Irán se hunde en la espiral violenta dos meses después de arrancar las protestas
Las protestas ganan en intensidad en Irán con el aparente incendio de la casa museo de Jomeini. Teherán pide a la comunidad internacional que se aparte, mientras los medios del país dan cuenta de 14 bajas en las fuerzas de seguridad en los tres últimos días.
El vídeo difundido el viernes por Reuters dura 27 segundos. Está grabado con un móvil, de noche y tiene un punto confuso. La agencia se atreve a certificar el lugar, pues lo ha triangulado, pero no entra a valorar la gravedad del incendio. Aparentemente, lo que muestran las imágenes es la casa museo de Ruhollah Jomeini, el líder espiritual Revolución Islámica fallecido en 1989, ardiendo. Los activistas que participan en las protestas que sacuden el país desde mediados de septiembre habrían logrado prenderle fuego.
Una agencia oficialista iraní (Tasnim) confirmó que hubo presencia junto a la casa museo de un pequeño número de personas protestando, pero negó que se hubiera producido el incendio que refleja este vídeo.
La información que llega desde Irán es poca y contradictoria. Los medios internacionales se han ido y todas las fuentes son de parte. Pero cuando ya han pasado dos meses desde que la muerte a golpes de la joven kurda Mahsa Amini detonara las protestas, las imágenes de la casa de Jomeini ardiendo son un síntoma de agravamiento de la espiral violenta.
El empleo de la fuerza para contener las protestas ha sido, desde el primer momento, brutal y solo ha ido a peor con el tiempo. Los muertos se cuentan por centenares, cercanos ya a los 500 si se acude a las fuentes kurdas. Las detenciones superarían las 15.000. Teherán justifica la violencia pintando un escenario prebélico émulo al de Siria y sus principales portavoces culpan del estallido a la intromisión de países occidentales y a la entrada de peshmergas kurdos desde Irak.
«Es deber de la Comuniudad Internacional condenar los recientes actos terroristas en Irán y no proporcionar refugio seguro a los extremistas», advirtió el Ministerio de Exteriores.
Asimismo, según publicó la prensa iraní ayer, al menos 14 miembros de las fuerzas se seguridad habrían fallecido en los tres días previos, cuando las protestas arreciaron en recuerdo del Noviembre Sangriento de 2019.
Uno de los sucesos más impactantes sucedió en un funeral en Izeh el día 16, cuando motorista abrió fuego y mató a siete personas. Teherán culpa del ataque a los impulsores de las protestas