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Ucrania juega con el alcance y tiempos de su anunciada contraofensiva

En puertas de mayo, Ucrania sigue deshojando la margarita no solo sobre la fecha de su anunciada contraofensiva, sino mandando mensajes confusos sobre su alcance y expectativas. ¿Baño de realidad ante una Rusia que ha tenido meses para fortificar defensas? ¿Maniobras de distracción?

Un carro de combate, ucraniano atascado camino al frente. (Sergey BOBOK | AFP)

El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, aseguró ayer que la contraofensiva ucraniana habría entrado en su fase final de preparación, y pronosticó que Kiev no esperará a la llegada de los tanques estadounidenses Abrams, prevista para el verano.

«En términos generales, estamos listos», afirmó Reznikov tras asegurar que la mayoría de los soldados enviados a Occidente para completar su instrucción en el uso de las armas, tanques y otros tipos de equipamiento militar ya han regresado a Ucrania y pese a quejarse de que aún no ha recibido parte del material militar prometido.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró el jueves que los aliados y socios han entregado a Ucrania «más del 98%» de los vehículos de combate comprometidos, concretamente «más de 1.500 vehículos blindados, 230 tanques y otro equipamiento, incluidas grandes cantidades de munición».

Pese a ello, el ministro de Defensa ucraniano ya advirtió hace unos días de que las expectativas de la contraofensiva han sido exageradas.

Después de las contraofensivas exitosas del otoño pasado en Jarkov y Jerson, «todos quieren una nueva victoria». «Es normal, son emociones y esperanzas de éxito», indicó. ‘The Washington Post’ ha hecho suya esta rebaja de las expectativas y avisa, apelando a datos de la Inteligencia estadounidense, de que la contraofensiva ucraniana podría concluir con «ganancias territoriales moderadas».

Días después de que una fuente autorizada de Kiev señalara que la resistencia numantina en Bajmut forma parte de la contraofensiva, la portavoz del Mando Sur del Ejército ucraniano, Nataliya Humeniuk, presentó el jueves como parte de aquella los ataques, incluida una fugaz incursión, desde la orilla izquierda del río Dniéper en Jerson contra la logística de las fuerzas rusas que se están registrando en la última semana.

No es fácil discernir si estamos ante un baño de realidad o ante maniobras de distracción. Y es que todos los analistas, tanto rusos como occidentales, dan por hecho que, de haberla, la contraofensiva tendrá como centro la provincia de Zaporiyia. El Ejército ucraniano controla ambas orillas del Dniéper y es la mejor opción para avanzar hacia Melitopol y Berdiansk, y cortar el pasillo terrestre entre Crimea y el Donbass.

Líneas de defensa y Bajmut

No obstante, Rusia ha tenido meses para fortificar todas sus defensas a lo largo del frente, por lo que será difícil que el Ejército ucraniano pueda aprovechar el factor sorpresa.

Y todo ello mientras los paramilitares rusos de Wagner aseguran que mantienen anclados a batallones de soldados ucranianos y legionarios extranjeros en un kilómetro cuadrado en Bajmut. Rusia reivindicó haber atacado ayer su cuartel general.