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El Polisario debate en su congreso cómo intensificar la lucha armada

El Frente Polisario comenzó ayer su XVI congreso en el que debate cómo intensificar la lucha armada frente a la ocupación marroquí, después de más de dos años desde que se reanudaron los combates y de que el Estado español se plegara a las exigencias de Marruecos sobre el Sahara Occidental.

Miembros del Frente Polisario, en los campamentos de Dajla, donde se lleva a cabo el congreso. (AFP)

Más de 2.200 delegados y 30 invitados extranjeros participan desde ayer en el congreso del Frente Polisario que concluirá el martes en los campamentos de refugiados de Dajla, en Argelia.
La reanudación de la guerra, el cambio de la postura del Estado español respecto al Sahara Occidental y la reorganización del Frente en el nuevo contexto son los principales asuntos que marcan la estrategia que aprobarán los representantes saharauis.

Este XVI congreso se celebra bajo la consigna de «intensificar la lucha armada para expulsar al ocupante e imponer la soberanía total».

«Este es el primer congreso desde la reanudación de la lucha armada», señaló Mohamed Yeslem Beissat, embajador saharaui en Sudáfrica. El alto el fuego en vigor desde 1991 se rompió en noviembre de 2020 tras el ataque de tropas marroquíes a los saharauis que bloqueaban la única carretera a Mauritania, un paso ilegal al margen de los acuerdos con Rabat. Desde entonces, el Polisario se considera «en estado de guerra de autodefensa» y declaró «zona de guerra todo el territorio de la República Saharaui, incluidos sus espacios terrestres, marítimos y aéreos».

La artillería del Polisario ataca regularmente posiciones marroquíes en el muro de separación, pero sin conseguir llevar a cabo acciones de envergadura, dada la abrumadora superioridad militar de Rabat.

El debate del Polisario gira en torno a cómo escalar en el conflicto ante una de las potencias regionales con un moderno armamento y fuertes alianzas de seguridad con EEUU, Israel o Europa.
Por otro lado, el movimiento debe adaptarse al nuevo contexto internacional, sobre todo por el cambio de postura del Estado español, la antigua potencia colonial, ya alineada sin ambages con la posición de Marruecos al aceptar el plan de autonomía que defiende Rabat en lugar del referéndum de autodeterminación previsto por Naciones Unidas.

Nuevo contexto

Este cambio aumentó también el conflicto entre Argelia y Marruecos, en un contexto geopolítico general dominado por la guerra de Ucrania y la crisis energética.

Argelia rompió sus relaciones diplomáticas con Marruecos en agosto de 2021 debido a los profundos desacuerdos sobre el Sahara Occidental, agudizados por el acercamiento en materia de seguridad entre Rabat e Israel.

Envalentonado por el reconocimiento por parte de la Administración estadounidense de Donald Trump a finales de 2020 de su soberanía sobre el territorio saharaui a cambio de un acercamiento a Israel, Marruecos ha desplegado desde entonces una diplomacia cada vez más ofensiva para acercar a otros países a sus posiciones.

Entre ellos, Estados que tradicionalmente venían apoyando al Polisario en el seno de la Unión Africana.

A finales de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió la reanudación de las negociaciones estancadas para permitir una «solución duradera y mutuamente aceptable» con miras a la «autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental». Pero la ONU sigue bloqueada por la actitud de Marruecos y sus poderosos aliados. Desde hace quince meses cuenta con un enviado personal, el diplomático Staffan de Mistura, que ha hecho dos visitas a la región, pero sin que Marruecos le haya permitido acceder al territorio ocupado.

Ghali opta a la reelección con posibles alternativas

El Congreso del Polisario renovará los órganos de liderazgo, entre ellos el Secretariado Nacional (29 personas). Parece segura la reelección del actual líder del Polisario, Brahim Ghali, de 73 años, en la Secretaría General y como presidente de la RASD, aunque algunas informaciones apuntaban a posibles candidaturas  alternativas como la de Bashir Mustafa, uno de los dirigentes del movimiento desde sus inicios y hermano de su fundador Luali Mustafa. La experiencia de combate sigue siendo uno de los requisitos para la elección.

Debate previo

Durante cuatro días los delegados han preparado los debates y documentos del Congreso en una Conferencia General previa. Delegaciones de alto nivel de países aliados del Frente –como Argelia, Sudáfrica y Namibia– participan en el encuentro, además de partidos políticos como EH Bildu, Podemos, IU o PP. El PSOE ha rechazado la invitación.