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París 365 advierte de que la pobreza se ha «cronificado» y afecta a más jóvenes en Iruñea

La memoria anual del comedor solidario París 365 pone de manifiesto que la pobreza en Iruñea «se ha cronificado». También hay un giro en el perfil de las personas usuarias. «Ahora hay mucha más gente joven, sobre todo procedente del Magreb».

Rueda de prensa ofrecida este viernes por el comedor social París 365 en Iruñea. (Iñigo URIZ | FOKU)

La Fundación Gizakia Herritar/París 365 ha presentado este viernes la memoria de 2022, que pone de manifiesto que la pobreza en Iruñea «se ha cronificado. Es decir, atendemos a menos gente en total, pero durante mucho más tiempo».

Según los datos aportados, entre 2020 y 2023, los menús han aumentado un 43% y las personas usuarias atendidas han disminuido un 35%. También han caído un 45% los donativos en especie, que «bajan a medida que aumenta la inflación y la crisis económica.

«Hay que suplir el descenso de los donativos en especie con compras. Cada vez más gasto con menos recursos. Un 56% más», han alertado los responsables de la fundación, que en lo que va de año han atendido a 152 personas en el comedor y han repartido 2.880 cestas en la despensa a familias con menores a cargo.

En una rueda de prensa, han señalado que «a pesar de todas las dificultades, en 2022 fuimos capaces un año más de cubrir las necesidades básicas de alimentación y vestimenta de la mayoría de personas que acudieron a París 365 en busca de ayuda».

«Por desgracia, en el actual contexto de crisis, nuestros recursos no permiten atender a toda la demanda de personas abandonadas a su suerte por el sistema público», han añadido, incidiendo en que el papel de París 365 «es tapar los agujeros del sistema público, mientras denunciamos sus carencias».

Un «giro» en el perfil de los usuarios

En cuanto al perfil de las personas usuarias, han explicado que este «ha dado un giro desde la pandemia. Es cierto que mantenemos personas con edades más avanzadas que nacieron en Pamplona o que viven en la capital navarra desde hace ya muchos años. Sin embargo, ahora hay mucha más gente joven, sobre todo procedente del Magreb».

«Hay que tener en cuenta que la juventud local mantiene redes familiares que le permiten no caer en la exclusión severa en la que se encuentra generalmente la juventud migrante, llegada muchas veces antes de cumplir la mayoría de edad», han añadido.

La importancia del padrón

Asimismo, han alertado de que «en el último año hemos visto cómo cada vez había más y más gente viviendo en la calle, por lo que hemos centrado gran parte de nuestra incidencia política en el empadronamiento, la llave de la mayoría de nuestros derechos más básicos: permiso de residencia y trabajo, pasaporte, permiso de conducir, Renta Garantizada, Servicio Navarro de Empleo, VPO, atención médica, votar...».

«Además de regular el registro de las personas con vivienda fija en un municipio, la ley del padrón regula el empadronamiento activo. Es decir, la inscripción de personas sin hogar, siempre y cuando los Servicios Sociales públicos tengan constancia de ello. Pero desde París 365 y otros colectivos sociales venimos denunciando desde hace meses que las políticas públicas a menudo están hechas desde la lógica del efecto llamada, y no desde la del efecto acogida. Es así como muchas personas con contratos de alquiler irregulares o en situación de calle se están quedando en los márgenes del sistema», ha manifestado antes de aseverar que «la realidad desmiente el discurso del ‘efecto llamada’».

En este sentido, han explicado que «las personas migrantes van a parar a uno u otro destino en función de múltiples factores como las ofertas de empleo, el idioma o las diásporas. Los datos también desmienten que solo se pueden asumir ayudas en municipios con poca migración. De hecho, en Barcelona, cuyo Ayuntamiento es una referencia en el modelo de empadronamiento activo, un 22% de la población es migrante, mientras que, en Pamplona, solo un 11%».

Asociación Aelia

Por otro lado, se han referido al equipo de fútbol formado por usuarios del comedor. «Después de un año exitoso, podríamos decir que con un final de película tras ganar su liga, tenemos un anuncio que hacer: hemos creado la asociación Aelia, familia en árabe, que gestionará el equipo a partir de ahora».

«De este modo, París 365 puede centrarse de nuevo en su función principal. Al mismo tiempo, puede presumir de haber sido el germen de un nuevo proyecto de ocio, tan solo un año después de la maravillosa experiencia del grupo de teatro de personas usuarias que actuaron en la obra ‘Aporofobia Stop’», han añadido antes de realizar un llamamiento a la sociedad a que colabore con París 365, bien realizando una donación puntual o registrándose como socia o socio. La periodicidad y la cantidad de la cuota es libre, con un mínimo de 20 euros al año.