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Reconocido como enfermedad profesional el cáncer por el que murió un trabajador de Sidenor

El Juzgado de lo Social número 3 de Gasteiz ha revocado una resolución del INSS y ha reconocido como enfermedad profesional el cáncer pulmonar que causó la muerte de un trabajador de Forjas Alavesas-Sidenor en 2019.

Imagen de archivo de una concentración de Asviamie en Bilbo (Marisol RAMIREZ | FOKU)

El cáncer pulmonar que causó la muerte de un trabajador de Forjas Alavesas-Sidenor ha sido reconocido como enfermedad profesional por el Juzgado de lo Social Número 3 de Gasteiz, según ha informado Asviamie.

El juez ha estimado la demanda de la viuda de Francisco FC, trabajador de Forjas Alavesas fallecido en 2019 por adenocarcinoma pulmonar, contra el INSS, Cofivacasa, MC Mutual y Sidenor Industrial y declara que «las prestaciones de muerte y supervivencia derivadas del fallecimiento de Francisco, derivan de enfermedad profesional».

En virtud de esta decisión, se incrementa en 528 euros la base reguladora para el cálculo de las prestaciones, haciendo responsable del abono al INSS en un 95,48% y un 4.52% a MC Mutual.

Según detalla Asviamie en su comunicado, Francisco FC, nacido en 1948, fue fumador hasta 20 años antes del diagnóstico de la enfermedad. Trabajó de gruista en la planta de Forjas Alavesas-Acenor, Sidenor desde 1973 al 2008, cuando se acogió al contrato de relevo, jubilándose en 2013. Falleció en abril de 2019 a causa del adenocarcinoma pulmonar, con afectación pleuropulmonar bilateral.

Explica que desde 1973 y durante 16 años, «trabajó de gruista en el departamento de ‘placas’ con ocho canales, donde se colocaban las lingoteras y se vertía el caldo de acero fundido, siendo las placas de amianto, llegando a utilizar ‘chaqueta de amianto’ y teniendo constante contacto con el amianto».
 
Añade que como gruista, «limpiaba el polvo depositado (que incluía fibras de amianto) en carriles y grúa con aire a presión, posibilitando la dispersión de fibras cancerígenas por toda la nave».

Durante ese periodo, «nunca les informaron sobre los riesgos del amianto para la salud. Ni la empresa cumplió con la obligación de prohibir fumar a los trabajadores, donde se manipuló la fibra cancerígena» y «Osalan dispone de información por otras actuaciones en el departamento de acería, donde el amianto recubría las cucharas y lingoteras», asegura Asviamie.
 
Iniciado el expediente administrativo, el INSS de Araba resolvió que la contingencia «derivó de enfermedad común». Aunque la exposición al amianto estaba acreditada por Osalan y el testimonio del compañero de trabajo, la controversia se centraba en la relación de causalidad entre su muerte por el amianto o por su condición de exfumador.

«Más peligroso que el tabaco»

Tal y como señala el perito de la parte demandante, «no puede ignorarse que el amianto se presenta como factor carcinógeno más peligroso que el tabaco, en función de la diferente disminución del riesgo. El demandante había dejado hace 20 años el hábito tabáquico y cuanto más antigua es la exposición, más pesa en el desarrollo del tumor y las exposiciones antiguas al tabaco no pesan».

Además, «se ha evidenciado que las empresas incurrieron en una actuación doblemente negligente al someter a los trabajadores a la exposición al amianto, sin las medidas de seguridad pertinentes y adecuadas y además permitir fumar en el puesto de trabajo, sin informar a los trabajadores del riesgo multiplicador que eso suponía, dada la prevalencia del amianto en el ambiente laboral».
 
Por tanto, estima la demanda y declara enfermedad profesional con una base reguladora de 2.924,22 euros.

Tras conocer la sentencia, Asviamie ha mostrado su satisfacción, porque «una vez más, confirma el origen profesional de los cánceres pulmonares que sufren, quienes trabajaron en la industria expuestos a múltiples sustancias cancerígenas».

Elevada incidencia del cáncer profesional

Asimismo, recuerda que este viernes se celebra Día Internacional de la Salud de los Trabajadores y en este sentido, señala que «resulta preocupante, el silencio de Idoia Mendia y Gotzone Sagardui, consejeras de Trabajo y Sanidad del Gobierno de Lakua, acerca del cáncer de origen profesional y su necesaria prevención».

Al respecto, indica que mientras, el CEPROSS (registro de enfermedades profesionales estatal) recoge en los tres primeros meses del año, 23 cánceres profesionales, 19 de ellos en la CAV, es decir, el 82% de las registradas en el Estado. En 2002, con 56, supuso el 52% del Estado, donde se registraron 107.

Aunque Asviamie considera que estas cifras «solo representan una pequeña cresta del iceberg del cáncer de origen profesional, creemos que es hora de que el Gobierno Vasco exija extremar las medidas preventivas en las empresas en la tarea de retirada del amianto instalado o frente a las múltiples sustancias presentes en el ámbito laboral».