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Entrevista
Anna Montañana
Entrenadora de Lointek Gernika Bizkaia

«Tenemos un objetivo en mente, pero un partido ante los ojos: uno, y uno, y uno, y uno...»

Con cuatro jugadoras disputando las «Ventanas FIBA», más varias lesionadas, la preparadora de Lointek Gernika Bizkaia bromea al decir que tiene «los pelos de punta». Por fortuna, su equipo está demostrando ser capaz de salir adelante pese a las adversidades.

Anna Montañana toma aire para afrontar la segunda mitad de la temporada. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Sustituyendo a Mario López, teniendo que competir desde el 5 de octubre y afrontando el primer bloque con la marcha de Hayes y las lesiones de Marta Alberdi, Nogaye Lo y Sandra Ygueravide, el aterrizaje de Anna Montañana como entrenadora jefe de Lointek Gernika Bizkaia ha sido un poco más «forzoso» de lo esperado. Pero por fortuna, ha completado este primer tramo satisfactoriamente: clasificadas y segundas en su grupo de la Women Eurocup y cuartas en la Liga Femenina.

Después de unos días de respiro, las vizcainas afrontan el segundo bloque de la temporada, donde uno de los objetivos es ganar en consistencia y dureza, sin tener que verse obligadas a remontar, como han tenido que hacer repetidas veces. Claro que el primer rival que llega a Maloste el 1 de diciembre es el vigente campeón: Perfumerías Avenida.

¿Ha puesto alguna vela para que no les pase nada a las jugadoras que han ido en las «Ventanas FIBA» –Meskonyte, Spreafico, Da Silva y Cvitkovic–?

[Sonríe] Cuando eres aficionada y lo ves desde lejos, te encanta, pero cuando eres entrenadora, se te ponen los pelos de punta. Ahora –jueves 24 a las 19.00– está jugando Gabi –Meskonyte– y también Sofia –Da Silva– y Laura –Spreafico–. Y el domingo, las cuatro.

Pero al mismo tiempo, es buena señal. Estoy super feliz por Gabi porque ha estado dos años lesionada, o por Laura, que hacía mil años que no iba con la selección y es una guinda a su temporada del año pasado y a cómo le está yendo aquí. Espero que lo disfrute, porque además es aire fresco para ella; es estar con sus compañeras, ponerse esa camiseta... Se te pasan todos los males.

Después de sufrir lo sufrido –la marcha de Hayes, las lesiones de Ygueravide, Marta Alberdi y Nogaye Lo–, el balance de este primer tramo no puede ser malo.

Sí, pero quiero ser cauta. Nos vamos a este parón después de haber logrado victorias fuera de casa –Estudiantes y Cadí La Seu en la Liga Femenina–, y hemos encaminado la clasificación en la fase de grupos de la Eurocup, y podemos entrar rápidamente en pensar que esto siempre va a ser así. Por eso, prefiero ser cauta y mirar a Perfumerías Avenida –1 de diciembre– y después a Tenerife –4 de diciembre–, porque en esta liga la situación te puede cambiar en dos días.

Hemos pasado malos momentos en los que, por las lesiones, no sabíamos cómo iba a reaccionar el equipo, pero hemos podido construir y en ese sentido el balance es bueno. Cuando se lesionan jugadoras que a priori iban a ser importantes para el equipo, que otras jugadoras hayan subido dos escalones y que compitamos con lo que tengamos en cada momento, es bueno para el equipo, independientemente de que hayamos conseguido sacar esas victorias.

¿Y cómo ha vivido usted este «aterrizaje forzoso»?

[Sonríe] Ha sido más duro de lo esperado. No lo digo por dramatizar, ni mucho menos, pero ha habido situaciones que no esperábamos y que no podíamos controlar. Hemos tenido tres operaciones en mes y medio... ¡Y esa es la realidad! Hemos tenido que cambiar a una jugadora y hemos traído a dos jugadoras nuevas, y hemos tenido que gestionar todo eso.

