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Entrevista
Unai García
Jugador de Osasuna

«Estamos bastante cómodos con el nuevo rol de tener el balón, eso te da confianza»

Con la treintena de años ya bien avanzada, a Unai García le ha llegado el momento más dulce de su trayectoria en la máxima categoría. El de Eskirotz, un fijo en la defensa para Arrasate esta temporada, está recogiendo el premio a años de trabajo diario en Tajonar tras superar una grave lesión.

Unai García está viviendo su momento más dulce como rojillo en Primera. (Iñigo URIZ | FOKU)

Puede batir este curso todas sus mejores marcas en Primera. Va camino de ello un Unai García que se ha convertido en imprescindible en el once rojillo y cuyo contrato finaliza este próximo junio. «Si las dos partes quieren, como es el caso, es todo mucho más sencillo», asegura respecto a su renovación.

Es el tercer jugador de campo que más minutos acumula. ¿Se esperaba partir de titular con lo complicado que está hacerse un hueco en la defensa rojilla?

Desde el principio de la pretemporada me encontré con muy buenas sensaciones y tenía confianza en ganarme el puesto, aunque sabiendo que estaba difícil. Tuve la oportunidad de jugar el primer partido oficial y, a partir de ahí, el míster me ha dado continuidad. Está claro que también han ayudado los resultados, porque eso te da confianza y ahora mismo me encuentro muy bien.

Si sigue con esta misma regularidad, puede superar sus mejores números en Primera.

Tampoco es muy complicado lograrlo (se ríe), aunque sí que he pensado en ello. Mis números de la 2016-2017 ni los cuento porque es una temporada tabú en el vestuario. Ya con Jagoba en el banquillo, el primer año estuve en el dique seco bastante tiempo por mi grave lesión de rodilla y estos dos últimos la verdad es que no he conseguido disponer de la continuidad y confianza que tengo ahora.

Y estas cifras llegan cuando ya ha superado la treintena.

Así es el fútbol. Con 30 años ya eres maduro y físicamente todavía te encuentras bien. Son otros tiempos, estamos mucho más controlados, tanto en el tema físico como de alimentación, además de las nuevas tecnologías, que nos aportan datos al momento. Podemos alargar nuestras carreras, tengo que aprovecharlo y exprimirlo.

Incluso ahora le tocan labores de cierta responsabilidad, como la de salir con la pelota jugada desde atrás. ¿Es lo que le pide Arrasate?

Esta es la temporada que más balón estamos teniendo, también porque han llegado jugadores de mucho pie, como es el caso de Moi y Aimar. Hemos dado una paso adelante en ese sentido, disponer del esférico te da más confianza y estamos bastante cómodos con este nuevo rol, aunque sin exagerar, porque está claro que tampoco somos la Real.

Ahora vive días de vino y rosas, pero también le ha tocado chupar mucho banquillo. ¿Cómo ha sobrellevado esos momentos?

No es fácil. Antes de mi lesión, estaba acostumbrado a tener otro rol, pero se juntó ese importante contratiempo físico con un cambio de categoría, además de que los futbolistas que jugaban en mi puesto, afortunadamente para el equipo, aprovecharon muy bien su oportunidad. Me tocó ayudar al equipo de otra manera, pero siempre manteniendo la confianza en que también podía rendir en el campo cuando me tocase. Creo que he hecho todo lo que he podido y, en ese sentido, tengo la conciencia muy tranquila para que ahora me haya llegado el momento de tener más continuidad.

«Siempre he mantenido la confianza en que podía rendir en el campo cuando me tocase. Creo que he hecho todo lo que he podido y, en ese sentido, tengo la conciencia muy tranquila»

Habla de ayudar de otra manera y lo que no se puede poner en duda es su compromiso con el grupo durante todas estas temporadas.

En broma, solemos decir que nos pagan por entrenar y que, luego, el fin de semana es un premio. El hecho de trabajar bien y que haya competencia en los entrenamientos redunda en la calidad del equipo durante los partidos, aunque uno no juegue. Además, para un futbolista de casa es impensable tener una mala actitud. En Osasuna nunca ha habido problemas y he visto muchos ejemplos de antiguos compañeros que, aunque no jugasen, lo daban todo en las sesiones de Tajonar.

A Unai García se le suele poner como el paradigma de los valores que representa Osasuna: esfuerzo, garra, sacrificio...

Puede ser. Los de casa nos sentimos identificados con lo que le gusta a la afición, eso lo notamos. Y también ha habido un trabajo importante por parte de la dirección deportiva por fichar a futbolistas que no solo tuviesen una calidad contrastada en el césped, sino que también aportasen en el vestuario. Ello ha sido un factor importante para superar etapas en las que hemos tenido bajones importantes y le hemos visto las orejas al lobo.

