La muñeca más inquietante jamás vista
M3GAN
EEUU. 2022. 102‘ Dtor.: Gerard Johnstone. Guion: James Wan y Akela Cooper. Prod.: Jason Blum y James Wan. Int.: Amie Donald, Allison Williams, Violet McGraw, Ronny Chieng. Fot.: Simon Raby y Peter McCaffrey. Dec.: Vanessa Cole y Sean Keenan.
Llega la gran sensación terrorífica de la temporada, porque a estas alturas la imagen de la muñeca del título ya se ha hecho viral, y sin duda va a ser uno de los disfraces estrella para los próximos carnavales.
Frente a otras muñecas del género cuenta con un sesgo futurista que la hace todavía más inquietante que otras que únicamente pretendían ser monstruosas o malrrolleras, como puedan ser respectivamente ‘La novia de Chucky’ (1998) o ‘Annabelle’ (2014).
Con respecto a la segunda la evolución es lógica, estando de por medio James Wan, esta vez como guionista y productor, y de nuevo al servicio de la compañía Blumhouse, la número uno en conseguir taquillazos con mínimas inversiones.
En ‘M3egan’ (2022) el talento de Wan y el de Jason Blum se han aliado para ir más lejos todavía, gracias al cruce entre terror y ciencia-ficción, con toques de las películas de Steven Spielberg a los que se añade el miedo que provoca esta tan inquietante creación, exponente de una industria del juguete capaz de desarrollar inventos amenazantes.
En efecto, la diseñadora de juguetes Gemma (Allison Williams) utiliza Inteligencia Artificial para sacar al mercado la definitiva muñeca perfecta, que entra ya de pleno en el mundo de la robótica. Como en todo relato de invenciones científicas que se precie, el proceso más complicado es el del test o puesta a punto del nuevo modelo, y su creadora tiene la mala idea de llevársela a casa para que juegue con su sobrina huérfana Cady (Violet McGraw), de cuya custodia legal se acaba de hacer cargo.
Por supuesto que la relación entre la niña y su muñeca M3gan se volverá peligrosa, debido a que el prototipo escapa al control de quien la diseñó para otros fines, que son convertirse en una compañera de juego para menores humanos y una aliada de los padres en la supervisión educacional. El tono de comedia negra se conjuga entonces con la sátira social, en referencia a lo que pasa con las redes sociales, que escapan al control parental.