Viendo todo eso, miras y dices 'bien'. Pero yo no me quedo aquí, porque esto simplemente ha sido el primer paso. Quedan un montón de partidos y un montón de situaciones. Me gusta decirle al equipo que es bueno que queramos más, más y más, pero todo esto es muy volátil. Ya lo hemos visto cómo en nada de tiempo una situación puede cambiar y «querer más» se demuestra en la pista, aunque no siempre tenga que ser ganando. Espero que podamos seguir en esa misma línea... y que sigamos ganando partidos, que es lo que cuenta.

«Las victorias te hacen respirar. La derrota lo nubla todo y lo pone todo en cuestión»

Pero al menos, en los primeros días habrá usted podido respirar tranquila, por fin.

Pues sí. Las victorias te hacen respirar. La derrota lo nubla todo y lo pone todo en cuestión. En el análisis desde fuera, la derrota te mata y la competición te come, en el sentido de estar jugando durante mes y medio en el que cada partido era una final, porque tienes que ganar y ganar y ganar, sin tiempo ni paciencia para construir algo. A veces el deporte es así de injusto y de cruel, porque al final del día solo interesa la «W» –triunfo– o la «L» –derrota–.

Pero por ejemplo, el partido que ustedes ganaron ante Cadí La Seu hubiera sido igual de bueno o de malo si el último tiro de Brooque Williams no hubiera entrado.

En ese caso también creería que jugamos un buen partido, en el que a nivel defensivo hicimos cosas buenas. No podemos controlar el resultado, pero sí nuestro trabajo.

Aparte, el cuerpo técnico somos lo que exteriorizamos; es decir, si estoy estresada y como una loca, ellas lo absorben; si estoy seria y trabajando, lo absorben; si estoy tensa o más distendida... ellas lo absorben todo. Cuando perdimos fuera de casa ante rivales a los que podríamos haber ganado, entramos en situación de más estrés. Y eso es algo que los entrenadores debemos controlar para exteriorizar solo lo que es necesario exteriorizar. Pero claro, la teoría te la sabes, pero cuando llega la práctica, a veces todo salta por los aires.

¿De todo este primer bloque, su mayor virtud ha sido haber sido competitivas en todos los partidos, aun en los que acabaron perdiendo?

Eso es bueno, sí. Pero ahora hay que mirar por qué estamos en situaciones como en el derbi ante Araski, 24 puntos abajo, aunque nos acercamos no sé si a dos puntos; con lo cual, remontamos, sí, pero por qué nos pasa que estemos 10 abajo ante Estudiantes en Maloste o 20 abajo en Madrid. Las remontadas que hemos hecho son buenas, pero hay que analizar por qué nos pasa eso para encontrar esa consistencia, tanto en defensa como en ataque. Es lo que tener una pretemporada atípica y tener lesiones te lleva, por otro lado.

Les ha tocado afrontar la temporada a contrapelo: aparte de lo que ha comentado, han tenido que competir desde el primer día –con la eliminatoria previa de la Women Eurocup ante el Phantoms Basket, en los primeros días de octubre–, y adaptando a jugadoras nuevas.

Esa supervivencia del equipo es buena, claro. Y si analizas los partidos que de más hemos perdido, que han sido Girona y Venezia, sí que da la sensación de que aparte de los errores que se cometen en un partido, estuvimos bastante nubladas en ataque. La diferencia de esos resultados no se correspondían del todo al juego en el campo.

Pero también hay que vivir con eso. Ganamos el partido de Alemania y perdimos ante Girona y Venezia, pero el equipo se repuso a través de la victoria, cosa que no es fácil al tener tantos partidos juntos. Ahora volvemos a empezar, sin dramatizar ni caer en la euforia. Vamos mejorando cosas, perfecto, pero ahora viene Avenida y luego Tenerife, que necesita mucho la victoria y no podemos pensar que el «flow» nos va a llevar. Tenemos que seguir trabajando.

Preparando el futuro

Tienen en este parón a cuatro jugadoras que están con sus selecciones, y otras que están aquí. ¿Cómo dividen las cargas de trabajo?

