INFO
Entrevista
María José Beaumont
Exconsejera de Presidencia, Justicia, Interior y Función Pública

«En función de lo que descubra en las escuchas de la Kitchen, actuaré»

Nacida en Artieda en 1956, acaba de jubilarse y darse de baja en los colegios de Iruñea y Madrid. Destacada abogada ambientalista, entre 2015 y 2019, fue la consejera con más poder del Gobierno de Uxue Barkos. EH Bildu propuso su nombramiento.

La exconsejera María José Beaumont. (Jagoba MANTEROLA)

A María José Beaumont el escándalo de las escuchas de la Kitchen le han pillado en el pueblo. Quien fuera la consejera con más atribuciones del Gobierno de Uxue Barkos (Presidencia, Interior, Función Pública y Justicia) disfruta de su reciente jubilación como abogada en Artieda, localidad de unos 150 habitantes donde siempre ha estado empadronada y reside.  

¿Cuándo se enteró de que su nombre aparecía en la operación Kitchen?

Lo supe el jueves día 2. Me llegaron informaciones de diferentes medios, de algún compañero en el Parlamento que había leído en Infolibre. ¿Te ríes por no llorar, no? Luego piensas y te dices que no te tiene por qué sorprender. Cuando accedí al cargo en 2015 era consciente de que era más que probable que esto se estuviera produciendo. Lo intuí por lo que dijeron el ministro [Jorge Fernández Díaz] en esas fechas y otros cargos del Partido Popular, como Ana Beltrán, parlamentaria en navarra. Decían que cómo era posible que designaran a una consejera de Bildu, y amenazaban con cortar toda la relación con el Gobierno de Navarra y también con la Policía Foral. Cuando escuchas algo así, intuyes que las cosas no quedarán solo en eso. Ahora ya no es una intuición, ahora lo que hay son datos.

El espionaje comenzó antes incluso del nombramiento, según parece.

Eso es lo que se observa en los whatsapps que se cruzó el número dos de Interior, el secretario de estado de Seguridad, con el alto cargo de la Policía. Le preguntó a ver si tenía alguna «cosilla» de esa consejera. Entonces le contesta que ya lo ha consultado con Barón, de la Guardia Civil y que «está muy limpia». El secretario insiste: «¿Y su entorno?». El otro dice: «Ya lo miro». Esto quiere decir que antes de esa fecha me estaban investigando –ilegalmente, por supuesto– y que lo continuaron haciendo. Entre el 16 de julio, cuando se conoció que iba a ser nombrada, y el 23 que tomé posesión.

¿La Policía Foral no debía de ofrecerle cierta protección contra algo como esto?  

Antes de tomar posesión, la Policía Foral me ofreció protección personal. Como responsable del Servicio, se la trasladé a todos los demás consejeros que entraban conmigo. Siempre tuve claro que yo no quería tener todo el rato un guardaespaldas a mi lado. Tampoco quise vehículo oficial ni chófer ni cosa que se le parezca.

«Siempre tuve claro que no quería tener guardaespaldas. Tampoco quise vehículo oficial ni chófer ni cosa que se le parezca».

Me refiero también a proteger sus comunicaciones.

Unos dos días antes de tomar posesión, sí se hizo un cribado en los despachos de quienes íbamos a entrar. La Policía Foral tiene un cuerpo especializado en esas tareas. Comprobaron que no había dispositivos de escucha o similares.

Superada la sorpresa, la fase de asimilación de lo que figura en el sumario de la Kitchen, ¿cómo le hace sentir haber sido espiada por este tipo de gente?

Me molesta todo. De entrada, como abogada que soy, me parece que es absolutamente ilegal y que resulta, además, inadmisible. Me molesta y entiendo que tengo el derecho de saber: qué es lo que se me había investigado antes, qué es lo que se me investigó en 2015 y qué es lo que se me ha quedado después, así como a quién de mi entorno se ha investigado y por qué. En ese marco me estoy planteando acciones legales.  

¿Como cuáles?

Podría ser una reclamación  de una demanda independiente, una pieza separada dentro de la causa... Lo estoy estudiando con mi abogado de confianza, que es mi hermano. Estamos mirando porque, claro, el jueves día 2 se publica la información de Infolibre. Curiosamente, sólo 24 horas después, el juez García Castellón de la Audiencia Nacional decidió el impedir el acceso a las partes personadas a los chats, sin consultarlo siquiera a Fiscalía. Si me persono, primero me tienen que admitir. Y segundo, tengo que recurrir esa decisión de García Castellón de ocultar esos mensajes, porque, por ahora, no quiero otra cosa que no sea saber. En función de lo que descubra, actuaré.

