La academia Aspire, la joya deportiva catarí
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En 2004, un decreto Emirí impulsó la puesta en marcha de un ambicioso proyecto que buscaba la captación e identificación del talento local para el posterior desarrollo y mejora en Qatar. Unas ambiciones que canalizaron mediante la creación de la academia Aspire en Doha. Meses después, el 17 de noviembre de 2005, el entonces emir Hamid Bin Jalifa Al Thani fue el encargado de inaugurar un complejo que se ha convertido en una referencia global. Tres años después, el proyecto entró dentro de la unidad estratégica de negocio de la Aspire Foundation. Una muestra evidente de que se trata de un proyecto de Estado en constante crecimiento, pasando de los 23 graduados de su primer año a los 51 de 2021.
Trabaja como una academia polideportiva y escolar de alto rendimiento para los deportistas de un Estado con un volumen de población muy pequeño, ya que dentro de los casi 3 millones de habitantes de Qatar, cerca del 80% son de origen extranjero. Es por ello que en la academia aceptan a niños y adolescentes que, pese a no haber nacido en el país y proceder de lugares como Jordania, Palestina, Siria o Turquía, llevan tiempo asentados en Qatar. Una cuestión que no resulta baladí, debido a las restrictivas condiciones existentes para poder obtener la nacionalidad. Frente a la escasez demográfica, la inversión económica para conseguir los últimos avances tecnológicos o atraer a profesionales procedentes de todo el mundo, contar con unas instalaciones de primer nivel, dotar de experiencias internacionales a los jóvenes y el brindar un proyecto deportivo y educativo integral son las fortalezas del centro.
El complejo ofrece la opción de desarrollarseen disciplinas como atletismo, motociclismo, tenis de mesa o squash, entre otras disciplinas. En el caso del fútbol, con poco más de 500 jugadores por cada generación, se les divide en distintas franjas de edades. En el conocido como Talent Centre, que entrenan por las tardes, se agrupan los niños que van desde los cinco hasta los nueve años. En el segundo escalón se encuentran los conocidos como Feeders, que abarcan a los alevines y primeros infantiles. A partir de ahí, se establece el modelo a tiemplo completo del grupo Élite, donde los futbolistas que oscilan entre los trece y los dieciocho años, desayunan, van a clase y entrenan en la propia academia. De lunes a jueves, de 09.00 a 19.00, con todo el staff a su disposición, el método formativo está enfocado a la profundización de la mejora individual del jugador, que el fin de semana juega con su club de origen.

La mayoría de la selección ha pasado por el centro
El impacto del trabajo en Aspire se ha ido reflejando en los resultados de la selección, con el título de la Copa de Asia sub19 en 2014, la conquista del combinado absoluto en el campeonato continental de 2019 o la composición de la plantilla mundialista. Cerca del 70% de los integrantes del elenco dirigido por el catalán Felix Sánchez ha pasado por la academia, mientras que el resto de futbolistas son nacionalizados o, por edad, no tuvieron la posibilidad de entrar en el proyecto. Muchos de ellos han contado con experiencias internacionales, incluso en Euskal Herria. Casi todos, han pasado por la Cultural Leonesa y el KAS Eupen belgas, clubes propiedad de Aspire y que sirven como plataforma para que los futbolistas mejoren sus capacidades en entornos más competitivos que los torneos de Qatar. Entre 2012 y 2017, los jugadores realizaron estadías en las canteras de clubes como Auxerre, Celtic de Glasgow, Leeds United, Mónaco, Real Madrid, RB Leipzig, Sevilla o Villarreal. No fueron las únicas experiencias, ya que el defensa Tarek Salman, presente en el Mundial, pudo disfrutar de una estancia en Ibaia y Zubieta con el Deportivo Alavés y la Real Sociedad.
En cuanto a los graduados en la academia que destacan en otros deportes, cabe subrayar al saltador de altura Mutaz Essan Barshim –hermano del portero de la selección de fútbol Mershaal Barsham–, oro olímpico en Tokio, doble campeón mundial y que ha logrado el segundo mejor salto de la historia. En squash, sobresale Abdulla Al-Tamini, que también fue futbolista, y que ocupa el puesto número 28 del ranking global, mientras que Ashraf El Seify fue campeón del mundo junior en lanzamiento de peso. Aunque el nombre más trascendental es el de la nadadora Nada Wafa Arkaji, la primera mujer catarí en competir en unos Juegos Olímpicos, meta que consiguió en 2012 en Londres.

