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Que un jabalí ataque es muy poco frecuente, pero hay más que nunca

El ataque de un jabalí en el nacedero de Arteta, una zona concurrida y preparada para el excursionismo, ha dejado dos heridos, uno de ellos grave. El animal huyó dejando pocas pistas para esclarecer un suceso poco común, pero que se ve favorecido por la superpoblación.

La población de jabalíes se ha incrementado en un 48% en 20 años. (JAH | GETTY)

En los últimos 20 años, la población de jabalíes en Nafarroa ha pasado, según las estimaciones de la Consejería de Medio Ambiente, de 3,6 ejemplares por kilómetro cuadrado a 5,45. Jamás ha habido tantos de estos animales en los montes.

El cambio climático, la facilidad del acceso a la comida gracias a la optimización de los cultivos mediante el regadío (como el maíz) están detrás de este fenómeno de expansión, del que también se están beneficiando muy singularmente los corzos.

Es raro que un jabalí ataque, pero es el animal más peligroso con el que uno puede toparse en los montes de Nafarroa. «El jabalí y el ciervo en temporada de berrea, en la que ahora mismo estamos, son los animales con los que no deberías encontrarte», comenta José Ángel Remírez Aranda, responsable de la Federación de Caza. 

El jabalí, de hábitos nocturnos, es esquivo con el humano. «Hay entre 45.000 y 50.000 jabalíes en el monte. Si fueran agresivos, no se podría ni pasear», comenta Remírez Aranda. 

«El animal siempre siente que está defendiendo algo o a sí mismo», asegura Remírez Aranda.

Son varias las razones que pueden mover a un ejemplar a arremeter contra un humano –o un grupo de ellos, como ha sucedido este fin de semana junto al manantial de Arteta–. Remírez Aranda, tras precisar que no tiene datos específicos sobre el incidente, pues no le han contactado desde el Gobierno, apunta la posibilidad de que fuera una hembra que vio sus rayones en peligro, un macho alterado por alguna hembra en celo, o un ejemplar que estaba herido o que se sentía en peligro por algún motivo. 

«El animal siempre va a estar defendiendo algo. O la camada o el territorio o a sí mismo», prosigue el presidente de los cazadores navarros. Por eso, en ningún caso hay que encararse con ellos en el monte. El jabalí no se va a espantar. 

Subir a un árbol, poner distancia, guarecerse en un sitio –como el coche– son las recomendaciones básicas a tener en cuenta en una situación así. 

 

La Policía Foral, que quedó a cargo de investigar el incidente, apenas tiene con qué proseguir las pesquisas. El animal, tras atacar al grupo de excursionistas y herir a un varón de 66 años y una mujer de 44, se marchó corriendo por el barranco de Artazulo. 

Se investiga una batida

La única novedad, de la que informó ayer el citado cuerpo policial a NAIZ, es que se tenía constancia de una batida de caza de jabalíes cerca del lugar donde se produjo el incidente. Este medio pidió más concreción sobre los términos municipales en los que se desarrolló dicha batida, sin obtener respuesta. 

La caza es el único método de control de la población de jabalíes. Con datos de la Federación, jamás se habían cazado tantos de estos animales como en los últimos años. Remírez Aranda da una horquilla de «entre 10.000 y 12.000» jabalíes abatidos por año. Constituye multiplicar casi por tres las capturas de antes del cambio de siglo.

Se ha pasado de 3.000 jabalíes abatidos al año a más de 10.000, sin conseguir frenar el aumento poblacional. 

La Federación argumenta que matar estos animales con rifles mediante batidas o técnicas cinegéticas es la única alternativa para el control poblacional. No están permitidos lazos ni venenos (ni tan siquiera aquellos que, en lugar de matar al ejemplar, afectan únicamente a la reproducción) por el hecho de que son métodos demasiado poco discrecionales y pueden afectar a otras especies distintas a la que se pretende contener poblacionalmente. 

El problema más grave de la superpoblación de jabalí no son los ataques a humanos. Los atropellamientos de estos animales se han convertido en una de las causas más comunes de accidentes de coche graves, si bien solo en una ocasión han devenido en mortal (y fue a causa de un volantazo para esquivar al animal). También producen cuantiosos daños en las cosechas y, al ser un animal omnívoro, el exceso de población provoca daños otras especies en situación más delicada, como las aves que nidifican en el suelo y cuyos huevos depredan los jabalíes. 

Además del citado incidente cerca del manantial de Arteta, se han documentado recientemente ataques de jabalíes en Iriso (2022) y Erro (2021). 

Ausencia de predadores y métodos alternativos

Más allá del hombre, el jabalí no tiene predadores. Solo es vulnerable cuando es cría, momento en el que puede ser atacado por grandes rapaces o zorros. El lobo no está presente en territorio navarro y, de estarlo, es más probable que prefiera predar piezas menos peligrosas que el jabalí. 

Más batidas y más animales en el monte aumentan las posibilidades de episodios como el de Arteta. 

Desde la Federación de Caza sostienen que la sobrepoblación de jabalíes es de unos 25.000 de los 45.000 que, según las estimaciones del Gobierno, viven en Nafarroa. Todos los ejemplares que se abaten se hacen por ocio, voluntariamente, no bajo una política dirigida a la contención poblacional. Y los cazadores son cada vez menos, pues la Federación sostiene que existe que «el relevo generacional es un problema». 

Con números de 2022, hay un 50% más de jabalíes en el monte y las batidas de cazadores, que pueden afectar a la agresividad de los animales, son cada vez más. Aun así, los animales que se abaten con rifles no bastan para alcanzar un equilibrio, por lo que los indicadores poblacionales siguen creciendo.