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Muere Glenda Jackson, una actriz intrépida metida en la política británica

La actriz, exdiputada y ministra británica Glenda Jackson ha muerto a la edad de 87 años, según ha señalado su agente. Jackson se convirtió en una estrella internacional en la década de 1970, ganando dos Oscar y el premio a la Mejor Actriz en Zinemaldia en 1973.

Glenda Jackson y Faye Dunaway, en el Festival de Cannes en el 76. (AFP)

Glenda Jackson, figura ilustre del teatro británico, ganadora en dos ocasiones de un Oscar por papeles de mujeres con un erotismo inquietante, se dedicó con el mismo ardor a su dilatada carrera como diputada laborista.

«Glenda Jackson, actriz y política dos veces ganadora del Premio de la Academia, murió en paz en su casa en Blackheath, Londres, esta mañana después de una breve enfermedad con su familia a su lado», ha señalado su agente Lionel Larner.

El propio Larner ha confirmado además que la actriz recientemente terminó de filmar ‘The Great Escaper’, película que coprotagoniza con Michael Caine, según recoge Europa Press de medios británicos.

Musa de Ken Russel, ganó su primer Oscar en 1970 por ‘Love’, adaptación de la atrevida novela de D.H Lawrence sobre la apasionante relación entre dos hermanas y sus amantes.

En 1973, fue con la comedia ‘Una amante en brazos, una mujer de espaldas’ con la que ganó su segunda estatuilla gracias a su composición de una mujer divorciada atrapada en un amor imposible con un hombre casado.

Ese mismo año, en Zinemaldia, fue premio a la Mejor Actriz, ex-aequo, por ‘A Touch of Class’ (Un toque de distinción), de Melvin Frank (Inglaterra) y lo compartió con Françoise Fabian, por ‘La bonne année’. Fue el mismo año en el que ‘El espíritu de la colmena’, de Víctor Erice, se llevó la Concha de Oro.

Carrera en teatro y cine

De Birkenhead, un pequeño puerto frente a Liverpool, donde nació el 9 de mayo de 1936, había conservado un acento suburbano y ganas de triunfar.

Hija de albañil y ama de llaves, primero trabajó como empleada en una farmacia y tomó clases de teatro para aficionados. A pesar de la falta de apoyo familiar, se matriculó en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres y se fue de gira.

Así la descubrió el director Peter Brook y la contrató en 1963 para interpretar a su Ofelia en Hamlet. Al año siguiente, se unió a la Royal Shakespeare Company y explotó en la obra ‘Marat/Sade’. Interpreta a una demente Charlotte Corday azotando a Marat con su larga cabellera en un sanatorio donde están internados los protagonistas de la Revolución Francesa. La fogosa actriz tiene solo 26 años. La obra fue aclamada en Broadway dos años después.

Tras su primer Oscar, su feminidad diferente y su magnetismo siguen estallando en la pantalla: en ‘La sinfonía patética’ (1970, Ken Russell), interpreta a la mujer de un Tchaikovsky homosexual que acaba como una ninfómana rapada en un hospital siquiátrico . En ‘Un domingo como cualquier otro’ (1971, John Schlesinger), se encuentra compartiendo a su amante con un médico de Nueva York en un triángulo bisexual muy atrevido para la época.

Diputada laborista

Tras 35 años de carrera en el teatro y el cine, entra en política para luchar contra Margaret Thatcher a quien acusa de destruir la sociedad británica. Elegida en 1992 como diputada laborista por los suburbios de Londres, mantuvo su circunscripción hasta 2015 y se distinguió por su especial atención a los «pobres, desempleados y enfermos».

Nombrada Ministra de Transporte en el gobierno de Tony Blair de 1997 a 1999, se convirtió en una feroz opositora tras la invasión de Irak en 2003.

Acostumbrada a las diatribas teatrales en el Parlamento, había declarado, como un elogio fúnebre a la Dama de Hierro, con su voz profunda y mordaz: «Mujer Primera Ministra, sin duda. ¿Pero una mujer? Ciertamente no para mí».