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La amenaza de un ‘shutdown’ por falta de fondos sobrevuela de nuevo al Congreso de EEUU

El Congreso de Estados Unidos afronta por segunda vez en pocas semanas el riesgo de provocar un cierre administrativo por falta de fondos, lo que se conoce como ‘shutdown’, si republicanos y demócratas no alcanzan un acuerdo antes del viernes por la noche.

Mike Johnson, el pasado día 7, durante la vigilia de la Cámara Baja de apoyo a Israel. (Drew ANGERER | AFP)

El Congreso de los Estados Unidos se encuentra en la misma tesitura que el pasado 30 de septiembre; es decir, frente al riesgo de un ‘shutdown’ o cierre administrativo por falta de fondos. En aquella ocasión, el entonces liderazgo republicano en la Cámara de Representantes decidió evitarlo, aunque ya se daba por hecho, con un pacto con los demócratas que originó una implosión en las filas conservadoras. Pero ahora la situación es diferente.

La guerra fraticida desatada entonces en el Partido Republicano se saldó con la caída a los pocos días del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y la búsqueda de un nuevo líder que, después de barajar y quemar nombres durante tres semanas, terminó siendo Mike Johnson.

Lo cierto es que la prórroga que McCarthy había pactado solo dotaba de fondos al Gobierno por un periodo de 45 días que, sobre el papel, tenían que servir para negociar un presupuesto a largo plazo antes de que se volviese a agotar el dinero el 17 de noviembre.

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El cainismo republicano y la situación de la Franja de Gaza han casi consumido los 45 días sin que se perciban avances significativos en la negociación para evitar el ‘shutdown’.

A diferencia de en septiembre, cuando ejerció una fuerte presión sobre el Congreso, esta vez la Casa Blanca se ha mantenido en un segundo plano, mientras hace los preparativos para un cierre administrativo que dejaría a unos dos millones de funcionarios sin sueldo a partir del sábado.

«La idea de que estemos jugando con un ‘shutdown’ en este momento es simplemente descabellada», dijo finalmente el jueves el presidente estadounidense, Joe Biden, quien pidió al Congreso que «se ponga a trabajar».

Los republicanos llegan derrotados de la pérdida del Legislativo en Virginia, de un referéndum sobre el aborto en Ohio y tampoco han logrado recuperar la Gobernación de Kentucky. Y no parece que busquen hacer del ‘shutdown’ una batalla de la que no se sabe realmente quién sale ganador o perdedor.

«Vamos a mantener el Gobierno abierto», prometió el representante Don Bacon a finales de semana, mientras que Mike Johnson, el  presidente de la Cámara Baja, ha pedido «confianza».

Sin embargo, la cuenta atrás ha empezado y los republicanos, siguen sin que logren encontrar la fórmula que les evite recaer en una crisis interna y que les permita lograr los recortes presupuestarios a los que aspiran o cerrar el grifo de las ayudas a Ucrania.

Johnson presentó este sábado una propuesta para aprobar de nuevo una prórroga presupuestaria,  pero esta vez con vencimientos en dos fases, una estrategia que después les permita negociar partidas de forma separada.

Esta nueva fórmula fue recibida con inmediato rechazo por parte de legisladores republicanos que echan de menos los recortes y con un gran escepticismo en la Casa Blanca, que afirmó en un comunicado que llevará a un «mayor caos».

Estados Unidos y sus funcionarios federales se han acostumbrado en los últimos tiempos a convivir con esta realidad que les afecta sobre todo durante estos meses finales del año, cuando empieza el ejercicio fiscal –el 1 de octubre– sin presupuesto.

En caso de ‘shutdown’, cerca de dos millones de funcionarios dejarán de cobrar su sueldo –la mayoría recuperará el dinero de forma retroactiva– y, aunque muchos de ellos dejarán de trabajar, otros muchos, como los militares o trabajadores de aeropuertos, están obligados a seguir cumpliendo.

La falta de fondos provocará todo tipo de dolores de cabeza a la Administración, desde el cierre de museos y parques nacionales hasta la suspensión de inspecciones sanitarias de alimentos, o la interrupción de programas de investigación científica.