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De cómo Emanuele Crialese nació mujer

L’IMMENSITÀ
Italia-Estado francés. 2022. 97’ Dtor.: Emanuele Crialese. Guion: Emanuele Crialese, Francesca Manieri y Vittorio Moroni. Int.: Penélope Cruz, Vincenzo Amato, Alvia Reale, Filippe Pucillo, Luana Giuliani, Aurora Quatrocchi, Carlo Gallo, Laura Nardi, Rita De Donato.

El director Emanuele Crialese con la actriz estelar Penélope Cruz. (NAIZ)

En unas recientes declaraciones el cineasta Emanuele Crialese aclaraba que su nueva película no es ninguna salida del armario ni nada parecido, porque en Italia su historia personal es de sobra conocida. No obstante, para quienes en otros lugares no sabíamos nada del asunto, ‘L’immensità’ (2022) es toda una revelación. Por este su quinto largometraje autobiográfico, tras los exitosos ‘Respiro’ (2002), ‘Nuevo mundo’ (2006) y ‘Terraferma’ (2011), nos enteramos que el poco prolífico director nació como mujer. Hoy en día no debería llamar la atención, salvo porque a Crialese le tocó vivir su proceso de transformación a mediados de los años 70, cuando todavía no se había admitido social y legalmente la existencia de personas transgénero.  

En la ficción Adriana (Luana Giuliani) es una chica de doce años que ya en su adolescencia se rebela contra su nombre y apellido, debido a la falta de comprensión por parte de su padre Felice (Vincenzo Amato), un empresario del sur muy machista, que engaña a su mujer Clara (Penélope Cruz) con la secretaria, la cual le comunica a Clara que va a tener un hijo con Felice. Dicho entramado melodramático da lugar a una fiel recreación de la sociedad italiana de la época, donde el que Adriana quiera convertirse en Andrea (Filippo Pucillo) provoca reacciones violentas por parte del padre infiel, mientras la madre se refugia en el universo televisivo de aquellos años, con imágenes retrospectivas de Raffaella Carrá, Patti Pravo o Johnny Dorelly.

Penélope Cruz vuelve a encontrar de esta forma esa clase de personajes costumbristas que tanto le van, como un ama de casa que desde el sufrimiento se identifica con la chica que se siente como un chico. A su condición de extranjera y del consiguiente extrañamiento, se suma la masculinidad tóxica contra la que ha de luchar para salvar a su familia.