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EEUU atasca el llamamiento a la tregua en Gaza mientras siguen los contactos

«Pausa humanitaria», «cese el fuego», «suspensión»... La cicatería de EEUU con los términos volvió a retrasar una posible resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU mientras Qatar, el Mossad, Hamas y Benjamin Netanyahu apuntaban a retomar las negociaciones, con muy distintos objetivos.

Vivienda del periodista Adel Zorob, en Rafah, destruida en un ataque que le mató. (Mahmud HAMS | AFP)

Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU posponía de nuevo la votación de un texto para conseguir que EEUU levantara el veto a una demanda de cese el fuego en Gaza, varias declaraciones evidenciaban acercamientos a una posible tregua.

Hamas advirtió de que no negociará un intercambio de prisioneros «mientras continúe la guerra genocida israelí». «Sin embargo, estamos abiertos a cualquier iniciativa que contribuya a acabar con la agresión a nuestro pueblo y a la apertura de los cruces para traer ayuda y alivio al pueblo palestino», añadió.

El líder del movimiento islamista, Ismail Haniyeh, viajó a Egipto al frente de una delegación de alto nivel, para discutir «el fin de la agresión y de la guerra para preparar un acuerdo de liberación de prisioneros y el fin del asedio impuesto a la Franja de Gaza».

Pero Israel, reticente incluso a las «pausas humanitarias», rebaja esos objetivos. El presidente israelí, Isaac Herzog, aseguró que «Israel está listo para otra pausa humanitaria y ayuda humanitaria adicional que permita la liberación de rehenes. Y la responsabilidad recae totalmente en (Yahya) Sinwar y el liderazgo de Hamas».

A la vez, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró a las familias de los capturados en la Franja que trabaja para «promover un proceso de liberación» de los secuestrados. «Hace poco envié dos veces al jefe del Mossad a Europa para promover un proceso de liberación de nuestros rehenes», aseguró.

Su homólogo de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, se reunió el lunes en Varsovia con los directores de la CIA y del Mossad, William Burns y David Barnea para «explorar y discutir diferentes propuestas para intentar avanzar en las negociaciones», pero advirtió de que un posible acuerdo no estaba próximo.

Por su parte, Hamas presionó el lunes con la difusión de un vídeo en el que intervenían tres de los rehenes, uno de los cuales se pregunta si se han olvidado de ellos. Los tres capturados, hombres de entre 79 y 85 años, son miembros del kibutz israelí Nir Oz, que en un comunicado avisó de que el tiempo corre en su contra y urge su liberación inmediata «mediante cualquier vía de potencial negociación».

El Gobierno ultrasionista se resiste a parar la sangría, pero puede querer ganar tiempo ante la irritación de estos familiares después de más de dos meses de devastación en Gaza sin conseguir rescatar a los rehenes y ante las tibias demandas de sus aliados.

Voto pospuesto

En el Consejo de Seguridad de la ONU, la votación se pospuso de nuevo para dar más tiempo a los diplomáticos a vencer las resistencias del aliado de Israel, EEUU, que ya vetó un llamamiento a una pausa humanitaria el 18 de octubre, y a un cese del fuego humanitario urgente el 9 de diciembre.

La propuesta de resolución inicial, presentada el lunes por Emiratos Árabes Unidos, incluía la petición de un fin urgente de las hostilidades y la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza por tierra, mar y aire. También instaba a la «inmediata e incondicional» liberación de todos los rehenes, así como a asegurar el acceso a sus necesidades médicas.

Washington rechazó cualquier referencia al «cese de hostilidades», pero sugirió que podría aceptar una llamada a la «suspensión» de hostilidades, un matiz que debilita el llamamiento del Consejo de Seguridad.

Tampoco ese texto contentó a EEUU, ya que añadía la suspensión como «un paso hacia el cese de hostilidades», lo que los aliados de Israel consideran ir demasiado lejos.

La cicatería estadounidense volvió a posponer la votación a hoy. Las resoluciones del Consejo son de obligado cumplimiento, aunque Israel históricamente las ha ignorado sin consecuencias.

La semana pasada, la Asamblea General de la ONU, donde no hay derecho a veto, pero cuyas resoluciones no son vinculantes, demandó un alto el fuego por 153 votos a favor, 10 en contra y 23 abstenciones.

