El comité de empresa de VW Navarra, «perplejo» ante la posible externalización de las baterías
Las noticias que apuntan a una externalización de la fábrica de montaje de baterías poniendo en riesgo 600 empleos en Volkswagen Navarra han motivado una nota del comité de empresa, que se declara «perplejo» tanto por la decisión como por «la injusticia en el trato».
El comité de empresa de Volkswagen Navarra ha trasladado este martes a los trabajadores un comunicado en el que se muestra «perplejo» por «la injusticia en el trato que se le dispensa a la plantilla» de la planta en Landaben, «que lleva décadas siendo ejemplar», y ha afirmado que, si es necesario, propondrá «todas aquellas medidas que crea oportuno para defender los intereses» de la factoría y de la plantilla.
Además, ha explicado que el comité ejecutivo de la fábrica en Nafarroa les trasladó este lunes su compromiso con que el centro de ensamblaje de celdas de baterías se construya en Volkswagen Navarra, si bien también les indicó que la decisión final no es suya. Esto ha motivado múltiples reacciones este martes, como una comparencia de la candidata de EH Bildu, Laura Aznal, con propuestas al respecto, o una petición de comparecencia en el Parlamento de la lehendakari navarra, María Chivite, que ha sido rechazada por la Junta Permanente de la Cámara.
«A pesar de ser un proyecto viable y rentable, ya que el coste del ensamblaje de la batería es más barato y se le saca más margen de beneficio al coche, no cuenta a día de hoy con la financiación para ello por parte del grupo», añade el comité de empresa en su nota.
Ha lamentado «profundamente» que este proyecto a día de hoy no cuente con la financiación suficiente. «Nos congratula saber que compartimos el objetivo con la dirección de Volkswagen Navarra y junto a ella caminaremos para que el esfuerzo en el diseño del proyecto presentado donde se ubica la fábrica de ensamblaje de baterías dentro de nuestra planta se haga realidad y el grupo tome una decisión acorde a la lógica», ha afirmado.
Según ha detallado el comité, además de solicitar una reunión en Alemania donde poder exponer su parecer en este tema, también estarán «atentos a los acontecimientos que en torno a dicha decisión se vayan dando».
Así, ha advertido de que, de ser necesario, propondrá «todas aquellas medidas que crea oportuno para defender los intereses» de la planta y la plantilla. «Porque es justo, es razonable, es viable, es rentable, es necesario... porque nos lo hemos ganado», ha agregado.
En el comunicado trasladado a los trabajadores, el comité señala que, junto a la plantilla, ha dado «sobradas muestras» del compromiso que para esta fábrica y todo su entorno se tiene, «no siendo pocos los esfuerzos que se han realizado para dibujar una fábrica cuyo marco general se sitúe en los 350.000 coches».
Según recoge, «en torno a esta cifra se cimienta» todo el proyecto industrial. «A día de hoy, entendemos que la fábrica de ensamblaje de celdas de baterías debe formar parte de ese proyecto industrial, ya que proyecta la fábrica además desde un punto de vista de innovación y desarrollo tecnológico, aumentando el valor añadido y las competencias para nuestra plantilla», ha defendido.
El comité ha indicado que, según las palabras de la dirección, «el empleo de la plantilla actual no corre peligro». «¿Qué va a ocurrir con el empleo eventual que lleva años trabajándose una oportunidad?, ¿seguiremos manteniendo la empleabilidad?, ¿seguiremos generando empleo si no continua el contrato relevo?», se pregunta, sin embargo, la representación sindical.
«Estas son preguntas que nos debería contestar el grupo», ha aseverado el comité, que también ha añadido que el «objetivo debe ser que el coche eléctrico consolide y aumente el empleo actual con volúmenes productivos altos y con exclusividad de los productos» que se fabriquen.
El comité de empresa ha añadido que el parque de proveedores está dimensionado y contratado para suministrar piezas para 1.438 coches al día entre el Polo, el Taigo y el T-Cross.
«Por una estrategia empresarial, se ha anunciado que en 2024 dejaremos de fabricar el Polo en Pamplona y consecuencia de ello, debido a que los proveedores no pueden enviar más piezas del Taigo y del T-Cross, no será posible llenar nuestra capacidad diaria, con el sobrante de turnos y días que esto nos provocará. ¿Cuál será el efecto en los proveedores si la capacidad instalada disminuye a 300.000 coches? Seguramente no será nada parecido a lo que tenemos hoy», ha expuesto.
Fuera de Volkswagen
La parte social ha manifestado que no entiende que «la pieza más importante que van a montar los futuros coches eléctricos se construya fuera de Volkswagen Navarra, cuando el Gobierno de Navarra ha destinado 40 millones de dinero público para la adecuación del bucle ferroviario (...) Esto debe servir para conseguir que dicha inversión se vea refrendada con la integración de la fábrica de ensamblaje de baterías en Volkswagen Navarra», ha opinado.
Se ha referido también a la situación medioambiental y ha recordado que ha sido la emergencia climática la que «lleva a reindustrializar» el sector de la automoción.
«Si todos hemos apostado por la eliminación del vehículo de combustión, por el vehículo eléctrico en pos del medio ambiente, ¿qué sentido tiene ubicar la fábrica de ensamblaje de celdas de baterías fuera de Volkswagen Navarra, obligando a movilizar miles de camiones para proveernos de las baterías, con el coste ambiental que ello conlleva?», se ha preguntado.