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Golpe de Estado militar contra la longeva dinastía Bongo en Gabón

Tras anunciar su victoria electoral para un tercer mandato, un grupo de militares destituía con un golpe de Estado a Bongo hijo, heredero de una dinastía que manda en Gabón, en la costa atlántica de África, desde hace 55 años.

Imagen del derrocado y arrestado presidente de Gabón, Ali Bongo. (AFP)

Un grupo de militares anunció ayer que el Ejército ha tomado el poder en Gabón poco después de que la comisión electoral del país declarase el triunfo del presidente, Ali Bongo, en las elecciones del pasado sábado.

Minutos después del anuncio oficial, en plena noche del martes y sin aviso previo, de su victoria con el 64,27% de los votos, una docena de militares irrumpió en las pantallas del canal de televisión Gabón 24, ubicado en la misma sede de la Presidencia.

En un mensaje emitido también por la cadena pública Gabón 1, comunicaron la anulación de las presidenciales y sus resultados y la disolución de todas las instituciones de la República, incluidos el Gobierno, el Senado, la Asamblea Nacional y el Tribunal Constitucional.

Aseguraron que el presidente está bajo arresto domiciliario, acusado de «alta traición» y «malversación masiva de fondos públicos».

Entre los golpistas se incluyen miembros de la Guardia Republicana (GR), una unidad de élite y «guardia pretoriana» de la Presidencia reconocible por sus boinas verdes, así como soldados del Ejército regular y agentes de Policía.

«¡Gabón ha sido liberado!»

En medio del estruendo de salvas de rifles automáticos, un centenar de personas gritaba eslóganes contra Bongo y por la libertad en el barrio popular Plein Ciel de la capital, Libreville, no lejos del centro. Por contra, en el barrio exclusivo de Akanda, cerca de la residencia presidencial, la gente no salía de casa conminada por unidades de soldados.

Cientos de personas gritaban «¡Gabón ha sido liberado!» y bailaban con policías y soldados en las barriadas más populares de Port-Gentil, la capital económica y bastión de la oposición, agrupada en la coalición Alternancia 2023.

Un grupo de gaboneses celebra el golpe de Estado. (AFP)

Su líder, Albert Ondo Ossa, a quien el recuento no dio más que un 30,77%, denunció un fraude masivo. El mismo día de los comicios, el Ejecutivo impuso el toque de queda y cortó internet «para evitar protestas».

Ali Bongo, de 64 años, fue elegido en 2009 tras la muerte de su padre, el inamovible e intratable Omar Bongo Ondimba, que había gobernado Gabón durante más de 41 años. La oposición ha denunciado la perpetuación de la dinastía durante más de 55 años hasta el día de ayer.

Buscaba un tercer mandato, reducido de siete a cinco años, en las presidenciales del sábado, que coincidieron con las legislativas y municipales.

En 14 años en el poder, el «elegante» presidente Ali Bongo se había convertido en un despiadado cazador de «traidores» y «aprovechados» en la cúspide del Estado.

Sobrevivió, física y políticamente, a un ictus en 2018 en Arabia Saudí, tras el que desapareció durante diez meses, en los que superó una asonada fallida de un grupo de soldados y un golpe palaciego de su jefe de personal.

Le quedó una ostensible rigidez en el brazo y pierna derechos. A no ser que sea un doble, como sostienen algunos.

Giro geopolítico

Sin el carisma de su padre y contestado por su partido (PDG), el derrocado mandatario, bautizado como «Monsieur Fils» o «Bebé Zeus», se distanció desde el principio del Estado francés y se acercó a China.

Eso explica la celeridad con la que Pekín exige garantías de seguridad para el derrocado y con la que Moscú muestra su «profunda preocupación».

Por contra, París se limitó a señalar que sigue «con la mayor atención» la situación. Igual de contemporizadora se mostró la Unión Europea, que lleva años denunciando al Gobierno de Gabón por irregularidades electorales. Eso sí, Bruselas reconoció que «incrementa la inestabilidad en toda la región», en referencia a la sucesión de golpes de Estado recientes en el vecino Sahel.

La reorientación geoestratégica de Bongo hijo no ha supuesto la reducción de la corrupción endémica que sufre el país desde hace décadas.

Al contrario, su tren de vida, en sus lujosas propiedades en Gabón y en el extranjero, o conduciendo coches de lujo, le delatan. En un país que bajo sus mandatos ha visto aumentar la brecha entre ricos y pobres y que, pese a ser uno de los más ricos de África per cápita, mantiene a uno de cada tres habitantes por debajo del umbral de pobreza.

 

Un país rico en petróleo y en pobreza

Gabón, un país de 2,3 millones de habitantes ubicado en la fachada atlántica de África, entre Guinea Ecuatorial, Camerún y la República del Congo, ha tenido solo tres presidentes desde su independencia del Francia en 1960. Estuvo dirigido durante más de 41 años por Omar Bongo Ondimba, hasta que su hijo Ali fue elegido tras su muerte en 2009.

Omar Bongo fue un pilar de la «Françafrique» un sistema de cooptación política, redes y cotos comerciales entre París y sus antiguas colonias.

Ali Bongo se distanció de la ex potencia colonial apenas elegido.

Otros nueve de sus hijos están acusados ​​por los tribunales franceses por adquirir mansiones inmobiliarios con dinero público malversado en Gabón.

Una hija, Pascaline, tuvo una relación con la leyenda del reggae Bob Marley, a quien invitó a tocar en Gabón para el cumpleaños de su padre, en enero de 1980. Gabón es uno de los países más ricos de África en términos de PIB per cápita (8.820 dólares en 2022), gracias en particular a su petróleo, su madera y su manganeso, y a su escasa población (2,3 millones de habitantes). Es uno de los más urbanizados.

Se encuentra entre los primeros productores de oro negro del África subsahariana. En 2020, representó el 38,5% de su PIB y el 70,5% de sus exportaciones, según el Banco Mundial.

Sin embargo, a finales de 2022 uno de cada tres habitantes vivía por debajo del umbral de pobreza.

El 88% del país, de 268.000 kilómetros cuadrados, está cubierto de bosques, incluida su vasta selva tropical.

Tiene un rico ecosistema. Sus parques nacionales albergan especies endémicas y mamíferos emblemáticos como elefantes de bosque, gorilas, chimpancés, leopardos...