Han pasado cuatro años, casi, desde que dejó el Gobierno. ¿Por qué decidió entrar?

Los resultados electorales dieron en 2015 para un gobierno diferente: progresista, abertzale y de izquierdas. Las décadas anteriores, UPN nos había machacado, a nosotros como Coordinadora de Itoiz y a otra mucha gente. Yo había mantenido muchas peleas con el Gobierno, en asuntos medioambientales. Por eso me planteé que, si siempre había estado renegando contra ese machaque, no podía decir que no, debía aceptar el cargo que me habían propuesto.

No pasó desapercibida como consejera: Fuero Nuevo, Ley de Policías y Plan Director, Transparencia... Se labró fama de ser la primera en llegar a la Diputación por la mañana y la última en marcharse por la noche.

Puedo decir que trabajé denodadamente. No me daba la vida para nada más en lo personal. No me arrepiento en absoluto de ese esfuerzo, pero no repetiría.

«Hemos puesto un parque infantil en el centro del pueblo, cerca de la sociedad y el concejo. La gente está muy contenta».

Sin embargo, no ha colgado las botas del todo. Está de presidenta del concejo de su pueblo. ¿Vive más tranquila?

Se vive de otra manera, pero hay mucho trabajo. En estos pueblos, al no tener servicios jurídicos, administrativos o financieros, hay que hacer de todo. Como estoy más libre, cargo con más tarea, pero aquí hacemos todo entre todos. Si te limitas a lo cotidiano, a llevar las cuentas y poco más, no es trabajo. Pero si quieres hacer cosas todo cambia. Y cosas hemos hecho y queremos seguir haciendo.

¿Algún logro de esta nueva etapa que le ha llenado?

Pues hemos puesto un parque infantil en pleno centro del pueblo, cerca de la sociedad y de la sede del concejo. La gente está muy contenta con eso. Tenemos muchos proyectos, pero los más ejecutables en el corto plazo son una pavimentación de un camino que une el casco viejo del pueblo con la vía verde del Irati. Hay una enmienda nominativa que se metió en los Presupuestos Generales a iniciativa de Bildu y que, aunque no nos alcanza el importe para toda la obra, sólo nos da para la mitad. Ahora mismo tenemos que documentar todo esto ante Administración Local para poder licitar y adjudicar esta obra y hacerla inmediatamente. Siempre he estado implicada en la política local. Cuando estuve en el Gobierno no pude dedicarme a estas cosas. Ahora que me he liberado, he vuelto.

Sin embargo, pese a que se ha apartado de la primera línea, siguen hablando de usted en el Congreso.

Estoy contenta y agradecida por la declaración institucional que aprobó el Parlamento de Navarra en mi favor y, además, por unanimidad: los hechos, los que son. El ministro Fernando Grande-Marlaska, a preguntas de EH Bildu, lo califica como uno de los hechos «más graves que puede recordar la democracia española».

Al menos en lo formal, se reconoce a Nafarroa cierta bilateralidad con el Estado en ciertas materias. Usted era consejera de Presidencia, con no pocas atribuciones en esos ámbitos.

Eso está ahí también, desde luego. Marlaska ha dicho que quiere ir hasta el final. Veremos hasta dónde llega finalmente Interior. Se han hecho muchas preguntas en el Congreso, por parte de Bildu y  de Unidas Podemos. Veremos qué responden y qué se puede deducir de ahí. Y además, está la instrucción donde, como te digo, me planteo acciones.

«Es injustificable que, si había voluntad política, hayan pasado cuatro años sin que se haya transferido Tráfico»

Usted conoció a Marlaska, trató con él la Transferencia de Tráfico. Se ha puesto fecha para el repliegue el 1 de julio, más de cinco años después. ¿Está justificada esa tardanza?

Pienso que ha habido dilaciones. Barkos se reunió con Pedro Sánchez en octubre de 2018 y convinieron una transferencia inmediata. En el Gobierno creamos un grupo de trabajo de Interior y Hacienda, pues afectaba al Convenio. Adelantamos cuanto pudimos. Tuve contactos con Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, además de con Interior. Quedaron flecos, pero lo dejamos muy avanzado. Es injustificable que, si había voluntad política, hayan pasado cuatro años. A mí nadie me habló de dificultades técnicas. Resistencias en Interior, claro. Si ejerce la competencia Policía Foral, no la ejerce la Guardia Civil. Pero eran eso, resistencias, no problemas técnicos. En fin, a ver si es verdad y lo podemos celebrar.