus formas, contrariamente a lo que se estilaba entonces en las escasa ocasiones en que se daba voz a representantes de HB.
En ese contexto, quien era diputado de HB en Madrid tiene ocasión de reivindicar el derecho de autodeterminación y recordar que «hay países emergentes que han accedido a la independencia de una forma totalmente pacífica y no ha pasado nada», citando a Lituania, Letonia y Estonia, que habían dado el paso apenas dos años antes. También de recordar el atentado del Hotel Alcalá que él también sufrió y en el que falleció Josu Muguruza, solo cuatro años antes.
Hay espacio también para que Idigoras se defina a sí mismo frente a una audiencia que lo demonizaba: «Se prefiere presentar a Jon Idigoras con perfil de asesino repulsivo y no como un hombre que ha conocido el dolor y la miseria desde que ha nacido, que ha rodado de comisaría en comisaría militando primero para devolver la dignidad a los trabajadores y luego para recuperar los derechos de nuestro pueblo».
Entre los silencios inconfundibles de Quintero (en esta fase ya menos) y la expresividad habitual de Idigoras, ‘El loco de la colina’ cierra el programa con una interpelación directa: «Yo le he escuchado, Idigoras, escuchen ustedes ¿no? Escuchen ustedes también». Y el dirigente independentista responde: «Escuchamos».