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Puigdemont gana fuerza gracias el escaño de Adanero

Carlos García Adanero se ha hecho, gracias al voto extranjero, con un escaño por la circunscripción de Madrid. El cambio en las cifras puede provocar que Sánchez necesite el sí de Junts, salvo que Coalición Canaria, alineada con las derechas, cambie de bando.

Feijóo y Adanero, durante la visita del líder del PP en campaña a Iruñea. (Edu SANZ | Europa PRESS)

Ha querido la suerte que el escaño que trastoca –aunque probablemente no en lo determinante– la mayoría de investidura sea el de Carlos García Adanero. El tránsfuga de UPN acumulará así los cargos de concejal de Iruñea y diputado por la circunscripción de Madrid, insólita combinación.

A García Adanero, a cambio de su voto contrario a la Reforma Laboral y tras conseguir el complicadísimo regreso del PP al ayuntamiento iruindarra, le habían prometido cuatro años más en el Congreso. Su escaño era seguro, creía el PP, antes de darse cuenta de que sus encuestas venían hinchadas. Pero, tras unos días de apuro, el recuento final del CERA les ha dado el escaño que, hasta ese momento, tenía el PSOE.

El impacto en el juego de bloques es importante. Hasta la entrada de García Adanero, la opción más factible era la suma de los síes de todas las formaciones (172), la abstención de Junts (7) y los 171 noes de PP, Vox, UPN y –ojo, este último– Coalición Canaria.

Puigdemont remarca que no hay prisa y recuerda el sufrimiento que han padecido los independentistas.

Ahora, con uno más el PP y otro menos el PSOE, ya no basta con la abstención de Junts. Los de Puigdemont deben votar a favor. Un par de ellos, al menos. Esto ha dado pie al expresident catalán en el exilio a escribir una larga reflexión en Twitter fijando la posición de su partido, en el que insiste en que, por ahora, no hay prisa.

Carles Puigdemont apela a buscar grandes soluciones para el conflicto catalán y recuerda que los independentistas han llegado a este punto tras un gran sacrificio personal, incluido el suyo. Asimismo, llama a la discreción en las negociaciones, sin cerrarse a votar favorablemente a la investidura de Sánchez.

Mientras Puigdemont marcaba la línea a los suyos. Consciente de la subida del precio de los votos necesarios para la investidura del candidato del PSOE, la diputada de Coalición Canaria, alineada hasta la fecha con claridad en el bloque de derecha-ultraderecha, realizó una llamada de atención, apelando que su escaño también puede ser una solución al atasco.

Todo pasa por Catalunya

CC dice que no van a apoyar un gobierno donde estén Sumar o Vox. Tal pretensión es inviable y lo saben, aunque les vale, de momento, como primer paso para marcar distancias con unos y otros. Cristina Valido añadió después que contemplan un voto favorable tanto a Sánchez como a Feijóo siempre que el Gobierno tenga un compromiso con «el fuero canario, el Estatuto de Autonomía y el Régimen Económico y Fiscal, así como el cumplimiento de la agenda canaria».

El parlamentario de UPN, Alberto Catalán, podría jugar el mismo papel que el de CC. Sin embargo, desde el inicio, el líder de la formación navarra, Javier Esparza, ya había adelantado que su voto irá para el líder de los populares.

A pesar de ese intento de la diputada canaria por recolocarse tras su clara apuesta por el caballo perdedor, la negociación real de la que puede nacer el próximo gobierno está en Catalunya. Ahí se dan movimientos de calado, como el protagonizado por ERC, que trata de que la negociación en lo fundamental no se lleve a dos entre Junts y PSOE, sino que se convierta en un acuerdo con los dos principales partidos independentistas, de modo que se ofrezca una solución para la problemática de su nación. ERC habla de «unidad estratégica» y señaló que su diálogo con Junts se ha iniciado, aunque también se desarrolle de forma discreta.

El reflejo que cualquier avance en Catalunya pueda tener en Euskal Herria, mientras tanto, sigue siendo una incógnita. Lo que sí resulta evidente es que la investidura de Sánchez requiere del voto favorable de EH Bildu y del PNV.

Uno de los grandes síntomas de que el entendimiento de Pedro Sánchez con los catalanes y los vascos es real se aprecia en la huida hacia adelante del Partido Popular, que resulta desconcertante.

El PP se abre a iniciar un diálogo con el partido de Puigdemont en los mismos términos que el PSOE.

Pedro Rollán, el portavoz del partido que más escaños sacó, aseguró ayer que no tienen problema en hablar con Junts –o sea, con Puigdemont–, siendo el único límite para el entendimiento la Constitución (lo mismo que ha manifestado el PSOE).

La entrada de García Adanero, más allá de los formalismos de la celebración por haber obtenido otro diputado, da gasolina a la extraña jugada que plantea Núñez Feijóo, que mantiene su intención de presentarse a un acto de investidura, a sabiendas de que los números no le van a dar.

Una de las personas que celebró el regreso de García Adanero fue Cayetana Álvarez de Toledo, diciendo que «cuán necesario es» el navarro. No cabe olvidar que, para cerrar el paso a Vox, Feijóo recuperó viejos halcones del partido, que difícilmente entenderán ahora un acercamiento a Junts.