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Las críticas tumban al Museo Rodin de Santa Cruz de Tenerife: no habrá ‘efecto Guggenheim’

Los rectores del parisino Museo Rodin han renunciado a abrir una sede en Santa Cruz de Tenerife en vista de la oleada de críticas que ha levantado la forma en la que ha ‘vendido’ el proyecto. Presupuestado en 16 millones de euros, era una operación del alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez.

Ayuntamiento (el alcalde, en el centro de la foto), el Cabildo Insular y el Museo Rodin, el 10 de octubre del 2021, cuando firmaron el acuerdo. (AYUNTAMIENTO SANTA CRUZ DE TENERIFE)

La polémica levantada ante el proyecto de una nueva sede del Museo Rodin de París en Santa Cruz de Tenerife ha llevado finalmente a que los responsables de este museo parisino, dependiente del Ministerio de Cultura francés, hayan remitido un escrito al alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria), en el que anuncian su retirada del proyecto que tenía previsto el Consistorio respecto al artista francés.

Lo cierto es que más de 3.000 profesionales de la cultura han firmado una carta abierta en la que han tildado el proyecto de «fantasioso», a la vez que han criticado que «la operación no esconde más que la compra de una serie de reproducciones del escultor francés autorizadas por el museo que lleva su nombre en París».

Un sueño... una pesadilla

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, liderado por Coalición Canaria, tenía un sueño: abrir un museo de réplicas de Rodin y, de alguna manera, reproducir a su manera el denominado ‘efecto Guggenheim’ de Bilbo. Sería el tercer Museo Rodin del Planeta dedicado exclusivamente al autor, junto a la de París y Filadelfia. El Museo Rodin tinerfeño ocuparía el 60% del parque cultural neogótico Viera y Clavijo, que sería rehabilitado para ello, y, de acuerdo con el expediente, ahora paralizado, la capital pretendía comprar 83 esculturas –son réplicas, las llamadas ‘ediciones originales’; es decir, obras generadas a partir de los moldes del escultor– con 16 millones de euros. 

La cuestión es que el escultor no tenía ninguna relación con Tenerife, ni con la ciudad. La inversión de dinero público también era importante y, ante las críticas, el museo parisino ha renunciado a su nueva sede.

«Actualmente no se dan las condiciones para que la ciudad pueda albergar un proyecto museístico internacional», ha afirmado la directora del Museo de París, Amélie Simier, en una carta al alcalde. Un alcalde que, por su parte ha acusado a la oposición de «no estar a la altura de lo que la ciudad y el municipio precisan para planificar su futuro», mientras que resulta que, horas antes de la confirmación oficial de la renuncia del museo parisino, el portavoz del PP y concejal de Sostenibilidad Ambiental y Servicios Públicos, Carlos Tarife, pedía al alcalde que dialogara con el sector cultural y con la ciudadanía y consideraba que la forma de gestionar este asunto ha sido «discutible», y que los grandes proyectos para la ciudad «no pueden ser unipersonales».

Acusaciones de opacidad

Para el portavoz de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Ramón Trujillo, la paralización del Museo Rodin es «un éxito del mundo de la cultura, que ha desmontado las sinrazones, disfrazadas de razones, con que el alcalde Bermúdez iba a despilfarrar 16 millones de euros de dinero público». En su opinión, a la institución parisina «no le interesaba aparecer vinculada a un proceso opaco, repudiado por el sector cultural y con dudas sobre las motivaciones ocultas que fueron publicadas en medios nacionales».

El diario ‘El Día’ ha publicado este miércoles el contenido de la carta remitida por Amélie Simier al alcalde, en el que llaman la atención algunos puntos. Tras lamentar que quede en saco roto el que sería el segundo museo Rodin de Europa, explica cuáles eran sus proyectos: «El proyecto de Santa Cruz contemplaba también –escribe– la creación de un espacio para la presentación de artistas canarios y un espacio dedicado al centro de interpretación de la 1a y 2a Exposición Internacional de escultura en la calle. Nuestra notoriedad habría permitido reforzar la visibilidad del conjunto de esas culturas, locales e internacionales, tanto para los españoles como para los turistas de todo el mundo (...). Es de la misma manera, y con el mismo compromiso, que queríamos ayudar a la ciudad de Santa Cruz a construir una colección propia y singular, y que aceptamos incluir piezas inéditas nunca presentadas al público en bronce, o incluso yesos muy pocas veces vistos, del ‘Beso’ o de ‘La Puerta del Infierno’. Sin embargo, debemos concluir que actualmente no se dan las condiciones para que la ciudad de Santa Cruz de Tenerife pueda albergar un proyecto museístico internacional».

«Somos sensibles a los recientes acontecimientos en su ciudad y a las desafortunadas declaraciones de una parte del sector cultural, académico o político. Estas declaraciones mentirosas o como mínimo mal informadas, atacan a nuestro museo, establecimiento público del Ministerio de Cultura francés, a la obra de Rodin y a su patrimonio, del que somos depositarios», ha añadido Simier.

La oposición, sin embargo, ha denunciado desde el principio la opacidad del proyecto. El portavoz de Unidas Podemos, por ejemplo, ha denunciado  que la compra de obras «se sustentaba en una tasación carente de la imparcialidad exigible y, asimismo, el proyecto de viabilidad económica no era nada creíble y había sido encargado a tres empresas, seleccionadas por el Ayuntamiento, que comparten directivos».

Trujillo considera que es importante determinar cómo y a través de quién llegó la propuesta de un Museo Rodin para Tenerife. «La prensa nacional ha señalado al directivo de una empresa consultora, con estrechos vínculos con Ciudadanos en Santa Cruz de Tenerife, por su presencia en París y en el Ayuntamiento en negociaciones relativas al Museo Rodin, pese a no haber sido contratado para tal fin. Cabe preguntarse si estas pistas mediáticas contribuyeron a abortar el proyecto del museo Rodin y, en tal caso, cuáles son los motivos exactos».