Fenerbahçe gana la guerra de nervios a Olympiacos y empata en El Pireo (78-82)
Olympiacos ha desperdiciado un mejor arranque y una racha de 15 puntos a golpe de jugadas de tres puntos con errores en el tiro libre y lo ha acabado pagando. En el Palau Blaugrana, Zalgiris ha apretado al Barça pero no ha evitado el 2-0 de su serie.
OLYMPIACOS 78 (1) - FENERBAHÇE 82 (1)
Esta serie huele a desempate desde kilómetros. Ha sido un toma y daca constante, en el que los de Georgios Bartzokas han desperdiciado un 28-10 de saque para acabar pagándolo. En una versión opuesta al primer partido de este eliminatorias, los otomanos han empezado fríos pero han ido metiéndose de a poco en el partido, sobre todo echándole mucha paciencia y capacidad de aguante a las rachas del cuadro del Pireo, como cuando han pasado de caer por 58-63 a imponerse 73-68 a golpe de jugadas de tres puntos, a medio camino entre la genialidad helena y los errores de los de Itoudis.
Pero después de los grandes minutos de Vezenkov –18 puntos y 7 rebotes– los 12 puntos de Sloukas en el último cuarto –para un total de 18– o la labor en la pintura de Mopustapha Fall, los tiros libres errados han tenido la culpa de la derrota local. Olympiacos ha hecho un 21 de 25 desde la «línea de los suspiros», pero tres de esos cuatro fallos, uno de Fall y sobre todo dos de Shaquielle McKissic, han venido con el partido igualado, justo después de errores del mismo cariz de Fenerbahçe.
En cambio, los de Dmitris Itoudis han mostrado tener una fe inquebrantable, muy lejos de aquel equipo frágil que por ejemplo fue apabullado en el Buesa Arena. Nigel Hayes-Davis ha sido un hombre de hielo cuando ha tenido que clavar triples decisivos, Tyler Dorsey al fin ha encontrado el camino del aro, al tiempo que Jonathan Motley, que lo mismo ha tenido que pelear con Fall que con Vezenkov, ha sumado 15 puntos bien ricos en la pintura.
Con todo, el que ha rubricado el triunfo de los otomanos ha sido Marko Guduric, con un pulso a prueba de bomba para clavar los tiros libres decisivos, al punto que con su acierto y su frialdad ha logrado algo casi imposible: acallar las gradas del Pabellón de La Paz y de La Amistad.
BARCELONA 89 (2) - ZALGIRIS 81 (0)
Habrá que ver si tiene un poco más de la «magia del Zalgirio Arena» este Zalgiris Kaunas, o de lo contrario su eliminatoria pinta a ir por la vía rápida. No obstante, hay que admitir que en este segundo envite el conjunto báltico ha apretado las tuercas al Barça y no lo ha tenido tan fácil como en el primero. De hecho, el Barça jamás ha logrado una renta de diez puntos o similar y ha tenido que seguir peleando hasta el final ante un rival incómodo, pero que ha dado la impresión de ir mucho más al límite.
Después del 50% de acierto en el triple de la escuadra blaugrana en el duelo del miércoles, el 10 de 28 de este viernes ha sabido a poco, y al final ha tenido que ser un lituano como Rokas Jokubaitis el encargado de apuntillar a sus compatriotas así con un certero tiro lejano como dos tiros libres finales, después de 40 minutos de brega. Con todo, los 26 puntos de Jan Vesely y los 22 de Nikola Mirotic han sido los más destacados en la anotación del cuadro catalán, mostrando un claro dominio del Barça en la pintura.
De hecho, Zalgiris ha replicado jugando con un quinteto pequeño, empleando a Ulanovas como falso ala-pívot, al tiempo que se la ha jugado, como casi siempre hasta el abuso, a las penetraciones de Brazdeikis, aunque los 20 puntos del lituano-canadiense han venido de maravilla para mantener la emoción al partido.
Una emoción todavía mayor cuando Rolands Smits ha encadenado un par de triples en el cuarto final, dejando la final en un aparente puño. Solo aparente, para desgracia de Zalgiris, ya que el Barça ha demostrado tener recursos de sobra y mucho más margen de mejora, por lo que, aunque siempre se ha tenido que manejar en distancias cortas, nunca ha corrido serio peligro de perder.
Ahora que la serie viaja a Lituana, tal vez sea otro cantar. al final, el Zalgirio Arena apretará cuanto pueda y Zalgiris ya no tiene nada que perder. Eso sí, no podrá decidir la serie en su cancha, y eso le da un tremendo favoritismo al cuadro de Saras Jasikevicius.