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Un estudio cuantifica en qué condiciones el teletrabajo favorece el ahorro energético

El Ministerio francés de Transición Energética ha hecho un primer balance de la experimentación más amplia sobre teletrabajo realizada hasta la fecha. El ahorro energético es sustancial, pero optimizarlo pasa por combinarlo con cierres pautados y adecuación de locales.

La experimentación sobre el teletrabajo abarca distintas facetas, y este estudio se centra en el ahorro energético (Ilustración AFP)

El estudio encargado por el Ministerio de Transición Energética y que ha tomado como referencia diez instalaciones repartidas en diferentes contextos territoriales y zonas climáticas del Estado francés arroja algunos resultados provisionales esperanzadores aunque no concluyentes.

Diez grandes empresas privadas, entre las que se encuentran la aseguradora Allianz, la compañía ferroviaria SNCF o la sección inmobiliaria de la entidad bancaria Crédit Agricole, participan en ese proyecto piloto que deja algunas enseñanzas tras cinco meses de experimentación.

Las mediciones de consumo de electricidad y gas en oficinas y en domicilios particulares se han desarrollado en «periodos de uso de calefacción».

En las oficinas los principales beneficios en término de ahorro se derivan de la baja de consumo de maquinaria e iluminación de los locales.

«Una estrategia de sostenibilidad en relación al teletrabajo aconsejaría en el corto término cerrar en todo o en parte la instalación durante una jornada completa», señala el estudio.

A más largo término, otra opción sería «densificar la ocupación de los locales para limitar el uso de la superficie total». Sin embargo el estudio, del que se han presentado los resultados provisionales, no ha experimentado sobre esa segunda posibilidad.

Rebajas atribuibles al plan de sobriedad

De acuerdo al estudio, las medidas globales de sobriedad energética permitieron rebajar el consumo de energía total en un 20% entre noviembre y diciembre de 2022.

La bajada media de calefacción en ese mismo periodo fue del 38%. Cabe recordar que en ese periodo se aplicó la consiga de no programar la calefacción a más de 19 grados.

Ese buen resultado de ahorro se podría optimizar, reitera el estudio, con un cierre de una jornada semanal, en la que el grueso de la plantilla ejercería el teletrabajo, ya que es la suma de ambas medidas la que permite mejorar los beneficios y no tanto el recurso parcial al teletrabajo.

El ahorro se cifra entre el 25 y el 40% cuando se opta por el cierre periódico de instalaciones. Sin embargo, ese trabajo de análisis estima que «se podría llegar a un 60% de potencial de ahorro», ya que «el cierre de locales durante una jornada ofrece un potencial interesante de ahorro en cuanto que permitirían gestionar mejor las tensiones periódicas que soporta la red eléctrica».

Las casuísticas del ahorro en transporte

La variable del ahorro del transporte es otra de las que se tienen en cuenta en el estudio. La distancia entre domicilio y lugar de trabajo y el sistema de transporte arrojan diferencias notables.

El potencial de mejora en grandes ciudades, donde son posibles los desplazamientos a pie, en bicicleta o transporte público, es netamente inferior al ahorro que se registra cuando los trabajadores se desplazan desde zonas extraurbanas o cuando viven en zonas rurales.

«Los ahorros en esos casos –explicita el estudio en cuestión– son entre 2 y 4 veces más importantes que los estimados en París».

Igualmente, las condiciones de la vivienda en que se teletrabaja, en cuanto a aislamiento y uso de fuentes energéticas, hace que las oscilaciones sean muy importantes.

En esta fase del estudio no se constatan ahorros considerables, imputables al teletrabajo, y se estima que «disponer de un sistema de programado eficaz, que evite que la calefacción esté en uso cuando el domicilio está vacío puede reportar, hoy por hoy, mejores cuotas de ahorro».

No obstante, los expertos reconocen que una inversión en la sostenibilidad de los hogares puede hacer evolucionar esos datos en el corto y medio plazo.

La bajada en cifras

El ahorro atribuido a una persona entre la jornada de trabajo presencial y la de teletrabajo es del 32% en favor de esa segunda opción.

Por sectores, en el sector terciario un cierre de local en invierno permite reducir en un 60% los costos. El ahorro es, lógicamente, del 100% en lo que concierne al transporte, y no se imputan beneficios destacables entre tener la casa vacía o teletrabajar.

El cierre al menos durante una jornada del lugar de trabajo permitiría una acumulación de ahorro de entre el 20 y el 30%.

De ahí que sea sobre esa pista sobre la que se centrará la experimentación en marcha, que tiene entre sus objetivos «afinar la estrategia de esa modalidad y su despliegue en coordinación con acciones de cierre parcial o total de instalaciones, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias y necesidades de los centros de producción».

Evolución tras la pandemia

Un 47% de las empresas francesas recurren actualmente al teletrabajo, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo. Un 55% de la población activa trabajaría, de acuerdo a la misma fuente, al menos un día a la semana.

Las empresas que recurren al teletrabajo han pasado de hacerlo durante 1,6 días a la semana en 2019 a hacer uso de esta fórmula durante 3,6 días a la semana.

En 2021, 8 de cada 10 trabajadores que ejercía en teletrabajo expresaba su deseo de continuar con la fórmula tras la crisis sanitaria generada por la epidemia de covid.

Actualmente, un 53% de los empleados que trabajan en modo híbrido se declaran satisfechos de esa organización del trabajo. Finalmente, un 60% de los que no tienen la oportunidad de trabajar desde casa declaran su deseo de poder practicar el teletrabajo.