Estructura internacional con gran peso de los profesionales vascos
Iván Bravo, secretario general del complejo, también ejerce las funciones de máximo responsable técnico de la federación catarí de fútbol, por lo que las sinergias entre ambos entes son completas. Con una gran experiencia, también es el presidente del Alcorcón, anteriormente estuvo en el consejo de dirección del Leeds y ejerció como director de planificación estratégica del Real Madrid. La otra gran pata sobre la que sustenta el proyecto es la del vizcaino Edorta Murua, que desarrolla las funciones de director técnico de la academia futbolística y también es coordinador de las selecciones inferiores de Qatar.
Antiguo jugador de la cantera del Athletic –llegando a debutar con el primer equipo en la final de la Supercopa de 1983–, Oviedo, Elche o Amurrio, como técnico ha ejercido como entrenador y responsable metodológico en Lezama, un rol que también desempeñó en el Atlético de Madrid y fue director de la cantera del equipo de la Universidad de Chile antes de llegar a Qatar.Murua no es el único vasco de la estructura, ya que allí también están la sicóloga arrasatearra María Ruiz de Oña, el basauritarra Jonathan Cabanelas, el gernikarra Iñaki González –que también es seleccionador sub20 de Qatar– y el ondarrutarra Aritz Solabarrieta, que fuera entrenador del Bilbao Athletic y el Racing de Santander. Todos ellos tienen un pasado estrechamente ligado al trabajo en la cantera del conjunto rojiblanco.

Profesionales de todo el mundo, especialistas en múltiples áreas y ciencias, con experiencias en clubes muy diversos como el Aston Villa, Atlético Paranaense, Barcelona, Benfica, Helskinki, Leicester, Lille, Manchester United, Real Madrid, Palestino, Red Bull Salzburgo, Santos Laguna, Universidad de Chile o West Bromwich Albion. Otros, en cambio, proceden de organismos como el Comité Olímpico Italiano (CONI) o las universidades de Barcelona –la Ramón Llul–, Sarajevo o Siena. La presencia de mujeres en la estructura también es mayor de la que se podría imaginar desde la distancia.
Sus instalaciones ha sido objeto de interés por parte de muchos clubes y algunos como Ajax, Bayern Múnich, Everton, Manchester United, Red Bull Salzburg, Schalke 04 o Zenit han realizado concentraciones allí. Junto a ello, técnicos como Alex Ferguson, Arsene Wenger, Carlo Ancelotti, Jupp Heynckes,el difunto Luis Aragonés, Marcello Lippi, Mauricio Pochettino o Pep Guardiola también han acudido a la academia. Asimismo, en cuanto a la recuperación de lesiones, el centro médico Aspetar, también en el complejo Aspire, es un centro de referencia en el que se han tratado el atleta Mo Farah o el jugador de los Philadelphia 76ers de la NBA Joel Embiid. Durante los últimos 17 años, deportistas de alto nivel como el lanzador de jabalina noruego Andreas Thorkildsen, el boxeador Anthony Joshua o los tenistas Rafa Nadal y Venus Williams han visitado el complejo. También lo han hecho mitos como Bjorn Borg, Jphn McEnroe, Martina Hingis, Pelé, Shaquille O’Neill o Sergei Bubka.
Una vez que acabe la copa del mundo, que ha sido el gran objetivo durante la última década, los esfuerzos futbolísticos se centrarán en tres ejes: conseguir asentar a más jugadores en los clubes nodriza europeos –Atlético Astorga, Alcorcón, Cultural Leonesa y KAS Eupen–, seguir consiguiendo buenos resultados con los combinados inferiores y, además, lograr la clasificación para el Mundial de 2026 con la selección absoluta. Cabe recordar que Qatar está ejerciendo como anfitriona en 2022, por lo que tenía su billete asegurado, pero la meta de los rectores de la federación y Aspire pasa por lograr un puesto a través de la competición para una cita en la que tomarán parte 48 selecciones, por lo que las plazas asiáticas aumentarán de forma exponencial. Buena parte de sus opciones, sin duda, pasarán por el trabajo que desarrollen en la academia Aspire. A nivel global, el otro gran reto serán los Juegos Asiáticos de 2030 en Doha.