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De la grada al césped, las Mater Series de rugby reúnen en Bilbo a más de 300 mujeres

Las Mater Series vuelven a demostrar que para jugar al rugby lo más importante es querer. Más de 300 mujeres de más de 35 años se darán cita este sábado en el campo de El Fango para disfrutar de una cita marcada por la diversión, algún que otro golpe y unas cuantas cervezas al terminar. 

Imagen de archivo uno de los partidos de las Mater Series. (BILBAO RUGBY)

Las Mater Series regresan a Euskal Herria. Si en su primera temporada visitaron Gasteiz en junio pasado, este sábado la cita será en El Fango, el territorio de las Lamiak de Bilbo. ¿Pero que son las Mater Series?

El origen hay que buscarlo en las gradas de los campos de rugby, ahí donde padres y madres de categorías inferiores pasan las horas mientras sus hijos e hijas entrenan alrededor del balón ovalado. Hasta que algunas se plantearon, «¿y por qué no nosotras?».

Grupos de mujeres, mayores de 35 años y que en su gran mayoría nunca habían practicado este deporte, comenzaron a juntarse para hacer sus primeros pinitos, porque nunca es tarde. La idea se fue extendiendo, y el siguiente paso natural era quedar de vez en cuando con otras como ellas para pasarlo bien, conocer gente, y por qué no, medirse en el campo.

Lamiak nació en 2018, en la órbita de las finales de Challenge Cup y Champions Cup disputadas en San Mamés. Lo explica Ziortza Madariaga, una de las componentes de la plantilla: «En todos los clubes deportivos tienes que tener muchos voluntarios, porque si no los proyectos no salen. La ayuda de padres y madres es imprescindible. En 2018 se celebraron las finales, y el club Universitario de Bilbo preparó varios actos esa semana. Y después, al anochecer, comentábamos que pasábamos muchas horas viendo los partidos, pero que muchas veces no entendíamos lo que pasaba. Y nos preguntamos por qué no pedir al club que nos dejara una pequeña parte del campo e ir aprendiendo. Y así empezó. Nos juntamos unas madres para probar y nos pusimos en contacto con la directiva, y desde el principio nos dijeron que sí. Uno de los directivos fue nuestro primer entrenador».

«A dónde vamos con esta edad»

El qué dirán les importó más bien poco. «Cuando empezamos, quizá más de uno pensaría que a ver a dónde íbamos, con esta edad, haciendo un deporte tan duro, empezando de cero, porque no sabíamos nada o muy poco. Sólo lo que veíamos en los partidos de nuestros hijos. Imaginamos que habrá personas que piensen que con nuestra edad no hay necesidad de entrar en este tipo de movidas pero… También hay lesiones. Pero bueno, ¿por qué no? Si duele se descansa y listo».

Lo cierto es que la idea tuvo éxito, porque «empezamos 12 personas o ahora seremos unas 30 en el grupo. No todas acudimos a cada entrenamiento porque cada una tiene sus quehaceres. Pero nos juntamos unas 20 en cada entrenamiento, el crecimiento ha sido notable. Y como se mantiene el buen ambiente, estamos muy contentas».

«Queremos dar estos primeros pasos para que las jóvenes que vienen detrás no abandonen el deporte. [...] ¿Por qué no hacer deporte con tus amigas?»

Madariaga, que tiene 47 años, recuerda que «en nuestra época hacer deporte de niña era muy normal, pero a los 13 años lo dejabas. Ahora la media está en 16. Priorizabas otras cosas. Queremos dar estos primeros pasos para que las jóvenes que vienen detrás no abandonen el deporte. A lo mejor a nivel competitivo no puedes jugar toda la vida, pero ¿por qué no hacer deporte con tus amigas?».

«Te quita de la cabeza tus otros problemas»

Jugar al rugby tiene a su juicio varios beneficios. En primer lugar, la práctica del ejercicio físico. Y en segundo, que durante el tiempo que se está entrenando «te quita de la cabeza tus otros problemas, o estás al rugby o no estás. Eso es muy sano».
 
