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Todos los caminos llevan a Bruselas

Carles Puigdemont y Yolanda Díaz, en el centro, ayer en el Parlamento Europeo, con Jaume Asens y Toni Comín a ambos lados. (SUMAR)

Tras seis años encarnando al mismo demonio, el expresident Carles Puigdemont saborea estos días el fin del ostracismo en el Estado español. Aunque las negociaciones son a varias bandas, el pulgar que probablemente decidirá si hay Gobierno o elecciones en el Estado es el suyo. Lo sabe. La semana pasada anunció que hoy explicaría las condiciones de Junts para negociar la investidura y los principales movimientos registrados desde entonces solo se explican como posicionamientos a lo que el expresident pueda exponer hoy, por mucho que la propuesta de convención constitucional de Iñigo Urkullu haya llenado titulares en una sequía estival que, en términos informativos, concluyó ayer.

El más evidente y reciente movimiento es el viaje realizado ayer a Bruselas por la vicepresidenta en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Un viaje del que se ha desentendido públicamente el PSOE, pero que tiene todo el sentido para Díaz. Si finalmente hay acuerdo, podrá apuntarse el tanto de haber iniciado el deshielo; si no lo hay, es un buen salvoconducto para tratar de escapar de la hoguera colectiva en la que los votantes castigarán a quienes señalen como culpables de la repetición electoral. Más que valiente, el paso de Díaz es inteligente.

La duración de las reuniones es una forma de transmitir la importancia y el potencial que se le da a una cita. Muestra una voluntad. Una reunión de cinco horas siempre será más importante que una de media hora, aunque se haya echado mano del parchís para llenar toda la mañana. En este sentido, Díaz y Puigdemont se reunieron durante tres horas. Contrasta con los menos de 60 minutos que duró el encuentro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.

A la salida, cordialidad y buenas palabras, breves y consensuadas: «Compartimos la profunda convicción de que la política debe hacerse desde el diálogo y los principios democráticos. En este sentido, estamos de acuerdo en explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político».

Puigdemont expondrá hoy las condiciones de Junts para negociar la investidura. El fin de semana, el líder de ERC trató de subir la apuesta de antemano, asegurando ahora que no basta con la amnistía, que la autodeterminación también debe estar encima de la mesa.

No sabemos qué hablaron, pero sí que ambos consideran importante mantener la vía abierta. Cuentan que la primera reunión entre Adolfo Suárez y Josep Tarradellas, en 1977, no fue nada bien. A la salida, sin embargo, Tarradellas aseguró que todo fue de maravilla. El momento tiene sus paralelismos, siempre peligrosos, pues nada tiene que ver el contexto general.

Puigdemont y Díaz acordaron mantener el contacto y volverse a reunir cuando sea necesario para impulsar un diálogo que, a partir de hoy, versará probablemente sobre lo que Puigdemont ponga encima de la mesa. Fue el primer encuentro público entre el expresident y un integrante del Gobierno español desde 2017.

Movimientos en el frente catalán

La nueva aritmética política en el Congreso también le ha cambiado el terreno de juego a ERC. Ante la renuncia de Junts a desempeñar papel alguno en Madrid y a la irrelevancia de sus votos durante la legislatura anterior, los republicanos disfrutaron de interlocución exclusiva, pero esto se acabó. Ahora los votos de los sucesores de Convergència valen oro, aunque está por ver qué quieren hacer con ellos.

Para acabar de estropearle el cuadro a Esquerra, sus resultados electorales en este último ciclo han sido francamente malos. Tampoco los de Junts han sido buenos, pero la caída de ERC ha sido mucho mayor.

En este contexto, el líder del partido, Oriol Junqueras, quiso adelantarse este fin de semana a las condiciones que Puigdemont pueda poner hoy y subió la apuesta. «La amnistía no es suficiente, hay que plantear la autodeterminación», tituló ‘La Vanguardia’ la entrevista publicada el pasado domingo. «Plantear la cuestión de un referéndum de autodeterminación, las condiciones en las cuales se tiene que hacer este referéndum, es imprescindible», añadió.

ERC cambia así el guion, igual que lo ha hecho con la Ley de Vivienda, aprobando presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la norma que ellos mismos impulsaron en el Congreso. El mapa político catalán, abierto en canal durante el procés, sigue en constante proceso de reconfiguración.

Mientras, el principal interesado, Pedro Sánchez, actúa ya como presidente reelegido. «La próxima legislatura debe ser la que deje atrás, definitivamente, la fractura que vivimos en el 2017», dijo ayer.