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El reloj y el tiempo

OTEMPODIZ
Idea original, dirección y coreografía: Asier Zabaleta. Bailarines: Fenias Nhumaioy Deissane Machava. Producción: Ertza. Lugar y fecha: TNT – Atalaya (Sevilla) 28-10-2023 - Festival MITIN.

Imagen de ‘Otempodiz’, de Ertza. (ERTZA)

Antes de lo estrictamente escénico, se pasó un vídeo narrando las motivaciones, el impulso y parte del proceso creativo de este espectáculo. Esta contextualización aporta unos valores exógenos a la exposición artística, aunque ayude a comprender algunos de los pasajes, algunas de las situaciones, quizás un acompañamiento dramatúrgico a la belleza en crudo de esos dos cuerpos jóvenes de dos mozambiqueños que se iniciaron en la danza de manera espontánea, de manera no reglada y que en su encuentro con Asier Zabaleta lograron algo de tan difícil concepción como es que la danza contemporánea metabolice los ritmos, los lenguajes dancísticos africanos que se miran, y mucho, en lenguajes urbanos, para convertirse en una expresión genuina que llegue a lugares comunicacionales excepcionales.

Una cuestión ajena al criterio analítico: vi su estreno en la calle, lo acabo de ver dentro de un festival, en un sala, y debo concluir que quizás el cielo abierto aporte unas sensaciones de encuentro casual, fuera de ciertas normas, pero la oscuridad, las luces, la limitación espacial de la sala lo convierte en una obra de arte en artes escénicas con vuelo hacia la excelencia.

Todos los detalles adquieren un valor contundente: los movimientos, las líneas de desplazamiento, las piruetas, las coreografías, sus diagonales conforman una estructura para que desde las neuronas espejo de cada espectadora se alcance un nivel perceptivo que convierte esos dos cuerpos en esculturas móviles, en forma y fondo.

Toda la inspiración filosófica de esta propuesta parte de un concepto africano que nos dice: ‘Vosotros tenéis los relojes; nosotros el tiempo’. Por lo tanto, jugando con estas dos ideas antagónicas, el tiempo escénico, los ritmos, ese conglomerado de músicas populares que acompañan a todos los movimientos nos colocan ante un tiempo escénico fantástico, a una cantidad de estímulos físicos que se van acumulando para crear imágenes y sensaciones que nos sacan de un tiempo contable y nos colocan en un tiempo vivido.

En la función presenciada en Sevilla, en los saludos hubo una explosión con las espectadoras, una comunión de todos los cuerpos, un baile conjunto, una ceremonia fuera del tiempo.