Luz verde a dos parques eólicos sin la planificación de renovables aprobada
El parque de Labraza ha recibido una Declaración de Impacto Ambiental favorable, y en breve lo hará el de Azazeta. Ambos están en Araba y son promovidos por Aixeindar, controlada por Iberdrola. Los proyectos ven luz verde sin que se tenga aprobado el Plan Territorial Sectorial (PTS) de Renovables.
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente de la CAV, Arantxa Tapia, anunció ayer la luz verde a dos nuevos parques eólicos en Araba, en una comparecencia en la que también informó de que el Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables que debe servir para planificar la implantación de estas instalaciones, tardará al menos otro año y medio en aprobarse definitivamente.
Sobre los parques en marcha, Tapia especificó que el proyecto propuesto en Labraza, situado en el municipio alavés de Oion y que estará formado por ocho aerogeneradores con una potencia total de 40 megavatios, ha recibido ya una Declaración de Impacto Ambiental favorable por parte del Gobierno español. Por otro lado, añadió que Lakua está ultimando la declaración correspondiente para el parque de Azazeta y adelantó que será también favorable. Esta instalación tiene características similares a la de Labraza y estará ubicado en los municipios de Dulantzi, Iruraiz Gauna, Donemiliaga, Arraia Maeztu y Bernedo.
Ambos parques estarán en tierras de Araba, y los dos han sido promovidos por Aixeindar, una sociedad anónima constituida por el Ente Vasco de la Energía, que posee el 40%, e Iberdrola, que controla la empresa con una participación mayoritaria del 60%.
«Este paso supone un salto relevante en lo que significa la tramitación de estas infraestructuras, que podrían a futuro convertirse en el cuarto y quinto parque eólico de Euskadi», señaló Tapia, que ayer acompañó al portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Según las previsiones de Lakua, el parque de Labraza podrá ejecutarse a finales de 2024 y el de Azazeta, en 2025, año en el que los dos deberían estar en funcionamiento.
Estos son los dos proyectos más avanzados en la CAV dentro de la nueva ola de instalaciones renovables propuestas. Pero hay muchas más. Tapia habló ayer de que se están tramitando quince «parques eólicos grandes» que tendrán una potencia máxima de 50 megavatios –es el caso del parque propuesto en Artzentales-Sopuerta, a la espera del estudio de impacto ambiental–. Pero las previsiones no solo se limitan a las instalaciones de captación de energía eólica, ya que también hay previstos tres grandes parques fotovoltaicos, todos ellos en Araba: dos en Gasteiz y un tercero en Laminoria, en Arraia Maeztu.
A la espera del PTS
Todo este despliegue, impulsado tanto por la urgencia climática como, sobre todo, por los planes europeos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles en tiempos de escasez y carestía de las materias primas, se está tramitando sin que el Gobierno de Lakua tenga encima de la mesa un Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables. Se trata de un documento que debe, según indica el Ejecutivo en su web, dar respuesta «una decisión trascendental»; concretamente, a «la previsión y selección de los lugares de emplazamiento» de estas instalaciones renovables.
La Ley de Sostenibilidad Energética, aprobada el 21 de febrero de 2019, encomendó al Gobierno autonómico la elaboración de este PTS, y el Parlamento instó, ese mismo mes, a Lakua a elaborar la planificación. La orden del Departamento de Tapia para iniciar el procedimiento de elaboración del PTS, sin embargo, no llegó hasta dos años más tarde, el 22 de marzo de 2021 y, según explicó ayer la consejera, «todavía nos queda aproximadamente año y medio de tramitación», periodo durante el cual se volverá a consultar a las Administraciones, a la ciudadanía y a diferentes agentes. Todo el PTS deberá ser sometido, además, a una evaluación ambiental estratégica.
Es decir, buena parte de los proyectos renovables propuestos por varias empresas privadas en la CAV podrían ver la luz antes de que Lakua tenga lista la planificación que debería regir su despliegue.
Eólicas de Euskadi en el retrovisor
Sobre la sociedad impulsora de los dos parques más avanzados, Aixeindar, resulta inevitable y pertinente recordar lo ocurrido con Eólicas de Euskadi, más teniendo en cuenta que el EVE sitúa aquel precedente como ejemplo de la buena relación público-privada con Iberdrola.
Igual que Aixeindar hoy, la empresa pionera en la energía eólica en la CAV se formó en 1995 con la participación del EVE e Iberdrola, en aquel caso al 50% de participación. Cada una puso 20 millones de pesetas para formalizar la sociedad que construyó los cuatro parques eólicos que hasta el boom de nuestros días han operado en la CAV, con una modesta potencia instalada de 143 megavatios –la eólica no llegó a suponer el 2% de la electricidad generada en la CAV durante los primeros tres trimestres de 2022–. En 2007, sin embargo, Lakua decidió vender su mitad a Iberdrola, que desde entonces controla en su totalidad los cuatro parques de la CAV, que siguen rindiendo beneficios.