Croacia mantiene su estatus mundialista con un tercer puesto muy meritorio (2-1)

Croacia se ha hecho con el tercer puesto mundialista, tras derrotar a Marruecos en la denominada final de consolación, con goles de Gvardiol y Orsic, frente a la diana de Dari, todas ellas en la primera mitad.

En un duelo en el que se ha notado la menor presión por no ser una eliminatoria, el conjunto balcánico ha vuelto a demostrar su enorme espíritu competitivo, con un bronce que le mantiene en la élite futbolística y que sirve de ejemplo para demostrar que otras selecciones a las que ahora mismo no se les permite competir podrían dar mucho juego en el panorama mundial.

Que se hayan anotado dos goles en apenas nueve minutos de juego refleja bien a las claras ese interés por agradar con un fútbol de llegada a ambas áreas. Croacia ha golpeado primero, en el 7, con una jugada ensayada de falta que ha prolongado de cabeza Perisic y le ha dado continuidad a las redes el frentazo de Gvardiol.

También a balón parado ha empatado Marruecos en la siguiente jugada. Una falta lateral en el 9 la ha intentado despejar la zaga balcánica en lo que se ha convertido en un balón muy bombeado que Dari, el más listo de la clase y ante la pasividad defensiva ajedrezada, ha transformado de cabeza casi en la línea de gol.

El partido ha frenado su ímpetu anotador, no así el deseo mutuo de llegar a ambas áreas. Los de Zlatko Dalic lo han hecho en tres ocasiones en el siguiente cuarto de hora, con especial mención a un disparo con la zurda de Modric en el 24 que Bono ha tenido que atajar en dos tiempos.

Marruecos ha cogido la batuta para el tramo final de la primera parte, con bonitas jugadas colaborativas en ataque, especialmente una que han llevado a cabo Ziyech y Hakimi por el costado diestro en el 29 y una peinada de En-Nesyri en el 37, que no ha gozado de continuidad en el remate de alguno de sus compañeros.

Sin embargo, ha sido Croacia quien ha vuelto a golpear por segunda vez. Una jugada ofensiva que ha abusado de demasiados toques ha dado lugar a una segunda acometida que ha acabado en un tiro de primeras de Orsic, preciso y a colocar, que ha besado las mallas después de superar a Bono por arriba y golpear en el poste en el 42.

Desgaste físico

Quitando el último cuarto de hora, el envite ha decaído de manera importante en la segunda parte, sobre todo porque el desgaste físico de todo el torneo ha ido pasando factura en forma de lesiones, con una auténtica maldición para el puesto de central marroquí.

Ambas escuadras se han visto obligadas a realizar continuos cambios, que han ralentizado el ritmo del juego de forma notable. Pese a ello, a la vista de que se iba a quedar sin medalla, el bloque norteafricano ha apretado más arriba, aunque de nuevo ha estado más cerca del tercero Croacia.

Orsic ha estado cerca del doblete en un disparo que iba camino de gol de no haberse cruzado el cuerpo de El Yamiq y Vlasic lo ha intentado desde muy lejos con un duro chut que se le ha marchado muy elevado en el 71.

El derroche marroquí ha podido tener su premio en el 75, cuando En-Nesyri ha dispuesto de una oportunidad inmejorable para igualar, en un mano a mano con Livakovic, del que el guardameta del Dinamo de Zagreb ha vuelto a salir vencedor.

El delantero sevillista todavía ha tenido una más, en el último suspiro, para llevar el duelo a la prórroga, pero el tremendo salto superando a su marcador y posterior testarazo no ha tenido el premio buscado, al pasar rozando el larguero.

Con la victoria croata, el rojillo Ante Budimir, que no ha jugado en el encuentro, se ha convertido en el primer futbolista de Osasuna que logra colgarse una medalla mundialista.