Para empezar, la gente pregunta si nos viene bien el parón, ahora que estamos en una dinámica positiva, y la respuesta es sí. La racha era positiva, pero la gente estaba muy cargada; un esfuerzo más, otro esfuerzo más, siempre un esfuerzo más... Y físicamente la gente estaba cansada porque eran muchos partidos importantes desde el 5 de octubre. Ganamos de 40, pero es que era primordial, y la vuelta también era primordial; ganar a Leganés era primordial... Todos los partidos lo eran, entonces ese estrés competitivo te lleva a una carga mental importante, y a una carga física, además de ser pocas jugadoras.

Por eso, hemos dado tres días libres pero nos vienen cinco jugadoras. Pero tampoco es lo mismo Chanel –Mokango–, que venía de cinco meses sin jugar; no es lo mismo Julie –Wojta–, que venía de jugar; no es lo mismo el caso de Itzi –Ariztimuño– y Rosó –Buch–, que están aquí desde el primer día de pretemporada. Intentamos unificar eso y respecto a las cuatro que se han ido, lo tendremos que gestionar el lunes cuando vuelvan, para darles más descanso.

Claro, ya te come otra vez y te plantas en una situación otra vez en la que has estado diez días en los que como equipo no has podido mejorar. También es verdad que casi todos los equipos están en una situación parecida.

Y como usted misma ha dicho: partido el jueves 1 y partido el 4. ¡Al menos juegan los dos en casa!

Bueno, eso también hay que analizarlo. Ya se lo digo a las chicas: si nos han tocado los partidos de Eurocup más importantes en casa porque necesitábamos ganar juntos, vamos a aprovecharnos de eso ahora en Liga también. Siempre preferiríamos jugar en casa que fuera. Y ante rivales como Avenida, tenemos ganas de ver si en un momento dado les podemos competir a ese nivel. Este club ha sido capaz históricamente de ganar a los grandes y es lo que ahora nosotras buscamos: no solo pensar que podemos competirles, sino demostrarlo.

Este año, al menos por ahora, Avenida no parece tan inalcanzable.

Sí, pero siempre digo que no hay cosa peor que un guerrero herido. Creo que a ellas sí que les va a venir bien el parón, aunque tienen a gente en las selecciones, pero me gusta pensar que si viene Avenida, vamos a hacer un partido al máximo de nosotras, no pensar que como no están a tope, tenemos que ganarles. Si piensas que Avenida no va a ser Avenida, puedes salir menos tenso y es cuando te vienen las leches grandes. Con victoria o derrota, pero quiero que se vea que estamos a ese nivel competitivo.

«Si me dices quedar cuartas en Liga Femenina y segundas en el grupo de Eurocup, lo firmo con sangre; cumplir eso sería un sueño»

Van cuartas en la Liga Femenina y segundas en su grupo de Eurocup. ¿Aspiran a cumplir ese objetivo?

Si me dices eso ahora, lo firmo con sangre. Cumplir eso sería un sueño; el segundo puesto de la Eurocup lo. veremos cuando vayamos a Venecia y sobre todo en Madrid, pero a partir de ahí, me gusta ser cortoplacista; es decir, tenemos un objetivo en mente, pero delante de los ojos tenemos un partido. Uno y uno y uno y uno...

En ese sentido, para nosotras fue importante sacar algún partido fuera de casa, después de las derrotas que tuvimos frente a Araski y Bembibre. Pero es cierto que la Liga Femenina es así y así será toda la temporada, salvo que los equipos nos estabilicemos, en el que puedes ganar a todos pero también puedes perder contra todos. Creo que la cuarta plaza va a ser super complicada, aunque el segundo puesto de la Eurocup sí que lo podemos luchar teniendo esa ventaja de 12 puntos. Pero insisto: no me gusta que haya un ambiente demasiado eufórico, porque de jueves por la noche a domingo por la mañana te puede cambiar la situación. Obvio que desde fuera se podrá pensar lo que se quiera, pero que mis jugadoras y todo el equipo vayamos a afrontar primero el partido de Avenida, y después Tenerife...

Nombres propios

Desde esa visión «cortoplacista», ¿para cuándo espera completar la plantilla? ¿Vuelve pronto Sandra Ygueravide?

