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El Gobierno británico echa un pulso a Escocia y veta la nueva ley trans aprobada en Holyrood

El Gobierno británico avanzó este lunes que bloqueará la ley que aprobó el Parlamento de Edimburgo que permite la autodeterminación de género a partir de los 16 años, utilizando por primera vez el mecanismo para frenar iniciativas aprobadas en Edimburgo.

Manifestación en Escocia en defensa de los derechos de las personas trans. (Stewart KIRBY | EUROPA PRESS)

El Gobierno británico anunció este lunes que bloqueará el proyecto de ley escocés para facilitar el cambio de género a las personas trans a partir de los 16 años. El Secretario de Estado para Escocia, Alister Jack, ha anunciado que recurriría por primera vez al artículo 35 de la Ley de Escocia de 1998 para frenar el proyecto de ley tras una revisión realizada por los juristas del Ejecutivo de Rishi Sunak.

Jack prevé presentar este martes ante la Cámara de los Comunes una orden para evitar que la legislación aprobada en el Parlamento de Holyrood el pasado 22 de diciembre sea enviada al rey Carlos III para recibir su consentimiento formal.

Nunca antes se había recurrido a esta orden para bloquear un procedimiento legislativo de Holyrood y la decisión de Londres ha motivado una importante disputa constitucional. La premier escocesa, Nicola Sturgeon, ha denunciado que la decisión de Londres es un «ataque frontal» al Parlamento escocés y a su capacidad para tomar sus propias decisionesm

«El Gobierno de Escocia defenderá la legislación y defenderá al Parlamento. Si este veto de Westminster tiene éxito, será el primero de muchos», ha alertado Sturgeon en su perfil oficial de la red social Twitter antes de manifestar que es probable que su gobierno presente un recurso legal en respuesta.

La batalla judicial será presentada por el SNP argumentando que Westminster ha negado a Holyrood su derecho democrático a aprobar sus propias leyes con el dictamen de la Corte Suprema sobre otro referéndum como telón de fondo.

Sturgeon ya había advertido este mismo lunes al Gobierno de Sunak del riesgo de utilizar como «arma política» la ley que facilita la autodeterminación de género, avisando de que cualquier posible veto desde Londres sería una «atrocidad».

La portavoz de Igualdad del Partido Verde, socio de Gobierno en Escocia, Maggie Chapman, ha afirmado por su parte en un comunicado que «es un día negro para el acuerdo de descentralización (de competencias), la democracia y los derechos de las personas trans».

El Gobierno británico ha afirmado que un sistema escocés simplificado para el cambio de sexo podría afectar a la legislación británica en materia de igualdad, pero el Gobierno escocés ha insistido en que el proyecto de ley no tendrá ninguna repercusión.

La ley trans escocesa, un hito inédito

Seis años después de que lo propusiera la premier escocesa, y tras dos de las mayores consultas públicas de la historia del Parlamento escocés, los y las diputadas de Holyrood aprobaron el proyecto de ley el pasado 22 de diciembre, un hito inédito que se vio envuelto en polémicas durante toda la tramitación pero que finalmente recibió el apoyo de los Verdes escoceses, laboristas y los Demócratas liberales escoceses.

La ley salió adelante con 86 votos a favor y 39 en contra. Nueve diputados del SNP votaron en contra de la propuesta de su propio Gobierno y también dos laboristas. El propio líder de la oposición laborista, Keir Starmer, también había cuestionó la ley escocesa: «Los 16 años es una edad muy temprana para decidir el cambio de sexo». Respecto a los tories, algunos diputados conservadores rompieron filas para respaldarlo.

Entre otras medidas, la nueva ley contempla reducir a 16 años la edad a la que se puede solicitar a la administración un cambio de género, ateniéndose al procedimiento aconsejado por varias instituciones internacionales como la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Además, elimina el requisito de presentar un informe médico y reduce a tres meses el tiempo en que la persona solicitante debe haber vivido conforme al género que reclama –seis meses si se trata de menor de edad–.

El texto establece, además, un periodo de reflexión de tres meses para que quien lo solicite puede cambiar de idea, mientras que las personas que pidan el cambio de manera fraudulenta pueden ser imputados penalmente y enfrentarse a penas de hasta dos años de cárcel.

La ley británica, en cambio, establece una edad mínima de 18 años para solicitar un cambio de género, exige un diagnóstico médico de disforia y evidencias de que el solicitante ha vivido al menos dos años con su nuevo género