La Real sobrevive al acoso bético y suma un punto que le permite mantener la distancia
Los donostiarras han firmado un muy buen arranque de partido, pero a partir de la media hora los locales se han hecho con la manija y la segunda parte ha sido un monólogo verdiblanco, afortunadamente infructuoso. La ventaja sigue siendo de 6 puntos para los blanquiazules (0-0).
Punto que sabe a gloria, por el fondo y por la forma. Lo primero, porque la Real sigue con un colchón de 6 puntos sobre el Betis –el average es para los andaluces–, 7 sobre el Villarreal y 9 sobre el Athletic, aunque castellonenses y bilbainos tienen un partido menos. Lo segundo, porque tras el descanso ha sido una angustia, con los de Imanol sin poder salir casi de su campo, aunque han podido ganar en la última jugada.
La Liga afronta un maratón de cuatro encuentros en semana y media, y los técnicos han optado por mover su once inicial. Concretamente Imanol ha cambiado a la mitad de sus jugadores de campo respecto a los que salieron ante el Rayo el pasado sábado. Gorosabel ha entrado por Aritz, Le Normand por Pacheco una vez cumplida su sanción, y en el centro del campo Brais, Illarramendi y Kubo han ocupado las posiciones de Merino, Silva y Barrenetxea.
Gran arranque realista, pisando área bética, con el 4-3-3 que le está dando mejor rendimiento durante las últimas semanas. Los locales no mantenían la posesión y antes de los diez minutos la Real había disparado tres veces con Brais (2) y Sorloth.
Los andaluces no han obligado a intervenir a Remiro hasta el 26, cuando un centro-chut de Aitor Ruibal se ha envenenado y ha obligado al meta de Cascante a volar para mandar el esférico a córner. Ha sido un punto de inflexión.
Con el calor de Sevilla era imposible mantener ese nivel de presión, y poco a poco el Betis nivelaba la balanza. Canales ha rematado fuera antes del descanso en el segundo aviso verdiblanco.
Pelligrini va a por todas
Pellegrini quería los tres puntos, y tras el descanso ha dado entrada a Borja Iglesias y Luiz Henrique por el mexicano Guardado y Rodrigo Sánchez.
La Real ya no apretaba con precisión y el Betis hacía daño con balones a la espalda de la defensa donostiarra. Las sensaciones no eran buenas, y a la hora de juego Imanol movía el árbol con un triple cambio, Merino, Silva y Barrenetxea por Illarramendi, Brais y Oyarzabal.
Un disparo de Ayoze se marchaba ligeramente alto, otro aviso para un equipo que sumaba las amarillas de Zubimendi, Zubeldia y Aihen. El técnico de Orio se protegía dando entrada a Aritz en el lugar del lateral navarro, mientras que Carlos Fernández –pitado por su pasado sevillista– ocupaba la plaza de Sorloth.
Tampoco acertaba Canales, tras asistencia de Miranda, que fue una pesadilla por la banda izquierda bética. La ciudad de Sevilla está de Feria, pero para los donostiarras estaba siendo un partido de pasión y penitencia. Tampoco es que Remiro haya tenido que hacer grandes paradas, pero cuando el cántaro va tanto a la fuente ya se sabe lo que pasa.
Esta vez no. E incluso en el 94 Barrenetxea ha asistido a Merino y este, desde el borde del área, ha puesto a prueba los reflejos de Rui Silva. Hubiera sido demasiado bonito. Un punto más y un kilómetro menos para llegar a la meta. Próxima estación, El Sadar.