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Bruselas aplaza sin fecha su decisión sobre la fusión Orange-MásMóvil; pide más información

Aunque la fecha para aprobar o rechazar la fusión de Orange y MásMóvil, dueña de Euskaltel, era el 4 de septiembre, la Comisión Europea la ha aplazado porque las empresas no han aportado a tiempo la información que solicita Bruselas.

Sede de MásMóvil, dueña de Euskaltel, en Madrid. (Eduardo PARRA/EUROPA PRESS)

La Comisión Europea ha «parado el reloj» en su investigación sobre la fusión entre Orange y MásMóvil, propietaria de Euskaltel, debido a que las compañías no han facilitado a tiempo determinada «información importante» solicitada por Bruselas, por lo que la decisión definitiva se tomará más allá del 4 de septiembre, fecha inicial fijada para aprobar o no la operación.

Según ha señalado a Europa Press la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podesta, este procedimiento en las investigaciones sobre fusiones se activa si las partes «no facilitan a tiempo una información importante que la Comisión Europea les ha solicitado».

«Una vez que las partes facilitan la información que falta, el reloj vuelve a ponerse en marcha y el plazo para la decisión de la Comisión se ajusta en consecuencia», ha añadido.

El consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, ha deslizado este viernes durante la conferencia con analistas en el marco de la presentación de los resultados del segundo trimestre que su previsión es que Bruselas tome su decisión en el cuarto trimestre del año.

Bruselas inició el pasado abril una investigación en profundidad para determinar si la operación, que creará un nuevo líder por clientes en el Estado español, podría poner en riesgo la competencia en la oferta de paquetes de servicios múltiples y en el servicio minorista de banda ancha móvil y fija.

En ese sentido, a finales del pasado junio Bruselas retiró sus consideraciones sobre el impacto que esta operación podría tener en el mercado mayorista, es decir, en lo referente a que un operador ofrezca sus redes a otros.

Sin embargo, señaló que teme que esta operación reduzca el número de operadores de redes en los mercados minoristas españoles de servicios de telecomunicaciones móviles e internet y ello redunde en «grandes subidas de precios» para los clientes finales.