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Muere el papa emérito Benedicto XVI

El papa emérito Benedicto XVI ha muerto a los 95 años de edad en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en 2013, ha confirmado la Santa Sede en un comunicado.

Benedicto XVI saluda a los feligreses en su primera audiencia pública tras anunciar su renuncia en 2013. (Filippo MONTEFORTE/AFP)

«Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9.34 horas en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano», reza la nota oficial, en seis idiomas. La capilla ardiente se instalará este lunes 2 de enero en la basílica de San Pedro, mientras que el funeral será el jueves 5 a las 9.30 en la plaza del mismo nombre.

La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán se disparó el miércoles pasado, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba «muy enfermo» y pidió «una oración especial» a los fieles que asistían a su audiencia general.

Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se había «agravado a causa de su avanzada edad».

El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como «una vela que se apaga lenta y serenamente».

Joseph Ratzinger (1927, Marktl, Alemania) se ordenó sacerdote en 1951 y en 1977 fue nombrado arzobispo de Múnich y creado cardenal por Pablo VI. El 19 de abril de 2005 a las 17.50 fue elegido Papa. En ese momento, empezaba a salir humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina y pocos minutos después, comenzaba el repique de campanas en Roma.

Había sido elegido el sucesor de Juan Pablo II en el cuarto escrutinio, en el segundo día de Cónclave. Cerca de una hora después, el cardenal chileno Jorge Arturo Medina Estévez pronunciaba las palabras esperadas «Habemus Papam» y Joseph Ratzinger, salía al balcón.

Renuncia en 2013

Benedicto XVI había decidido pasar estos momentos finales en su estancia del monasterio en el que reside desde su histórica renuncia al papado, anunciada el 11 de febrero de 2013 y consumada el 28 de aquel mismo mes, la primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.

Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su «familia» vaticana, formada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto Memores Domini, que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupaban de las necesidades del papa emérito.

Benedicto XVI prometió mantenerse en silencio tras su renuncia en señal de respeto por su sucesor, aunque en algunas ocasiones ha reaccionado a algunas cuestiones de actualidad que le afectaban de algún modo.

Petición de perdón

Por ejemplo, en febrero de 2022 pidió perdón por los abusos y errores ocurridos durante sus mandatos en los distintos cargos que ha ostentado, tras la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania en el que se le acusaba de estar al corriente en su época como arzobispo de Múnich (1977-1982).

«Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica», subrayó en un comunicado.

Había salido en muy pocas ocasiones de los muros, una vez para visitar a su inseparable hermano, Georg, en el hospital y en junio de 2020 cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de morir con 95 años.