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La Policía londinense encañonó y esposó a un niño de 13 años que jugaba con una pistola de agua

El pasado mes de julio, la Policía Metropolitana de Londres (Met) tiró de la bicicleta a un niño de 13 años, para después esposarlo y apuntarlo con sus pistolas. Estaba jugando con una pistola de agua con su hermana. El cuerpo policial ha tenido que pedir perdón por lo ocurrido.

Un agente armado de la Policía de Londres. (Cavan Images | GETTY IMAGES)

La Policía Metropolitana de Londres (Met) ha admitido haber tirado al suelo, esposado y apuntado con pistolas a un niño de 13 años en el distrito de Hackney el pasado mes de julio julio, mientras este jugaba con una pistola de agua azul a plena luz del día.

Han pedido perdón y reconocen que el niño ha sufrido un trauma. Sin embargo, según revela ‘The Guardian’ la madre del niño asegura que ella y su familia han quedado «rotos» y que se sintió «insultada» cuando uno de los agentes que la llamó «agresiva» y otro dijo que su hijo todavía había tenido suerte.

La Policía ha explicado que recibieron un aviso de que había alguien con un arma en la calle y que están obligados a considerarlas todas peligrosas hasta que se demuestre lo contrario. La madre, por su parte, cree que sospecharon de su hijo por ser negro.

«Sé, y la Policía sabe, que no habrían tratado a mi hijo como lo trataron si hubiera sido un niño blanco de 13 años y sé que no me habrían tratado con ese desprecio ni me habrían calificado de agresiva si no hubiese sido negra», ha denunciado la madre. «Después de lo sucedido, ¿cómo puedo decirles [a mis hijos] que pueden acudir a la policía en busca de ayuda? Me sienTo destrozada y angustiada porque no pude proteger a mi hijo de lo que pasó», ha añadido.

Según este medio, el niño recuerda haber visto los puntos rojos de las armas de la policía cuando le estaban apuntando.

Explicaciones de la Policía

La Policía Metropolitana ha detallado que «los agentes de armas de fuego salieron del coche y [el niño] fue esposado y retenido. Enseguida quedó claro que no estaba en posesión de un arma de fuego y fue liberado en allí mismo. En investigaciones posteriores, su familia confirmó que había estado jugando con una pistola de agua de juguete».

También se han excusado con que «los agentes están entrenados en tácticas específicas, incluido el uso de vehículos para detener a los ciclistas. Esta táctica fue utilizada en este caso, provocando que el niño se cayera de su bicicleta».

James Conway, responsable del cuerpo en Hackney, ha dicho que «este incidente fue extremadamente angustioso para el niño, así como para el resto de su familia». Ha explicado que han ofrecido ayuda al niño y a su familia.