En un entorno familiar de jugadores de rugby, Madariaga ha saltado de la grada al césped. «Mi marido ha jugado, la gente de mi familia también, pero yo siempre he estado mirando. Los dos hijos empezaron al rugby desde muy jóvenes y siempre mirando... De repente, entre las que allí nos reuníamos dijimos que nosotras también queríamos practicar».

Jugadoras y cuerpo técnico de Lamiak, en uno de los torneos del año pasado. (UNIVERSITARIO RUGBY)


Del contacto entre grupos similares nacieron tras la pandemia, en la temporada 2021-22, las Mater Series, que por ahora se componen de tres citas en el calendario. Sevilla, Madrid y Gasteiz fueron los lugares de encuentro el año pasado. Esta temporada el primer encuentro tuvo lugar en Sitges (Barcelona) en noviembre, Bilbo será mañana la estación intermedia y el broche llegará en junio en El Puerto de Santa María (Cádiz).      

Más de 300 jugadoras de 17 equipos se plantarán en el campo del barrio de Errekalde para poner en práctica lo entrenado semana tras semana. Los equipos de Gasteiz y Bilbo, integrados en las estructuras de Gaztedi y Universitario, fueron pioneros en Euskal Herria, pero ya se han animado jugadoras y organizado equipos de Plentzia, Mungia o Arrasate.

Diecisiete equipos

«En Sevilla nos juntamos 7 equipos y ahora seremos 17. Se ha más que duplicado el número de participantes». Ahora el objetivo es «llenar las gradas, porque hasta ahora iba muy poca gente a ver los partidos, pero esta vez creemos que lo vamos a conseguir. Lo que sí hemos conseguido ha sido llenar el césped, y por eso también estamos muy contentas».

Las integrantes de Lamiak llevan tiempo echando una mano en diferentes actividades del Universitario, pero ahora «nos toca ser las artistas». Habrá en torno a medio centenar de personas trabajando como voluntarias «en los campos, preparando el tercer tiempo o en los aseos» para que mañana todo salga a pedir de boca. También cuentan con la colaboración de empresas e instituciones.

«Hasta ahora iba muy poca gente a ver los partidos, pero esta vez creemos que lo vamos a conseguir. Lo que sí hemos conseguido ha sido llenar el césped»

El torneo comenzará a las 11.00 con un acto de inauguración, y los partidos se pondrán en marcha media hora después y se prolongarán hasta las 16.00, cuando arrancará el tercer tiempo y la posterior entrega de premios.

Ziortza Madariaga hace un llamamiento a que las mujeres se animen a practicar el rugby, independientemente de su edad o condición física. «Por un lado haces deporte. Más o menos duro, tengas un buen día o uno malo, haces deporte y eso, mirándolo desde cualquier óptica, es bueno. Y por otro lado me permite estar con algunas personas que si no estuviera aquí no las habría conocido. Todas tenemos sitio en el rugby: altas, bajas, más o menos fuertes… . Y es muy interesante conocer las vidas de esas personas y cómo, por diferentes que seamos, nos juntamos todas en un mismo sitio y más o menos con los mismos objetivos: hacer deporte, aprender y reivindicar que las mujeres todavía podemos hacer cosas divertidas».

«La idea sí es ir subiendo sin prisas»

Lamiak presume de tener una de las medias de edad más altas, «cerca de los 50. Yo tengo 47 años y se nota cuando tienes un rival de 10 años menos, pero bueno… (ríe)».

«Al principio era muy gracioso, no sabía nada, no hacía deporte desde hacía mucho tiempo... agujetas, dolor... pero vas cogiendo ritmo y todo eso va desapareciendo. Sabes que una joven irá más rápido que tú, pero bueno... El rugby es un trabajo de equipo, no es individual», remarca. El equipo lo entrenan dos jugadoras del equipo femenino senior. «Eso también está siendo una experiencia positiva, entrenarnos desde su juventud, esa evolución es muy interesante».

En el marco de las Mater Series hay dos niveles; desarrollo y competición, el primero más suave, el segundo más intenso, por ejemplo a la hora de placar. Lamiak juega en desarrollo, pero «la idea sí es ir subiendo sin prisas, a medida que vamos mejorando. No es un objetivo fijo, cuando llegue llegará».