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El bloqueo unionista lleva al norte de Irlanda a una nueva cita electoral

El norte de Irlanda tendrá elecciones anticipadas antes de final de año, después de que el boicot del DUP a la Asamblea de Stormont imposibilitase escoger un nuevo portavoz y romper el estancamiento político. El ministro británico para la región lo ha confirmado esta tarde.

Cartel de «fuera de servicio» en el exterior de Stormont. (Paul FAITH | AFP)

El norte de Irlanda vive una crisis política de solución complicada y el futuro del poder compartido pende de un hilo. El Partido Unionista Democrático (DUP) bloqueó el jueves un intento de reactivar la Asamblea y el Ejecutivo del norte de Irlanda, perpetuando la parálisis y arrastrando al norte del país a una nueva cita electoral.

Lo ha confirmado Chris Heaton-Harris, ministro británico para el norte de Irlanda. «El veto del DUP a entrar en un Ejecutivo con el Sinn Féin ha obligado a Londres a fijar por ley una nueva cita con las urnas», ha anunciado esta tarde Heaton-Harris, quien ha añadido que dará más detalles sobre la posible fecha la próxima semana, aunque ya se baraja como fecha más probable el 15 de diciembre.

Por ley, si el poder compartido entre unionistas y republicanos no se reactivaba antes del viernes, los ministros interinos debían renunciar para ser reemplazados por funcionarios públicos, y debe haber elecciones dentro de las próximas 12 semanas.

El DUP rechazó las apelaciones del primer ministro, Rishi Sunak, así como del resto de formaciones. La formación unionista insiste en que tiene «un mandato de sus partidarios para boicotear Stormont a menos que se resuelvan las objeciones a la frontera del Mar de Irlanda posterior al Brexit». La formación loyalista ve esto como una amenaza para la posición de la región en el Reino Unido y una apertura hacia una Irlanda unida.

Los irlandeses ya votaron en mayo, con una histórica victoria del Sinn Féin y ahora se han agotado los seis meses que ofrece la ley para formar una administración. La formación republicana obtuvo el 29% de los votos y 27 escaños en la cámara Stormont, de 90 escaños. El DUP obtuvo el 21% de los votos y 25 escaños y la centrista Alliance obtuvo el 13% de los votos y 17 escaños. El Partido Unionista de Ulster (UUP) se quedó atrás con el 11% de los votos y nueve escaños, seguido por el Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) con el 9% y ocho escaños.

Michelle O'Neill, vicepresidenta del Sinn Féin, ha señalado que la gente está «desconcertada» y ha acusado al líder del DUP, Jeffrey Donaldson, de «bloquear la democracia» y tanto a él como a su partido de «falta de liderazgo» para avanzar.

Donaldson, por su parte, ha achacado al Ejecutivo de Londres este bloqueo. «Hemos tenido seis meses para hacer algo sobre el protocolo, y durante esos seis meses hemos tenido tres primeros ministros, hemos cambiado el gobierno a menudo y no hemos visto el progreso que se necesita». Por su parte, Downing Street, que comparte algunas de las posiciones del DUP a este respecto, está impulsando un proyecto de ley de protocolo que otorgaría a los ministros poderes para deshacer los acuerdos de Brexit, una violación del tratado internacional firmado por la UE y el Reino Unido. Sin embargo el DUP desconfía de que realmente se pueda llevar a cabo.

Naomi Long, la líder del partido Alliance, se ha expresado en términos parecidos, señalando que «están anteponiendo los intereses de los partidos a los de una región donde los servicios públicos estaban de rodillas». El líder del Partido Unionista de Ulster (UUP), Doug Beattie, también ha señalado que «la ira en la Cámara no será nada en comparación con lo que sienten los votantes y que, supongo, todos vamos a sentir en las próximas seis o siete semanas». Matthew O'Toole, el líder en Stormont del Partido Socialdemócrata Laborista (SDLP), ha afirmado que otra elección sería una farsa. «Mi partido no es responsable de ese lío, pero me da vergüenza».

Sin avances

Sinn Féin y Alliance habían insistido en la necesidad de renovar la Asamblea para desbloquear la situación, con conversaciones este pasado miércoles que incluyeron a Heaton-Harris, así como al resto de formaciones. El Gobierno británico esperaba que el espectro de unas elecciones obligara al DUP a poner fin a su boicot, pero el partido no ha movido su posición y se ha mostrado confiado en que sus seguidores se lo recompensarán en las urnas.

Sinn Féin parece igualmente confiado en igualar o superar su resultado en mayo, cuando se convirtió en el principal partido de la isla. Tales resultados exprimirían a los más moderados UUP y SDLP, mientras que se espera que Alliance obtenga el apoyo de personas hartas de las interminables crisis de Stormont.

Las encuestas, sin embargo, dan un resultado muy parecido al de mayo, lo que podría llevar a un nuevo bloqueo. De hecho, la mayoría de análisis en los medios británicos van en ese sentido subrayando la idea de que hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes no suele funcionar.