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Un libro recoge la «violencia extrema» franquista sufrida por un maestro navarro y su familia

La «violencia extrema» franquista que sufrió el maestro navarro Juan Larreta y su familia ha sido recogida por su nieta y también profesora Asun Larreta en un libro que, además, detalla la persecución desatada contra quienes implantaron «un modelo educativo que buscaba una sociedad mejor».

Asun Larreta y Roldán Jimeno, en la presentación de la obra sobre el maestro navarro y su familia. (NAIZ)

El libro ‘Juan Larreta Larrea. El compromiso personal y familiar de un maestro represaliado (1881-1936-2023)’ recoge en detalle la brutal represión que sufrió este profesor navarro y el conjunto de su familia gracias a un trabajo «arduo y muy costoso» llevado a cabo por su nieta y también educadora, Asun Larreta.

Así lo ha señalado la autora en la presentación ante los medios de esta obra, publicada por la editorial Pamiela y que cuenta con un doble prólogo realizado por Jesús Vicente Aguirre y Roldán Jimeno, que también ha intervenido en el acto.

Jimeno ha explicado que este libro es «fruto de un trabajo inmenso de investigación a lo largo de dos décadas largas» de Larreta, que ha terminado cuajando en una obra que no solo recoge las tremendas vicisitudes vividas por su familia, sino que también es «un libro imprescindible sobre la represión franquista contra los maestros y maestras, y que hace justicia a toda esa generación de maestros republicanos que llevaron a la práctica un modelo educativo que buscaba una sociedad mejor».

A continuación, Asun Larreta ha desgranado el contenido del libro, en el que se detalla cómo el maestro iruindarra recaló en primer lugar en Izaba, donde empezó a vivir «la confrontación entre el tradicionalismo oligarca-caciquil junto a la Iglesia y militares, y los sectores progresistas para reformar la enseñanza y la sociedad en Navarra y el Estado».

Ese choque fue tan intenso que tuvo que pedir el traslado a Treviana, en La Rioja, donde le sorprendió el golpe de Estado de 1936. Juan Larreta fue detenido y finalmente fusilado en Biasteri. Así comenzaba el calvario de su familia, sobre la que los franquistas ejercieron «una violencia extrema».

Los cinco hijos del maestro fueron desahuciados de su vivienda. Al mayor, Pepe, que entonces tenía 16 años, le detuvieron y le torturaron, mientras que a sus tres hermanos más pequeños los encerraron en el orfanato de Logroño.

El papel solidario de la familia Ayesa Elizalde

Pepe consiguió sobrevivir y se trasladó a Iruñea, donde residió con la familia de Asun Elizalde, que había sido la nodriza de los hijos de Larreta durante el tiempo que ejerció de maestro en Izaba y que más adelante también apoyó a Teresa, la hija de Juan.

Esa particular familia de acogida ayudó a Pepe a cruzar la muga, para trasladarse a Barcelona, desde donde partió a la Unión Soviética. Como miembro del Ejército Rojo, combatió contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial y una vez terminada esa contienda, se trasladó al Estado francés para colaborar con la guerrilla de los maquis e intentar reconstruir el Partido Comunista en Nafarroa.

En esa tarea contó con la colaboración de sus hermanos, ya que la familia Ayesa Elizalde consiguió que los tres vástagos pequeños del maestro salieran del orfanato y quedaran a su cargo en Iruñea. Ese reencuentro de la mayor parte de la familia, que tuvo lugar hacia 1956, no impidió que Teresa terminara suicidándose, después de haber estado varias veces retenida por las autoridades.

El recuerdo de lo sufrido estaba muy presente en la familia y por ese motivo, los hijos de Larreta hicieron todo lo posible por dar con los restos de su padre. En 1979 consiguieron ciertos indicios importantes, pero «sin ninguna posibilidad de exhumación, ni de devolverle la dignidad usurpada a su identidad hecha desaparecer».

El testigo de esa búsqueda fue tomado por Asun Larreta, quien, a partir de 2002, se incorporó activamente «a su búsqueda y reivindicación, formando parte, al mismo tiempo, del Movimiento de Recuperación de la Memoria Histórica».

Han sido veinte años de trabajo, en los que «hemos dado palos de ciego, pero a partir de 2006, fueron saliendo las cosas y en 2011, encontramos documentación relevante, como el expediente profesional de mi abuelo».

Con toda la documentación recopilada y los testimonios orales que ha ido recogiendo, Asun Larreta ha conformado su libro, que, además de restituir y honrar a su abuelo y a quienes como él sufrieron la represión franquista, también busca «reclamar justicia a mi familia en particular y a la sociedad en general».

Como ha concluido, «quienes no querían que nada cambiara, hicieron desaparecer a toda persona no afín al nacionalcatolicismo, pero no lo consiguieron. Aunque tarde, recuperamos su memoria».