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Dos tandas de penaltis sitúan a Croacia y Argentina en la lucha por un puesto en la final

Croacia y Argentina lucharán por un puesto en la final, después de salir victoriosos en sendas tandas de penaltis sobre Brasil y Países Bajos, respectivamente. Ambos encuentros de cuartos han estado plagados de emoción e incertidumbre.

Aunque en esta jugada ha encajado el gol brasileño, Livakovic ha vuelto a ser el héroe croata.
Aunque en esta jugada ha encajado el gol brasileño, Livakovic ha vuelto a ser el héroe croata. (Gabriel BOUYS | AFP PHOTO)

La resiliencia croata y el coraje argentino se medirán el próximo martes por un puesto en la final, después de clasificarse en sendas tandas de penaltis. Los dos combinados, que no han brillado especialmente hasta ahora, llegan a la cita en una progresión de menos a más.

Croacia lo ha vuelto a hacer. Estaba contra las cuerdas en la prórroga tras un gran gol de Neymar –iguala a Pelé como goleador con la canarinha–, pero un contragolpe que ha culminado Petkovic a tres minutos para la conclusión y su idilio con las tandas de penaltis le permiten pasar a semifinales.

Será la tercera ocasión en la que la escuadra ajedrezada llega a semejante nivel, después de quedar tercera en la edición de Francia 1998 y subcampeona en el útimo torneo disputado hace cuatro años en Rusia.

Para Brasil, la decepción es máxima, después de haber acariciado con los dedos superar la eliminatoria y tras ser uno de los conjuntos que mejor imagen habían ofrecido durante el torneo mundialista.

Se hablará, y mucho, en los medios del país sudamericano sobre cómo los de Tite han podido permitir la rápida transición croata que a la postre ha derivado en los penaltis, cuando lo tenían todo a su favor.

Una tanda en la que los pupilos de Zlatko Dalic han vuelto a demostrar que son todos unos expertos. Ha sido la cuarta consecutiva que han afrontado en un Mundial –ya superaron así a Japón en octavos– y de manera infalible.

A su favor, disponer de un guardameta como Dominik Livakovic, que le ha detenido el primero a Rodrygo, aunque el definitivo ha sido el cuarto, cuando Marquinhos ha estrellado el balón en el poste.

El portero del Dinamo de Zagreb, club que ya se estará frotando las manos ante un futuro traspaso millonario, no solo ha vuelto a ser decisivo en dicha tanda, sino que incluso lo ha parado todo en la segunda parte.

Un periodo en el que Brasil se ha empleado en el acoso y derribo de los balcánicos, sostenidos por las buenas intervenciones del cancerbero de Zadar, que le ha negado el 0-1 por dos veces a Neymar, además de otra a Paquetá y un despeje de su compañero Gvardiol que iba camino del autogol.

No lo ha podido impedir en el 105, cuando una gran jugada de la estrella del PSG, tras sendas paredes con Rodrygo y Paquetá, ha acabado rompiendo la muralla croata, tras sortear al arquero y marcar en posición escorada.

Parecía que se iban a confirmar los pronósticos. Brasil lo tenía todo a su favor, únicamente tenía que resistir un cuarto de hora e incluso poder sorprender a un rival que se ha lanzado a por todas y dejado espacios para finiquitar con un segundo tanto.

Croacia estaba en ese momento ante el más difícil todavía, pero el envite ha dado un giro circense, como para un guion de película. Dalic ha puesto todo lo que tenía en ataque, incluido el rojillo Ante Budimir, aunque ha sido otro relevo el que ha iniciado la jugada del empate.

Mislav Orsic, extremo del Dinamo de Zagreb, ha impulsado por el carril zurdo una buena recuperación balcánica, que ha pillado a la zaga de la canarinha regresando desordenada, y ha combinado con Bruno Petkovi –otro reemplazo– para que este haya conectado con la zurda y se haya encontrado en su camino con el toquecito en la pierna de Marquinhos –le costará olvidar este partido– que ha hecho el disparo todavía más complidado para Alisson.

Los arlequinados, que han protagonizado un encuentro impecable en lo táctico e incluso han igualado el dominio de la pelota en el primer tiempo a Brasil, han llegado con la flecha para arriba a la tanda de penaltis y ello se ha plasmado en el resultado final.

Euforia albiceleste

También Argentina ha necesitado de esa suerte final para sellar su pase a semifinales, solo que en su caso ha ocurrido a la inversa que con Croacia. Los liderados por Messi, que ha dado una asistencia de gol a Molina en la primera parte y transformado un penalti en la segunda, se han complicado la vida de malas maneras en el tramo final del encuentro.

Países Bajos ha recurrido a sus torres en ataque y al juego directo para forzar la prórroga con dos dianas de Weghorst que han puesto patas arriba la eliminatoria cuando menos se esperaba.

Paradójicamente, en esa media hora extra, los de Van Gaal han renunciado a su estrategia, conformándose con llegar a los penaltis, lo que les ha podido costar muy caro, pues Argentina ha dispuesto de inmejorables oportunidades para anotar el 2-3, sobre todo con un tiro al palo de Enzo Fernández en el último suspiro.

Emiliano Martínez se ha hecho grande en la tanda final, parando los dos primeros lanzamientos neerlandeses, si bien el fallo del citado Enzo en el cuarto ha obligado a Lautaro a anotar el último, desatando la euforia albiceleste y más de un encontronazo entre jugadores, en un partido bastante caliente.

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