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Dos recetas ante un mismo problema: el desequilibrio de la oferta y demanda de vino

Las regiones vinícolas plantean estrategias diferentes para responder al desequilibrio de oferta y demanda. Así, mientras que Burdeos ha elaborado un plan para arrancar un 9% de los viñedos, en Rioja, el Consejo Regulador se limita a reducir los rendimientos.

Viñedos en Rioja Alavesa. (Juanan RUIZ | FOKU)

La reducción del consumo de vino, provocada en parte por el aumento de la inflación, ha dado pie a un desequilibrio de oferta y demanda en el sector vinícola, que trabaja desde hace meses en la búsqueda de una solución.

Las autoridades estatales han comenzado a tomar medidas, e incluso la Comisión Europea ha abierto la puerta a destilar los excedentes. Sin embargo, las medidas, y el calado de las mismas, difieren en las distintas regiones vinícolas.

Basta con comparar la actuación llevada a cabo en Burdeos con las propuestas acordadas por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja: los primeros han optado por arrancar viñedos, mientras que los segundos se han limitado a reducir los rendimientos.

Arrancar viñedo en Burdeos

En Aquitania el Gobierno francés y los viticultores han firmado un plan para arrancar el 9% de las viñas, unas 9.500 hectáreas. Los productores recibirán ayudas de 6.000 euros por cada hectárea de viñedo arrancada, con un presupuesto de 57 millones de euros.

Según explicó hace tres semanas el ministro francés de Agricultura, Marc Freneau, el objetivo es poder comenzar a aplicar el plan desde el final de la vendimia, en el mes de octubre. «Hay que preservar el potencial vitivinícola bordelés», manifestó.

En el mismo sentido se pronunció el presidente del Comité Nacional Interprofesional del Vino (CNIV), Bernard Farges, que en declaraciones a France Info incidió en que «era urgente reducir una parte de la superficie del viñedo», ya que se ha producido «un descenso muy fuerte del consumo de vino tinto en Francia», del orden del 30%.

Reducir rendimientos en Rioja

La situación también es grave a orillas del Ebro, pero no parece estar sobre la mesa la idea de arrancar viñedos. En su lugar, el Consejo Regulador ha optado por reducir los rendimientos de cara a la próxima vendimia.

En concreto, el pleno aprobó este viernes amparar el 90% del rendimiento de las parcelas de uva tinta. Esta decisión supone que se pondrán amparar 5.850 kilogramos de uva tinta por hectárea, mientras que para uva blanca se mantiene el total del rendimiento, 9.000 kilogramos/hectárea.

En el caso de los ‘Viñedos Singulares’, la producción máxima amparable por hectárea para las variedades tintas será de 5.000 kg. de uva por hectárea, y 6.922 kg por hectárea para las variedades blancas.

No obstante, se permitirá una «desviación productiva» por circunstancias climatológicas, aplicable solo en la última entrega, de 260 y 360 kilogramos, para uva tinta y blanca, respectivamente, aunque esas cantidades deberán destinarse a producir vino de mesa.

Las medidas adoptadas en el pleno de la semana pasada van en línea con el ‘Plan para la Recuperación del Equilibrio’, aprobado el pasado mes de marzo. En el mismo se establece la decisión de no solicitar un incremento de masa vegetal en los próximos tres años.

Llama la atención que, pese a reconocer que se debe actuar «tanto desde la oferta como desde la demanda», el director general de la DOCa Rioja, José Luis Lapuente, insista en que «la clave de todo es dinamizar la venta».

«Ojalá se disparen las ventas y este escenario sea de un año», aseveró en marzo.