Sánchez complica las cosas a un PSOE que aquí se había mantenido
Tanto el PSE como el PSN han aguantado bien las elecciones municipales en Hego Euskal Herria. Los primeros han mantenido sus principales alcaldías, aunque no sean muchas, y han ganado algunas nuevas en pequeñas localidades. El PSN parece tener encauzada la reelección de María Chivite como nueva presidenta del Gobierno de Nafarroa.
En cómputo de votos en las elecciones municipales, en los territorios vascos el PSOE ha pasado de las 244.910 papeletas de 2019 a las 215.907 del pasado domingo. Si se tiene en cuenta el incremento de la abstención, lo que se observa es que han pasado del 16,64% al 16,08% de los votos válidos.
Una pérdida del 0,56% del voto, que es la mitad del 1,27% que ha caído el PSOE en el ámbito estatal. Pero esa bajada en el Estado tampoco sería tan grave si no fuera por el subidón del PP, que ha replicado la suma de sus datos de hace cuatro años y los de Ciudadanos, y por el vuelco que se ha dado en varias comunidades autonómicas.
Como el resto de partidos, PSE y PSN estaban todavía recuperándose de la noche electoral y empezando a pasar a limpio los resultados para definir estrategias negociadoras, cuando pasadas las once de la mañana y, si no a traición, al menos sí por sorpresa, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunciaba la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 23 de julio.
Patata caliente en Iruñea
Si ya cuestiones como qué hará Enma Saiz cuando se constituya el Ayuntamiento de Iruñea, si favorecer una alcaldía de progreso encabezada por Joseba Asiron o dejar la plaza libre a la derecha, aparecían entremezcladas con la estrategia estatal del PSOE cuando los comicios se preveía para diciembre, dentro de siete meses, y ya se veían como una patata caliente, todo el mundo interpreta que se ha echado más leña a ese fuego con la nueva convocatoria electoral
Antes de conocerse la decisión de Pedro Sánchez, había politólogos como Pablo Simón que, en declaraciones a Radio Euskadi, preveían que los malos resultados del PSOE facilitarían la autonomía de las agrupaciones territoriales ante Ferraz. Aunque en este caso hay que tener en cuenta también que Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, es a la vez hombre con mando en la dirección estatal y militante navarro.
Iruñea se convierte en un arma de doble filo para el PSN y el PSOE. Sin con su voto hace alcalde a Asiron, será objeto de nuevas críticas de la derecha política y mediática que, en cualquier caso, siempre encontrarán motivos para vilipendiarlos. Pero si el PSN entrega la Alcaldía de nuevo a la derecha, ¿con qué cara se va a presentar a las próximas elecciones como un muro de izquierdas a la marea azul?
Y otra en Gasteiz
Algo parecido ocurre en Gasteiz, aunque en la capital alavesa sí que EH Bildu ha sido la fuerza más votada. La segunda posición obtenida por Maider Etxeberria podría hacer que el PSE cayera en la tentación de presentar su candidatura para desbancar a Rocío Vitero. Y es probable que encontrara el apoyo entusiasta de un PNV que habría olvidado la lección que la izquierda independentista dio en 2015.
Pero salvo que Elkarrekin cayera en el despropósito de apoyar esa maniobra, Maider Etxeberria necesitaría de los votos del PP, con el que tendrá que confrontar directamente no solo en Gasteiz sino en todo el Estado pocos días después.
Ainhoa Domaica no encontraría problemas para explicar su voto a favor del PSE alegando que evitaba una Alcaldía de EH Bildu, aunque esos 4.194 votos a Vox pueden ser un aviso. Pero Etxeberria tendría que cargar durante cuatro años con haberse apoyado para llegar a la Alcaldía en quien fue mano derecha de Javier Maroto en sus prácticas racistas y de hacerlo, además, para torpedear a una formación que ha sido socio de acuerdos progresistas en el Congreso de los Diputados.
PSE y PSN han tenido unos buenos resultados pese a lo que tenían que resolver algunas contradicciones. Sánchez les ha liado todavía mas.