El gasto global en armas nucleares creció un 3% en 2022, y EEUU concentró más de la mitad
Los nueve países que poseen armas nucleares gastaron en 2022 82.900 millones de dólares en sus arsenales, un 3% más que en 2021, según un informe publicado este lunes por la Campaña Internacional para la Abolición de las Armadas Nucleares (ICAN).
El gasto mundial en armas nucleares creció un 3% el año pasado hasta llegar a los 82.900 millones de dólares, más de la mitad de ellos por parte de Estados Unidos, según el último informe anual de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).
El año en el que comenzó la guerra de Ucrania, los nueve países con armas atómicas confirmadas (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, el Estado francés, India, Israel, Pakistán y Corea del Norte) invirtieron de media 157.664 dólares cada minuto en este tipo de armamento. En total, en todo el mundo hay actualmente 12.500 armas nucleares, de las que 5.244 están en manos de Estados Unidos.
Por países, Estados Unidos fue el país que más dinero gastó en arsenal nuclear (43.700 millones de dólares), muy por encima de China, el segundo en el ranking con 11.700 millones de dólares gastados, aunque con un arsenal mucho más reducido (410 armas nucleares).
Pese a sus grandes cifras absolutas en materia de inversión, ICAN estima que ni Estados Unidos y China dedicaron más del 5% de su presupuesto militar a armas nucleares, mientras que otras potencias atómicas como Rusia llegaron a superar el 10%.
Rusia invirtió 9.600 millones de dólares
Rusia fue además el tercer país que más dinero gastó el año pasado en armas nucleares, con 9.600 millones de dólares. El país presidido por Vladímir Putin fue el principal foco de preocupación de la comunidad internacional en 2022 en lo que respecta al pánico nuclear, por sus repetidas amenazas de uso de este armamento.
Ello, señala ICAN, aumentó el temor de la ciudadanía a un enfrentamiento atómico, principalmente en Europa, donde la alarma nuclear produjo un incremento en la demanda de pastillas de yodo –que pueden servir para tratar la radiación– o de refugios subterráneos.
De acuerdo con ICAN, una coalición de organizaciones que fue galardonada en 2017 con el Premio Nobel de la Paz, Rusia posee actualmente 5.889 armas nucleares, que podría lanzar tanto a través de misiles terrestres como desde submarinos o aviones.
Según el informe, el gasto ruso en armas nucleares supuso el 11% del gasto militar total del país, aunque ello implicó un descenso de dos puntos porcentuales respecto al mismo dato entre los años 2010 y 2016, cuando era del 13%.
El informe de ICAN atribuye este descenso al aumento sustantivo del gasto militar ruso en otros sectores de su ejército a lo largo del año pasado a causa de la guerra de Ucrania.
Estados Unidos disminuye su gasto, pero sigue liderando el ranking
En cuanto al resto de países nuclearmente armados, el Reino Unido gastó 6.800 millones de dólares, el Estado francés 5.600 millones, India 2.700 millones, Israel 1.200 millones, Pakistán 1.000 millones y Corea del Norte 589 millones.
De acuerdo con ICAN, el gasto nuclear se incrementó el año pasado en todos los países analizados excepto en Estados Unidos, que invirtió 500 millones de dólares menos en este tipo de arsenal pero sigue gastando más que el resto de los demás países de la lista juntos.
ICAN, con sede en Ginebra, trabaja en promover la adhesión de todos los países del mundo al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, promovido por las Naciones Unidas. Actualmente, cuenta entre sus miembros con más de 680 organizaciones de la sociedad civil, provenientes de 107 países.
Tercer aumento consecutivo
Desde hace cuatro años, la campaña publica anualmente su informe sobre gasto nuclear en el mundo, y en 2022 este dato aumentó por tercer año consecutivo. Según los autores del informe, los 82.900 millones de dólares gastados el año pasado en el desarrollo y mantenimiento de armas nucleares podrían haber asegurado la vacunación contra la covid-19 de al menos 2.000 millones de personas.
Los datos del estudio de la ICAN muestran que las empresas armamentísticas implicadas en la producción de este tipo de arsenal fueron las más beneficiadas por el incremento global del gasto, al recibir casi 16.000 millones de dólares de los estados a través de contratos.
Según la coalición, un segundo beneficiario del clima de tensión generalizada son los distintos think tanks, que reciben pagos por parte de las compañías del sector y los países para influir en la política y en la opinión pública.
Oposición de la ONU y de la mayoría de los países
«Es terrible que estos nueve países gastaran 82.900 millones de dólares (...). La industria armamentística se lleva alrededor del 35% de este dinero mientras dice a sus accionistas que presionar contra el desarme nuclear es bueno para el negocio», ha lamentado la coordinadora de programas de la ICAN, Susi Snyder. «Afortunadamente, los inversores que ven un riesgo importante en las armas y abandonan su participación en estas empresas son cada vez más», ha asegurado en un comunicado de prensa.
Otra de las autoras del informe, Alicia Sanders-Zakre, ha llamado la atención sobre el hecho de que la mayoría de los países miembros de la ONU rechacen «las herramientas de terror e intimidación» que son las armas nucleares y estén colaborando entre ellas y con ICAN para poner fin a su existencia para siempre.