Bueno, le han quitado los puntos y empieza a mover el dedo. a veces me dicen unas fechas y otras veces otras. Por eso me gusta el día a día: estamos jugando contra Gran canaria y nuestra base titular, quizá la más importante por su experiencia, se lesiona en una jugada en la que metes la mano 50 millones de veces y no pasa nada. Pero pasa y te cambia toda la visión. Bueno, esperemos que en un momento en diciembre, ya esté.

¿Y Nogaye Lo?

Con Noga no tenemos fecha.

¿Cabe la posibilidad entonces de que se pase la temporada en blanco?

No lo sé. Se acaba de operar la rodilla. Yo no sé porque no soy médico, pero es que además no se sabe cómo va a reaccionar a la recuperación. Se va a ir paso a paso, que es lo único que pueden decir los servicios médicos. es una situación diferente a la de Sandra, porque en su caso hablamos de una rotura clara fruto de un golpe. Y lo mismo con Marta –Alberdi–, con su problema de hombro. No sabemos si volverá en febrero, en marzo o cuándo.

Ya, pero en el caso de Nogaye Lo, además hablamos de que pierden a la principal referencia interior.

Sí, sin duda. Pero como no podemos hacer nada para que su estado de salud cambie de golpe, intento pensar en lo que tengo ahora mismo a mano y cómo podemos ser el mejor equipo con los efectivos que tenemos. Y cuando venga Sandra, a lo mejor algo habrá cambiado en el reparto de roles, pero tendremos que intentar igualmente ser el mejor equipo que podamos ser.

Por cierto, para las jugadoras tampoco son fáciles esos cambios en los roles, tanto para adquirir mayor responsabilidad, como para tener una responsabilidad menor.

Hablando de los cambios de rol, no sé si tiene usted la misma percepción que yo de que Itziar Ariztimuño ha dado un tremendo paso adelante.

Por un lado, pasa de jugar X a jugar dos X. Pero además, en ocasiones ha sido la jugadoras más importante, sobre todo su incidencia defensiva, y no es fácil hacerlo durante 38 minutos. Menos aún viniendo de tener un rol secundario, después de, además, estar seis meses sin jugar por lesión, y con 24 años recién cumplidos. Es una situación en la que hay que tener calma. Tenemos que saber dónde estamos y saber que esto va día a día y que habrá partidos en los que no podrá estar tan bien, pero sí que es verdad que esa intensidad y esa toma de decisiones a nivel defensivo esperemos que siempre esté. Luego, ha habido días en los que ha dado muchas asistencias o en los que ha metido puntos importantes, creo que eso nos lleva a otro nivel que ha hecho posible que ganáramos todos estos partidos.

Otra es Brooque Williams. Cierto que es una anotadora acreditada desde antes, pero parece que se ha adaptado el grupo a toda velocidad.

Cierto. Al principio intentamos hacer una adaptación más lenta, también por el resto de compañeras, porque su llegada trastocaba la distribución de roles y minutos. Pero claro, ella es una jugadora de balón y de puntos. Llegó un momento en el que tuvimos que buscar una adaptación un poco más agresiva, lo hablamos con ella, y como también es una jugadora acostumbrada a asumir esos tiros y experimentada, que ha jugado en ligas buenas, y se vio que ella tenía que asumir esos tiros. Otra cosa es que tenga o no acierto. Contra el Keltern lo tuvo, contra La Seu lo tuvo –anotó la canasta ganadora sobre la bocina– o incluso contra Estudiantes, en el que jugó 19 minutos y anotó 16 puntos.

También es que se ha adaptado bien porque tenemos un buen grupo y eso le ha ayudado a sentirse más cómoda. Pero ese su juego: mucho pick'n roll, uno contra uno, transición... estamos contentas con ella y a ver si puede durar esta racha.

«En Europa se nota mucho que seamos ocho jugadoras y hemos tenido muchos problemas de faltas. Hemos tenido que arriesgar y el nivel defensivo ha bajado»

El problema del equipo está en el interior. Un poco menos en la Liga Femenina desde la llegada de Chanel Mokango, pero en la Eurocup, es lo que hay.

