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Trump se declara no culpable de 34 cargos penales tras ser formalmente imputado

El expresidente de EEUU Donald Trump se ha declarado inocente de un total de 34 cargos penales en la causa que investiga el presunto soborno a la actriz de cine porno Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels, tras ser formalmente imputado. Ha quedado libre sin control judicial.

Donald Trump, sentado junto a su equipo de abogados, en el tribunal de Manhattan. (Seth WENIG | POOL/AFP)

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se ha declarado este martes no culpable de los 34 cargos que le imputan en la causa relacionada con el pago irregular a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio sobre una relación sexual que mantuvieron en 2006.

Trump, que se ha convertido en el primer presidente estadounidense en afrontar cargos penales, se ha presentado ante el juez del tribunal neoyorquino de Manhattan Juan Manuel Merchán poco después de haberse entregado a la Fiscalía, donde le han leído sus derechos y ha sido fichado e imputado formalmente

El exmandatario ha entrado en la sala del juzgado en torno a las 14.30 hora local (18.30 en Euskal Herria) con un claro gesto de disgusto y sin llevar esposas.

Trump estaba precedido por su equipo de abogados, con Joe Tacopina a la cabeza, y seguido por dos agentes de policía. Inmediatamente después le han leído los cargos que se le imputan en esta causa, que lleva como dosier el número 71543-23. Ha pasado aproximadamente una hora en la sala en presencia de algunos fotógrafos y periodistas a los que no ha querido responder a las preguntas que le hacían.

Los cargos que le imputan están relacionados con distintos tipos de «falsificación de registros mercantiles». Todos ellos son considerados violaciones del artículo 175.10 del Código Penal y se definen como «intento de defraudar y de cometer otro delito» y de esconderlo.

Los 34 cargos son muy similares, pero se refieren a delitos cometidos en un rango de once meses del año 2017, entre febrero y diciembre.

Once de los delitos están relacionados con facturas emitidas por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, que se ha declarado culpable y se presupone será uno de los testigos principales del caso. 

Durante la sesión, la acusación ha alegado que el soborno a Daniels formaba parte de un plan para suprimir cualquier información negativa que dañara su campaña para las elecciones de 2016. «Le dio instrucciones (a Cohen, el exabogado del expresidente) de que si podía retrasar el pago hasta después de las elecciones», ha precisado.

El canal CBNC asegura que el juez Merchán ha afeado la conducta de Trump en las redes sociales, y concretamente un meme en el que aparecía con un bate de béisbol a punto de golpear la cabeza del fiscal Bragg, un meme que el juez se «toma muy en serio».

En libertad sin control judicial

Unas dos horas después de entrar en el tribunal, Trump ha salido en libertad sin control judicial y se ha dirigido a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde está previsto que haga declaración pública, ya por la noche.

Poco antes de llegar a la sede de la Fiscalía en el tribunal de distrito de Manhattan, Trump ha tenido tiempo de escribir en su red Truth Social que la situación le parecía «surrealista»: «Wow, van a arrestarme. No puedo creer que esto esté pasando en Estados Unidos», ha escrito desde el vehículo que lo trasladaba allí.

Al llegar al tribunal, ha bajado del vehículo en el que se ha desplazado y se ha detenido unos instantes antes de entrar al edificio para saludar a los curiosos que, en la lejanía, se reunían a la espera de ver un hecho histórico.

Trump afirma que no hay nada ilegal

En su primera declaración tras su detención, Donald Trump ha asegurado que «no hay caso», así como que no se hizo «nada de forma ilegal».

«La audiencia fue impactante para muchos porque no hubo 'sorpresas' y, por lo tanto, ningún caso. Prácticamente todos los expertos en legalidad han dicho que no hay caso aquí. ¡No se hizo nada ilegalmente!», ha subrayado en la red social Truth Social.

Más tarde, a su regreso a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Trump ha realizado un discurso público en el que ha insistido en su inocencia y ha señalado que «nuestro país se va al infierno».

Con esa frase ha comenzado sus declaraciones en una lujosa estancia dentro de su mansión, rodeado de cientos de simpatizantes (más de 200 según la cadena CNN) vestidos con 'merchandising' del expresidente, con la presencia de sus hijos, a quienes ha agradecido su apoyo, y varios congresistas republicanos que le apoyan abiertamente, como Marjorie Taylor Greene.

«El único crimen que he cometido ha sido defender sin miedo nuestra nación de aquellos que buscan destruirla. Nunca pensé que nada de esto podría pasar en Estados Unidos», ha asegurado reiterando una vez más que «no hay caso».

También ha criticado al actual mandatario, Joe Biden, al que ha acusado de querer esconder sus propios problemas con la justicia (en referencia a los documentos encontrados en su residencia) y ha insistido en su tesis del fraude electoral en los comicios de 2020.

Pero se ha centrado especialmente en criticar al juez, Juan Merchan, y al fiscal del distrito de Manhattan, Andy Bragg: «Tengo un juez que odia a Trump, que tiene una mujer que odia a Trump», ha denunciado mientras aseguraba que el propio fiscal debería «ser imputado o al menos dimitir».

«Hay una gran nube oscura sobre nuestro país, pero no tengo ninguna duda de que haremos a Estados Unidos grande otra vez», ha acabado el expresidente.

«Totalmente político»

Previamente, sus abogados han calificado los delitos que se le imputan de repetitivos, y han vuelto a insistir en que el proceso contra el empresario es «totalmente político».

«No hay nada (en la acusación). No se alega ningún delito federal, ni que se haya cometido (delito) contra ninguna ley estatal. No alega cuál es la declaración falsificada. Es realmente decepcionante, es triste y vamos a luchar contra él», ha afirmado su abogado Todd Blanche tras concluir la vista.

Concentraciones

Junto a la gran sede del Tribunal Supremo de Manhattan había desde la mañana una enorme expectación que se ha traducido en la presencia de cientos, si no miles, de periodistas de medios de EEUU y de todo el mundo.

Sin embargo, dos concentraciones pro y antiTrump convocadas esta misma mañana apenas han logrado atraer a un centenar de personas, mucho menos de lo que se esperaba.

Los hechos centrales por los que ha sido imputado Donald Trump tuvieron lugar en 2016, cuando a través de un intermediario –su el exabogado Michael Cohen– el expresidente pagó supuestamente 130.000 dólares (más de 120.000 euros) a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre una relación sexual que tuvo con ella diez años atrás.

El caso no vio la luz hasta 2018, cuando Stormy Daniels señaló de manera directa y en público al magnate. El hecho en cuestión no habría pasado de ser una de las múltiples acusaciones de infidelidad o incluso acoso vertidas contra Trump en estos últimos años si no fuera porque en 2016, unos días antes de las elecciones que llevaron al dirigente republicano a la Casa Blanca, Daniels recibió un pago de 130.000 dólares.

Con ese dinero, el magnate se garantizaba supuestamente el silencio de la actriz, quien alega que aceptó el dinero por temor a la seguridad de su familia.