Mientras, las matanzas de palestinos siguen a diario en proporciones que superan la brutalidad de la mayoría de los conflictos.  En 24 horas los ataques aéreos y de artillería del Ejército israelí mataron al menos a 214 gazatíes, la mayoría niños, en distintos puntos del enclave, además de un gran número de víctimas que seguían bajo los escombros y en las carreteras. Desde el 7 de octubre, ya son 19.667 los fallecidos, incluidos más de 8.000 niños, y 52.586 los heridos.

Los bombardeos israelíes se concentraron en la madrugada del martes en Rafah y Jan Yunis, en el sur, así como en Deir al-Balah, en el centro.

30 personas murieron en Rafah en bombardeos que redujeron a escombros las viviendas de las familias Zorub, Attiya y Abdel.

Rafah es una de las supuestas «zonas seguras» en el extremo sur, a las que Israel fuerza a desplazarse a la población. También allí murió el periodista Adel Zorub, con el que el número de comunicadores a los que Israel ha matado en la Franja de Gaza aumenta a 94.

El hospital árabe de Al-Ahli, uno de los últimos que aún funcionaban en el norte de la Franja de Gaza, dejó de hacerlo tras ser asaltado por el Ejército israelí. Detuvo a varios médicos, enfermeras y heridos y destruyó parte del recinto, relató el director del centro, que añadió que cuatro heridos el lunes en el asedio del hospital murieron ayer.

Israel ha convertido, además, el hospital Al-Awda, dentro del campo de refugiados de Yabalia, en su «cuartel militar», después de arrestar allí a 250 personas, entre ellas 90 miembros del personal médico, incluido su director, Ahmed Muhana, 40 pacientes y 120 desplazados.
presos muertos

Presos muertos

Varios gazatíes han muerto en la base militar de Sde Teiman, a donde fueron trasladados junto a cientos de detenidos más y que se ha convertido en un siniestro centro de tortura. Los presos «están enjaulados con los ojos vendados y esposados la mayor parte del tiempo», aseguró «Haaretz».
generaciones

Generaciones

El conflicto «va a tener impacto durante generaciones, no solo en Gaza sino más allá de sus fronteras», dijo Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, que recordó que alrededor de un 60% está destruida, y que las operaciones militares en un lugar tan reducido en dos meses equivalen a las de Afganistán en todo un año.

Destructor estadounidense USS Carney, que opera en el mar Rojo. (Aaron LAU/AFP)


Los huthíes mantendrán los ataques en el mar Rojo

El lanzamiento de la operación Guardián de la Prosperidad, anunciada el lunes por EEUU, que estará al frente de la misma, ante los ataques llevados a cabo durante las últimas semanas por los huthíes en el mar Rojo, deja abiertas muchas incógnitas por la falta de concreción sobre cuáles serán sus medios. La misión quedará bajo mando de las Fuerzas Marítimas Combinadas, una alianza multinacional, y concretamente de la Task Force 153,  que opera en el mar Rojo, el estrecho de Bab el Mandeb y el golfo de Adén. Estarán implicados Bahréin, Canadá, Estado francés, Italia, Noruega, Países Bajos, Gran Bretaña, Seychelles y el Estado español, aunque Washington no detalló cómo actuarán.

Por su parte, los huthíes respondieron que mantendrán sus ataques y su intento de bloqueo a los buques propiedad de empresas israelíes o que se dirijan a puertos de Israel. Mohamed al-Bukaiti, un responsable político huthí, subrayó que estas operaciones no se detendrán mientras «no terminen los crímenes de genocidio en Gaza, incluso si EEUU tiene éxito a la hora de movilizar al mundo entero». Washington también contemplaba ataques militares a las bases huthíes, lo que podría aumentar la inestabilidad en la región, implicando a Irán o reactivando la guerra de Yemen. Según el Pentágono, los huthíes han llevado hasta la fecha más de cien ataques con drones y misiles contra diez buques mercantes en la zona, por la que pasa entre el 10% y el 15% del comercio global. Varias compañías han suspendido sus operaciones o han desviado sus barcos por vías que rodean el continente africano. Las cinco principales compañías de transporte marítimo del mundo, que suponen el 53% del comercio de contenedores del mundo –CMA CGM, Hapag-Lloyd, Maersk y MSC– han suspendido sus servicios en el mar Rojo, a lo que también se ha sumado BP. La situación podría elevar los costes comerciales y afectar a la cadena de suministros

Benjamin Netanyahu agradeció a los países participantes en la coalición del mar Rojo mientras el miembro de la dirección del  movimiento huthí, Ansarullah, Mohamed al-Bukaiti, aconsejó a los países no participar en esta misión por ser «deshonrosa» y que, además, será respondida.