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Miles de manifestantes advierten en Baiona de que «no tragarán» con la reforma de Macron

En un ambiente soleado y festivo, con muchos visitantes de Hego Euskal Herria en las calles de Baiona, que celebra desde hoy su célebre Feria del Jamón, miles de personas –15.000 según la intersindical– han vuelto a decir que «no tragarán» con la reforma que eleva de 62 a 64 la edad de jubilación.

Militantes feministas se han sumado con un «purple bloc» a la movilización de este 6 de abril en Baiona. (Patxi BELTZAIZ)

Desde una hora antes de que arrancara la manifestación contra la reforma de las pensiones en las calles del centro de Baiona se vivían los contrastes propios de una jornada en que se han mezclado colores y ambientes bien diferentes.

De una parte, los de esa marcha número 11 para decir no al propósito de retrasar en dos años la edad de jubilación y de implementar en paralelo los 43 años de cotización; y de otra, los de la Feria del Jamón que, desde hoy y hasta el domingo, suscitará el apetito de una multitud, tanto de locales como de foráneos.

El día festivo en el sur de Euskal Herria se ha dejado sentir con muchos visitantes en los puntos de interés de la capital labortana, auque algunos, como Nagore e Iñaki, se han acercado a la movilización, atraídos por «esa lucha tan larga para defender las pensiones», antes de perderse en el ambiente de la capital labortana.

La marcha, que ha enlazado el barrio de Saint-Esprit con la rotonda de Saint-Léon, ha salido con el tradicional «cuarto de hora baionarra» de retraso, a eso de las 10.45, y se ha adentrado en el centro de la ciudad, con un primer momento fuerte al paso del Ayuntamiento.

Ante el Consistorio han arreciado los gritos, los petardos y se han coreado también algunos lemas desde la megafonía contra el alcalde, Jean-René Etchegaray, que ha oficializado recientemente su afiliación al partido Renaissance, la plataforma política de Emanuel Macron.

«¿Estamos cansados?»

Desde allí los manifestantes se ha encaminado hacia la avenida Paulmy, entre cantos invitando a Macron a «meterse por...» una reforma a la que expresan su rechazo más del 70% de los ciudadanos del Estado francés, según reiteran semana a semana las encuestas, y pese a que haya pasado casi un trimestre desde que arrancaran las movilizaciones, el pasado 19 de enero.

Quizás por eso, desde la megafonía se preguntaba de vez en cuando: «¿Estamos cansados?». Una cuestión a la que los presentes respondían a cada ocasión con un sonoro «no».

Con todo, hoy ha habido menos personas en las calles de Baiona, ya que, incluso dando por bueno el balance de 15.000 personas ofrecido al final de la marcha por la intensindical, la participación, con ser más que digna, se aleja de las marchas más grandes.

Es el caso de la celebrada el 11 de febrero, y que reunió a 25.000 personas, siempre según los sindicatos, o de la que congregó a 23.000 manifestantes el más cercano 8 de marzo.

Bloque morado y jóvenes acartelados

Pese a todo, la protesta social ha deparado, si no un salto cuantitativo, sí un impulso cualitativo.

De una parte, a iniciativa Bagera-Nous Sommes, y con el apoyo de otros colectivos como Xutik, PAF o Planning Familial, se ha conformado un bloque morado (purple bloc).

Cécile y Catherine, dos de sus integrantes, han explicado a NAIZ que las feministas de Ipar Euskal Herria han querido así  sumarse a esa «cólera social» provocada por la aprobación de una reforma de pensiones que «pone particularente en cuestión los derechos de las mujeres».

Además de las integrantes del bloque morado, también los jóvenes se han sumado a la protesta sindical en mayor número que en otras ocasiones, o si se prefiere en un cortejo más visible.

En el grupo de chavales con cartel individual estaba Jerôme que explicaba a NAIZ que ha acudido hoy porque «como ya hemos pasado las pruebas de especialidades del Bac, ahora estamos más tranquilos para aportar a esa lucha».

Aunque la huelga ha tenido hoy menos incidencia, tanto en transporte (uno de cada cinco TGV y TER no han funcionado) como en Educación (20% de profesores en huelga, según Educación) hay centros que han cerrado, caso del liceo Bernat Etxepare de Baiona.

 

Ese nutrido cortejo de jóvenes, que ha amenizado la espera de la toma de palabra al final de la marcha marcándose unos bailes, ha sido largamente ovacionado al cierre de la cita movilizadora de este 6 de abril que, según han expresado los convocantes, «no es el final de nada».

Han animado por ello a los asistentes a tomar parte en una asamblea general para decidir, desde esta tarde, la continuidad de la protesta, y también han apelado a respaldar los bloqueos que retomarán, previsiblamente desde mañana mismo, para exigir que no se aplique la reforma aprobada con el concurso del artículo 49.3.

«A estas alturas ya sabemos que solo con manifestaciones no basta para mover a un poder que no escucha, por lo que hará falta bloquear la economía», avanzaba un veterano de la CGT.

Tras el portazo de la intersindical, que ayer cortó la reunión con Elisabeth Borne en Matignon al no querer la primera ministra gala abordar la demanda de retirada de la reforma, los agentes sociales y también la clase política del Estado francés se declaran a la espera del pronunciamiento del Consejo Constitucional sobre el texto, que se anuncia para el 14 de abril.