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Piden retirar la pasarela de Artxanda, «que no tiene estudio de impacto ambiental»

Ekologistak Martxan ha pedido al Ayuntamiento de Bilbo que retire la pasarela de madera que se construye en el monte Banderas-Elorriaga para acceder a Artxanda, dado su «gran impacto visual» y porque carece de estudio de impacto ambiental.

Pasarela en construcción en el monte Banderas. (Ekologistak Martxan)

Ekologistak Martxan ha solicitado la retirada del proyecto de la pasarela de Artxanda que, según ha denunciado, carece de estudio de impacto ambiental y ha reclamado al Ayuntamiento de Bilbo la apertura de canales de participación en la toma de decisiones sobre la construcción de infraestructuras en espacios públicos.

Las obras comenzaron el 2 de noviembre. La pasarela tendrá una longitud de 1,5 kilómetros entre el colegio de las Esclavas de Fátima y el camino de Berriz a través del monte Banderas-Elorriaga, con un ancho mínimo libre de obstáculos de dos metros y una pendiente máxima del 8%.

Según la información del departamento de Obras del Ayuntamiento, la pasarela se construirá con 350 toneladas de tablones unidos por más de 10 toneladas de ferretería. La estructura estará apoyada en unos dados de hormigón anclados a roca. Tiene un presupuesto de 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses, por lo que tendría que estar terminada para este verano.

Para los ecologistas, los efectos de esta obra en el medio natural son «evidentes», en la medida en que «para construir las cimentaciones para la base de la pasarela se ha eliminado la vegetación natural y se han realizado desmontes y movimientos de tierra».

Han alertado además de que, como ha sucedido en otras ocasiones, «todos estos movimientos de tierra van a provocar que la zona se llene de especies invasoras como el conocido ‘plumero de la Pampa’ y otras que aprovechan la eliminación de la vegetación natural para conquistar nuevos terrenos».

La organización ecologista cuestiona las razones por las que se opta por una pasarela en lugar de un camino, que, según han destacado, habría supuesto un menor impacto ambiental.

Además, la organización ecologista solicita al Consistorio bilbaíno que «en futuros proyectos se tome el principio de precaución y que antes de acometer este tipo de obras se realice un estudio de impacto ambiental».