Los cinco tenientes generales de la Guardia Civil tienen un pasado en Euskal Herria
Los cinco tenientes generales que constituyen la cúpula de la Guardia Civil tienen un pasado en Euskal Herria, alguno de ellos especialmente polémico como Arturo Espejo, involucrado en al muerte de Mikel Zabalza. En conjunto de los 35 miembros del generalato, 14 han pasado por estas tierras.
El mayor rango que se puede obtener en la Guardia Civil es el de teniente general. Tan solo hay cinco y forman la cúpula del cuerpo. Todos ellos tienen un pasado en Euskal Herria. Junto a los generales de división y los generales de brigada, suman 35 altos mandos, de los que al menos 14 han pasado por Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. De todos ellos, dos han estado implicados, además, en casos de torturas.
El teniente general Pablo Salas Moreno es el director adjunto operativo de la Guardia Civil, a quien cuando se le nombró le atribuyeron oficialmente «un papel destacado en el final de ETA», poniendo en su hoja de servicios la detención de Josu Urrutikoetxea.
Felix Jesús Blázquez González es el teniente general Mando de Operaciones. Fue en su momento jefe de la 11º Zona de la Guardia Civil del País Vasco. También jefe de los GAR, especializados en la «lucha antiterrorista».
Juan Luis Pérez Martín, teniente general mando de Fronteras y Policía Marítima, fue «mando de la Guardia Civil en Nafarroa».
Almería y el «sufrimiento»
El teniente general Mando de Personal, Manuel Llamas Fernández, también figura como especialista en la lucha contra ETA. Recibió en su día una carta de familiares y amigos de los tres jóvenes a los que la Guardia Civil mató en Almería tras confundirles con militantes de la organización armada vasca. Pero rechazó considerarlos actos de «terrorismo de Estado», asegurando que fueron actuaciones individuales.
En su respuesta a la familia, les dijo que «quiero transmitirle en primer lugar nuestro más profundo pesar por aquellos terribles hechos que conmovieron a la sociedad española y muy especialmente a la propia Guardia Civil, que como Institución vivió horrorizada su protagonismo en los mismos». Y añadió que «es palpable el sufrimiento que transmite su carta, pero déjeme que comparta con usted y esas familias el dolor inmenso que el colectivo de Guardia Civil ha sufrido también durante estas cuatro décadas».
Después, en enero de este año, el Gobierno sí pidió perdón.
Torturas sin condena
El quinto teniente general de la Guardia Civil es el Mando de Apoyo Arturo Espejo Valero, cuya implicación en la muerte por torturas de Mikel Zabalza ya dio lugar a un escándalo político en Euskal Herria que, sin embargo, no tuvo ninguna repercusión política en Madrid.
Tras aquel episodio, además se recordó que el general de brigada y jefe de la Guardia Civil en la «Zona de Valencia», Arturo Prieto Bozec, fue condenado por las torturas por las que Kepa Urra fue hospitalizado en 1992. También en esa ocasión, como en otras, finalmente el Tribunal Supremo anuló la sentencia.
La «intrahistoria de Galindo»
Cuando Miguel Ángel González Arias fue nombrado general de brigada jefe de la Zona de Galicia, se destacó de su currículo que «no ha podido olvidar la sangre y la muerte, aunque su historial de acción se coronó de operaciones antiterroristas como miembro de los servicios de información, primero en Vizcaya y posteriormente en Madrid». Y se añadió que «no suele hablar de ello, pero sus recuerdos están esculpidos en plomo en acciones de infiltración en el país vascofrancés, cuando Francia era un refugio y no un aliado, en el cuartel de Intxaurrondo en el que hizo intrahistoria el general Galindo o en la investigación que llevó a su equipo hasta el zulo donde Ortega Lara» estuvo secuestrado por ETA.
Fernando Mora Moret, general de división y jefe del Estado Mayor también pasó por Intxaurrondo entre 1987 y 1990, como jefe del 4º Grupo de Información Antiterrorista.
Del general de división Valentín Díaz Blanco, que es el mando de la Jefatura de Información, se ha recordado que estuvo destinado en Gernika y en el Grupo de Información de Bizkaia.
El actual general de brigada jefe de Zona de País Vasco, Jose Antonio Mingorance Sánchez, estuvo destinado anteriormente en Euskal Herria como otros de sus compañeros.