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Puigdemont suma reconocimientos en un retorno a Catalunya Nord marcado por la investidura

En pleno debate sobre la investidura estatal en que la posición de Carles Puigdemont es clave, el president en el exilio ha retornado este lunes a Catalunya Nord para participar en una jornada junto a otros exresponsables de la Generalitat. Incluido uno del PSC, José Montilla, que ha sido silbado.

Montilla, Puigdemont, Aragonés y Pujol, con responsables de la UCE en Sant Miquel de Cuixà. (Glòria Sanchez | Europa Press)

El carácter determinante de la posición de Carles Puigdemont para la investidura o de Pedro Sánchez ha dado aún mayor relevancia a su presencia este lunes en Catalunya Nord, donde ha participado en unas jornadas de la tradicional Universitat Catalana d'Estiu (UCE) en la abadía de Sant Miquel de Cuixà, en Codalet.

Tras viajar desde Waterloo sin problemas, se ha reunido ahí y ha posado con sus antecesores en el cargo: Jordi Pujol (CiU), José Montilla (PSC), Quim Torra (Junts) y el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC). Solo han faltado Artur Mas (CiU) al encontrarse de vacaciones y Pasqual Maragall (PSC) por motivos de salud.

A su llegada, Puigdemont no ha querido hacer declaración alguna sobre la cuestión de la investidura. Al entrar en la iglesia, asistentes al acto han gritado ‘Puigdemont, el nostre president’, mostrando esteladas, banderas y camisetas con consignas independentistas.

Ya en el interior, también ha sido ovacionado cuando Jordi Pujol ha destacado su figura con un «particular reconocimiento» y ha subrayado que la identidad catalana «está en peligro».

Pitos a Montilla

Durante el acto, los presidentes han intervenido por orden cronológico de su mandato y tras la intervención del profesor de Historia de la Música en la Universitat de Barcelona (UB), Jaume Carbonell, y el abad de Montserrat, Manel Gasch.

En sus discursos, el público ha aplaudido y lanzado gritos por la independencia y, en el caso de Montilla, han silbado y reprochado su discurso cuando hablaba de «diálogo y pactos», en referencia al apoyo de partidos independentistas a la investidura del gobierno de Pedro Sánchez.

Puigdemont y Aragonès

Las intervenciones han tenido un contenido político algo difuso al basarse las jornadas en otras cuestiones como el compositor y referencia catalanista de primer orden Pau Casals.

«Hoy, gracias al punto de apoyo de Casals, nos podemos proyectar, reivindicar delante del mundo como aquello que somos y podemos reivindicar la lengua como patrimonio del mundo», ha dicho Puigdemont. En este punto, Puigdemont ha destacado que «el catalán se habla en la ONU» y cree que hay un conflicto no resuelto respecto a la lengua.

«Hay una lengua que no se podía usar con normalidad, que merece ser tratada con normalidad. Cuando pedimos que el catalán continúe siendo una lengua de Europa, lo hacemos siguiendo aquel mismo hilo que las generaciones que nos han precedido supieron tejer», ha afirmado. Este punto es uno de los incluidos en el acuerdo entre el PSOE y Junts que dio pie a la elección como presidenta del Congreso de Francina Armengol el pasado jueves.

En cuanto a Aragonès, ha afirmado en su intervención que es «imprescindible» avanzar en la solución del conflicto político entre el Estado español y Catalunya. Y ha citado que el mero hecho de tener que celebrar estas jornadas fuera de su territorio, en Catalunya Nord, es un exponente de ese «conflicto pendiente de resolver» que tiene como raíz «no la represión, sino la negativa del Estado a reconocer el derecho de Cataluña a decidir su futuro».

El también independentista Quim Torra ha achacado en su discurso a «una tenebrosa maniobra española» que Casals no recibiera el Nobel de la Paz cuando fue uno de los candidatos finalistas en 1958. «Curiosamente, ese año el Premio Nobel de la Paz quedó desierto», ha ironizado.