En libertad el italiano Mario Ferri, que saltó al campo en Qatar con una bandera LGTBI+

El encuentro mundialista del lunes por la noche entre Portugal y Uruguay tuvo como protagonista inesperado a un hombre que saltó desde la grada y cruzó el campo portando en la mano una bandera del arco iris, en apoyo al colectivo LGTBI+, perseguido penalmente en Qatar. Ha quedado esta mañana en libertad sin ningún tipo de medidas.

La posible exhibición de estos colores ya había sido fuente de tensiones en el arranque de este torneo, ya que algunos equipos declararon que iban a portarlos en el brazalete del capitán. Se echaron atrás ante las amenazas de la Fifa de ser fuertemente sancionados, poniéndose así el máximo organismo del fútbol mundial del lado del discriminatorio país anfitrión.

Además, el espontáneo portaba una camiseta azul con el emblema de Superman en su parte delantera, junto al mensaje «Save Ukraine» (Salvad Ucrania) en la parte delantera y «Respect for iranian woman» (Respeto a la mujer iraní) en la parte trasera. También se le apreciaban numerosos tatuajes, entre otros el tridente que preside el escudo de Ucrania.  

Entrevistado por la emisora catalana RAC1, ha explicado que ha permanecido arrestado hasta las 3 de la madrugada y que el presidente de la Fifa, Gianni Infantino, se ha preocupado personalmente por su situación.

Ha añadido que su objetivo era «enviar un mensaje al mundo», y que tras intentarlo sin éxito en los partidos Francia-Dinamarca y España-Alemania, consiguió saltar al campo en el Portugal-Uruguay.

En el minuto 52 de partido, después de correr por la cancha durante unos treinta segundos junto a los jugadores y el árbitro, el hombre fue derribado al suelo por un integrante del equipo de seguridad, y posteriormente retirado del césped.        

Posteriormente fue identificado como Mario Ferri, un italiano de 35 años apodado ‘Il Falco’ (El Halcón). Es natural de Pescara, cuenta con 130.000 seguidores en Instagram y que ya ha protagonizado situaciones similares en otras ocasiones.

Por ejemplo, en 2010 saltó con una camiseta parecida al césped del Bernabéu, en un Real Madrd-Milan de Champions, donde recibió una violenta patada de un miembro de seguridad.

Al año siguiente interrumpió la final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Manchester United, y consiguió llegar hasta Messi para ponerle al cuello una bufanda del Milan.  En 2014, durante el Mundial de Brasil, entró a la cancha del Bélgica-Estados Unidos, también con una camiseta de Superman y las inscripciones «Salvad a los niños de las favelas» y «Ciro Vive», en recuerdo a un hincha del Nápoles, Ciro Esposito, fallecido poco antes por el disparo de un seguidor de la Roma.

En 2017, al parecer molesto por la marcha del delantero argentino Gonzalo Higuaín del Nápoles a la Juventus, irrumpió en un partido entre ambos equipos y arrojó al ‘Pipita’ una bufanda con los colores del club del sur de Italia.

«Sabemos lo que está pasando alrededor de esta Copa del Mundo. Espero que no le pase nada a este chico, porque entendemos su mensaje, y creo que el mundo también lo entiende» dijo el jugador portugués Rubén Neves tras el partido.