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Por qué Maddalen Iriarte puede ganar en Gipuzkoa

A falta de tres días para la apertura de los colegios electorales, la pugna en Gipuzkoa se muestra cada vez más apretada. La evolución de los microdatos de las encuestas de Gizaker, unido al patente nerviosismo de un PNV que ha optado por el barro, señalan que el sorpasso es posible.

Maddalen Iriarte, en un acto en Donostia. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Ninguna encuesta ha dado a la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, como vencedora en la pugna con la candidata del PNV, Eider Mendoza, en Gipuzkoa, por lo que, a priori, no será fácil desmentir el trabajo demoscópico de diferentes empresas. Pero el sorpasso es posible, según indicadores de algunas de esas mismas encuestas. El desmedido nerviosismo que está mostrando el PNV en esta recta final de campaña no hace sino alimentar la idea. Veamos.

El último EiTB Focus redujo la distancia entre EH Bildu y PNV a 1,6 puntos –en marzo era de cuatro puntos–, en línea con las estimaciones de Aztiker publicadas las últimas semanas en estas páginas. Además, los microdatos sobre transferencias de votos dejan detalles interesantes en varios frentes: el de la bolsa de votos entre jeltzales e independentistas, el de las fugas de Elkarrekin, el maná del voto unionista y el relacionado con la abstención. Por pasos.

El voto fronterizo se decanta hacia EH Bildu. Siempre según Gizaker, un 2,5% de quienes votaron por el PNV en Gipuzkoa en 2019 lo harán en esta ocasión por EH Bildu. En sentido inverso, solo un 1,3% de quienes votaron por Juan Karlos Izagirre hace cuatro años lo harán ahora por Eider Mendoza.

Este es el resultado de cruzar los datos sobre recuerdo de voto e intención de voto en la encuesta para EiTB Focus, en la cual se preguntó a 2.623 guipuzcoanos. Es un resultado parecido al arrojado por encuestas previas, por lo que ese trasvase de votos jeltzales a filas de EH Bildu –mayor que el que opera en sentido contrario– se está manteniendo pese a las diversas polémicas alimentadas con fuerza durante la campaña.

Las fugas de Elkarrekin

Igual que en marzo, la última encuesta de Gizaker augura un gran varapalo para Elkarrekin Podemos. Pero si hace dos meses el principal beneficiario era el PSE y EH Bildu ‘solo’ recibía un 3,5% de sus votos, el EiTB Focus dice que ahora será un 14,8% el número de antiguos votantes morados el que optarán por Iriarte.

Es un cambio importante que tendrá que ser refrendado en las urnas. Es una temeridad darlo por sentado, pero indica que EH Bildu puede estar recogiendo la mayoría del voto progresista cansado de la entente PNV-PSE, premiando así el esfuerzo por aglutinar a figuras como Gemma Zabaleta, Javier Madrazo o Manuel Díaz de Rábago. Y de paso, castigando la terrible campaña de Podemos a cuenta de la Ley de Educación.

El PP, un manantial agotado

Tanto la encuesta de marzo como la de la semana pasada detectan un total de cero votos de trasvase del PP al PNV, lo que indica que esa veta se ha podido agotar, más teniendo en cuenta que los jeltzales se han visto obligados a reforzar su perfil soberanista para hacer frente a EH Bildu.

En una línea parecida, el trasvase de votos del PSE al PNV ha pasado del 5,8% en marzo al 4,1% en mayo.

Un viaje desigual hacia y desde la abstención

El último indicador tiene que ver con aquellos que no votaron en 2019 y con los que dicen que no lo harán el domingo. Entre los abstencionistas de 2019, un 10% dice que lo hará ahora por el PNV, mientras que un 6,3% señala que optará por EH Bildu. Se trata de un voto más difícil de movilizar, por lo que contar con él en la suma que da por vencedora a Eider Mendoza tiene sus riesgos.

En sentido contrario, un 4,4% de los antiguos votantes del PNV dice que ahora se abstendrá, frente a un 3,8% en el caso de EH Bildu. La diferencia no es muy grande, pero es que en marzo solo un 1,9% de los jeltzales decía que no iría a votar, mientras que en el caso de EH Bildu, era un 3,3%. La evolución, por lo tanto, es también favorable a Maddalen Iriarte en este rubro.

Con estos datos, parece justificado el nerviosismo de un PNV que en esta campaña ha dado un paso más hondo en el lodazal, tanto con los vídeos fake sobre Oskar Matute como con movimientos más discretos como la filtración de los planes eólicos de Statkraft en Azpeitia, tema y plaza sensibles. Las cosas están muy abiertas. Perder los nervios puede ser letal. Maddalen Iriarte puede ganar.