Aunque estuvo cedido en el Tudelano, ¿se ve como un 'one club man', un jugador con toda su trayectoria deportiva en un mismo equipo?

Sería una muy buena señal, porque supondría que alargaría mi carrera aquí durante algunos años más. Me gustaría, por supuesto que sí, ya que es tu club de toda la vida, con muchos ejemplos anteriores de compañeros que han estado defendiendo esta camiseta durante muchas temporadas. Lo intentaremos, pero sabiendo que tampoco hay que volverse loco, ya que el fútbol da muchas vueltas y hay que coger las cosas como vengan.

El director deportivo, Braulio Vázquez, comentó hace un tiempo que la siguiente renovación que iba a encarar el club era la suya. ¿Cómo van esas negociaciones?

Pues hemos hablado, pero ahora estoy centrado en jugar. Mi predisposición es la de continuar, soy alguien de casa y el club sabe que no voy a forzar ninguna situación. Si las dos partes quieren, como es el caso, es todo mucho más sencillo.

¿Qué ha cambiado de aquel Unai García que se estrenó en Primera frente al Real Madrid hace casi una década al actual?

Pues bastante, porque todo ese tiempo da mucho de sí. En mi caso, de asomar la cabeza a asentarte en el primer equipo pasaron dos-tres temporadas. Vas adquiriendo madurez porque en las diferentes temporadas surgen dificultades de las que aprendes cómo las afrontan los jugadores más veteranos. Con el paso de los años, adquieres otro rol diferente en el vestuario, más responsabilidad y cambias no solo como jugador, también como persona.

«Mi predisposición es la de continuar, soy alguien de casa y el club sabe que no voy a forzar ninguna situación. Si las dos partes quieren, como es el caso, es todo mucho más sencillo»

El míster se marcó el objetivo de sumar 20 puntos antes del parón mundialista y se está a punto de conseguir.

Sí, pero incluso tenemos que ser más ambiciosos. Estamos a falta de tres puntos, quedan otros tantos partidos y hay que intentar sumar más. Ahora mismo, no firmaría irme al parón con 20 puntos, tenemos que meter al zurrón todo lo que podamos.

Y esa ambición, ¿tiene que extrapolarse también a la hora de perseguir alguna otra meta que no sea solo la permanencia?

Entiendo a la gente que ve que este año hay buen equipo, coincido con ellos en que es la plantilla con mayor competencia de los últimos años, no hay más que ver que futbolistas que estaban teniendo muchos minutos en las últimas temporadas ahora se quedan algunos partidos en el banquillo. Esta competencia beneficia al equipo y creo sinceramente que el nivel del bloque ha subido. Ahora bien, los jugadores vamos partido a partido, pues a la Primera División hay que tenerle mucho respeto. Veníamos de empatar en el Bernabéu y perdimos el siguiente encuentro en casa. Ahora llega el Valladolid, con muy buenos jugadores y que está en una buena racha. Desde el respeto, tenemos que ir sacando puntos y ya veremos más adelante dónde estamos o por lo qué tenemos que luchar.

El equipo comenzó muy bien, luego pasó por un pequeño bache y ahora parece haberse recuperado. ¿Cómo analiza esos cambios de rendimiento?

Estas últimas temporadas ya hemos pasado por rachas similares, incluso algunas mucho más prolongadas, con unos cuantos partidos sin ganar. Es algo que se hace duro, aunque en esta ocasión teníamos un buen colchón y lo hablamos en el vestuario para cortarla cuanto antes y como fuera. Afortunadamente, lo logramos ante el Espanyol y empatamos en Girona. Ahora hay que aprender de lo que hemos hecho mal y trabajar para que no vuelva a suceder.

¿Perjudica o beneficia a Osasuna el que se pare en breve la competición?

No tenemos muchos jugadores que vayan a participar en el Mundial, por lo que en teoría nos debería afectar menos que a otros clubes. En todo caso, el parón mundialista, aunque dispongamos de algunos días para desconectar, va a ser como una nueva pretemporada, en la que los futbolistas que menos están participando van a disponer de amistosos y tiempo para reivindicarse. A mi juicio, es una situación un tanto similar a cuando tuvimos que entrenar en casa coincidiendo con la cuarentena por el covid, somos profesionales y trabajamos muchísimo, lo que nos hizo volver muy bien. Ahora también haremos otra nueva buena pretemporada.