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Zubieta ha estado 42 días incinerando sin señal pública de pretratar residuos

Entre el 20 de junio y el 31 de julio, Zubieta ha estado incinerando residuos sin que el contador de Ekondakin mostrara ninguna actividad de pretratamiento. Esto supondría que GHK ha incumplido la Autorización Ambiental y el plan de gestión de residuos, y sin dar ninguna explicación de ello.

Imagen de la incineradora de Zubieta, que ha estado 42 días quemando residuos y sin efectuar pretratamiento. (Gorka RUBIO | FOKU)

Zubieta ha estado 42 días incinerando residuos sin que el contador diario de Ekondakin mostrara ninguna actividad del pretratamiento obligatorio de estos materiales. Desde el 20 de junio hasta el 31 de julio, el apartado de «pretratamiento» ha estado estancado en las 0,00 toneladas, mientras que el de «valorización energética» (incineración) fue, por ejemplo, de 366,68 toneladas ese último día.  

La web de Ekondakin del 2 de agosto mostraba, por fin, que la víspera Zubieta había «pretratado» 341,00 toneladas, mientras que había quemado  348,24 toneladas.

Es llamativo que el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) no haya dado ninguna explicación ante una situación que resulta evidente que cuando menos es irregular. Más aún teniendo en cuenta que este medio ya dio cuenta el 13 de julio de lo que estaba ocurriendo.

Incumplimiento de la norma

En aquel momento ya quedó constancia de que esto querría decir que la planta de pretratamiento mecánico-biológico (TMB) estaba parada y fuera de funcionamiento desde el 20 de junio. Sin embargo, seguía incinerando una gran cantidad de residuos. Según los análisis de GuraSOS, los datos indican que la mezcla en masa de residuos domiciliarios que va recibiendo el complejo de Zubieta pasan directamente a los fosos de la incineración.

Explicaron que «la TMB se ubica en la cabecera de la Planta y procesa la fracción resto de los residuos domiciliarios mediante la recepción y almacenamiento de los mismos, su posterior pretratamiento mecánico (recuperación de materiales), trituración y posterior biosecado. El proceso de biosecado consiste en la eliminación del agua del residuo orgánico por evaporación. La eliminación del agua reduce la cantidad (peso) de residuos a incinerar y además aumenta su poder calorífico».

En Zubieta, resumía GuraSOS, «solo está autorizada la incineración de los residuos domiciliarios que han recibido el pretratamiento de la TMB. Es decir, no está autorizado incinerar residuos municipales sin haberse sometido previamente a los pretratamientos de recuperación de materiales y biosecado».

Los datos hacen pensar que eso ha sido lo que ha estado ocurriendo durante estos 42 días, lo que incumple la Autorización Ambiental y el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG).

Doble consecuencia

GuraSOS asegura que esta situación tiene «dos consecuencias ambientales importantes». Por un lado, «se está llevando al foso de la incineradora material muy húmedo que estará generando una gran cantidad de lixiviados no previstos en el proyecto, en un contexto además muy crítico, toda vez que hace un año ya se detectaron importantes fugas y vertidos contaminantes precisamente desde ese foso».

Y, además, «por otro lado, la humedad del residuo a incinerar produce una bajada de temperatura del funcionamiento de los hornos y por ello un mayor peligro de contaminación en el aire».
Por otra parte, el PIGRUG regula que «en caso de parada de funcionamiento de alguna de las instalaciones (en este caso la TMB) hay almacenar los residuos y destaca que el complejo «dispone de gran capacidad de almacenamiento en previsión de eventuales paradas de funcionamiento».

Pero según los datos de Ekondakin, durante 42 días no se ha pretratado nada pero se han quemado más de 300 toneladas por cada jornada.

«Pequeña avería» anterior

Además, hay que tener en cuenta que entre el 14 de abril y el 8 de mayo, la incineradora de Zubieta estuvo pretratando toneladas de residuos, pero sin quemarlos ni generar energía. Es decir, una situación absolutamente contraria a la actual pero también irregular.

En aquella ocasión, GHK lo atribuyó a que se produjo una pequeña avería en las barras de conducción eléctrica del Complejo Medioambiental de Zubieta». Incidía en que «todas las protecciones de seguridad actuaron automáticamente y de forma inmediata. Ni el transformador principal ni el resto de la instalación eléctrica se han visto afectadas».

Después, GHK puso especial interés en señalar que «el Complejo Medioambiental de Gipuzkoa sigue recepcionado y tratando los residuos urbanos del territorio. Asimismo, esta avería no ha producido ningún efecto negativo sobre el medio ambiente ni ha ocasionado ningún daño sobre las personas».

Pero la nota del Consorcio no desmentía el contenido de la información, cuyo núcleo era que la incineradora sufría una avería, por lo que no estaba generando energía. En la noticia ya se daba cuenta de que la planta seguía «pretratando» toneladas de residuos al día, que a su vez se iban acumulando.