En Europa se nota mucho que seamos ocho jugadoras y hemos tenido muchos problemas de faltas. entonces hemos tenido que arriesgar, por lo que el nivel defensivo ha bajado. Normalmente no hay equipo en la Eurocup que jueguen con ocho jugadoras.

Hemos pasado un momento de mucha dificultad, sobre todo por el rebote, que la hemos mejorado un poco. Lo hemos intentado hablar y trabajar que, con tres pívots, las exteriores también tenían que aportar ahí. Además, creo que cuando hay dificultades, no se van a solventar a nivel individual. Igual que las virtudes se potencias, las que no son virtudes se tienen que esconder y todo el mundo tiene que participar en tapar eso. Hemos mejorado, pero no es un problema que de repente vaya a desaparecer. Tenemos que seguir trabajando y ser el grupo el que difumine nuestras limitaciones.

¿El partido de Maloste ante Estudiantes –pasando de perder 22-32 al descanso a ganar 66-54– fue ejemplo de esa mejora en el rebote?

De hecho, Estudiantes nos cogió ocho rebotes ofensivos en la primera mitad y solo uno tras el descanso. Al final puedes hacer muchas cosas buenas, pero a veces haces muchas cosas buenas en las posesiones, pero la fastidias en un instante. Al descanso habíamos perdido 12 balones y nos metieron 13 puntos de esas pérdidas, además de los ocho rebotes ofensivos. Por más que hiciéramos super bien todo lo demás, pero aquello era inviable.

Y hay una cosa que pasa en todos los equipos del mundo, quizá excepto en el Atlético de Madrid: defender cansa y frustra. Si tienes que defender y volver a defender, y atacas y pierdes la pelota y tienes que volver a defender, al final ni nadie defiende, ni nadie está concentrado. Al final el baloncesto es más sencillo que todo eso: no pierdas tanto la pelota y defiende solo una vez, porque todo el mundo quiere atacar.

Era una situación más básica, porque luego cerramos ese rebote muy bien, y eso ayudó a, entre todas, a remontar. Porque si tú no tienes tamaño o envergadura en el interior, tú no vas a coger el rebote, pero sí que vas a pelearlo, o tocarlo, para que otra pequeña que está al lado pueda cogerla. Y si la pequeña no está, no se la puedes pasar. Hay muchos partidos que hemos empezado sin ese tipo de dureza o de contacto de las cinco y nos ha perjudicado en esos altibajos que comentaba al principio. Pero la única manera de cerrar el rebote es entre todas; la que coge 7 no cogerá 16 de media de repente. Serán dos aquí, dos allí... y para eso se necesita compromiso y habituarte, porque a veces las jugadoras quieren, pero si no tienes el hábito, no vas o no lo cierras hasta que, por repetición o porque es la única manera de ganar algún partido, se hace.

Ha comentado que tienen tres interiores –en Europa–: Da Silva, Cvitkovic y Wojta, pero además, es que Wojta es una alero reconvertida...

Bueno, Julie –Wojta– juega de «cuatro»... porque es una «cuatro». Era una «tres», que en la universidad jugó de «cuatro»,  y en los últimos años juega de «cuatro« y ella ya está habituada a jugar en esa posición y es donde ella se siente cómoda. En el tema de Julie tomamos esa decisión y estaba muy claro desde dentro y desde ella misma, aunque en un principio había venido para jugar de «tres». Andy –Cvitkovic– sí que está intentando alternar los puestos de «cuatro« y «cinco»; hay buenas situaciones para ella al «cinco», pero defensivamente también puede sufrir más.

Por otro lado, Gabi en algún momento ha tenido que jugar al «cuatro», aunque ya hemos tomado la decisión de que no, para que estuviera ella más tranquila... En todo caso, intentamos explicar que hay que hacer lo que es necesario para poder competir, como poner a Rosó al «uno», como el año pasado, aunque ella sea una «dos» que se siente una «dos». Pero se inculca que «hay que hacer lo necesario para salir de esta», y eso también es supervivencia de un grupo, no solo de baloncesto sino de cualquier situación. Hay que hacer lo necesario para salir de esta.