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La Ertzaintza estudia el control directo a agresores de mujeres «reticentes» con el alejamiento

La Ertzaintza baraja una serie de medidas relacionadas con la protección de las mujeres víctimas de violencia machista que son «reticentes» con el cumplimiento de las órdenes de protección como el alejamiento, incluyendo el control «directo» sobre el agresor.

Ertzainas desplegados en el lugar donde fue hallado el cadáver de la gasteiztarra Maialen Mazón el pasado 28 de mayo. (Iñaki BERASALUCE | EUROPA PRESS)

En respuesta sendas preguntas de PP y Vox en el Parlamento de Gasteiz, el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, ha explicado este viernes que en el seno de la Ertzaintza existe un «equipo de procesos» que está analizando la forma de mejorar la protección de las víctimas de violencia machista.

Ambas formaciones han pedido explicaciones al consejero por la actuación de la Ertzaintza en el reciente caso de la joven víctima de violencia de género desaparecida junto a su bebé en un centro tutelado de Gipuzkoa, así como por el crimen machista de Maialen Mazón, ocurrido el pasado mes de mayo en Gasteiz.

Erkoreka ha recordado que en el caso de la mujer desaparecida, el Departamento de Seguridad ya ha abierto una investigación interna para esclarecer eventuales responsabilidades por lo ocurrido en el seno de la Ertzaintza.

«Demominador común»

El consejero, que destacado que en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hay 3.629 mujeres afectadas por órdenes de protección judicial frente a sus agresores, ha subrayado que los casos de la mujer desaparecida en Gipuzkoa y el de Mazón son «muy diferentes».

No obstante, ha reconocido que ambos casos tienen como «denominador común» que estas mujeres se habían mostrado «reticentes a colaborar con las medidas de protección establecidas en resoluciones judiciales» debido al «marco intimidatorio» al que se ven abocadas por sus agresores.

El consejero ha reconocido que va a ser necesario «intensificar» las medidas de protección en unos casos en lo que hay una «alta dependencia» de las mujeres de sus agresores, una dependencia emocional, económica o por descendencia en común.

Ha adelantado que ese equipo específico de la Ertzaintza está reflexionando sobre la posibilidad de «explorar medidas de control directo sobre el agresor», aunque en esto hay que tener un «especial tiento dada la complejidad jurídica» de esta medida.

Por ello, cuando la víctima se muestre «reticente» a colaborar o facilite el acercamiento a su agresor, la Ertzaintza lo entenderá como un indicio de un mayor riesgo para su integridad, sobre todo en aquellos casos calificados de riesgo alto y especial.

Vigilancia sobre 92

Actualmente, la Ertzaintza vigila a 92 maltratadores que cumplen medidas de alejamiento por orden judicial controladas con pulseras telemáticas: 36 en Bizkaia, 19 en Araba y 37 en Gipuzkoa.

Otra de las previsiones es la reforma de las medidas ya existentes, como mejorar las contravigilancias policiales.

Erkoreka señalado asimismo as que la Ertzaintza mantiene algún tipo de protección sobre 5.588 mujeres por ser víctimas de violencia machista. De estas, 297 son casos «graves», registrados como de riesgo alto o especial.

Ante las peticiones de depurar responsabilidades por los citados dos casos, el consejero ha dicho que «tanto o más importante» que esto es «revisar los protocolos de actuación cuando se detecta que son mejorable», y ha añadido que en eso está la Ertzaintza.