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UPN se indigna por un cartel contra el genocidio en Palestina colocado en un vehículo municipal

El grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Irulñea ha exigido a EH Bildu la «inmediata retirada de carteles con mensajes políticos que se están exhibiendo en furgonetas municipales». Se trata de dos carteles que, presuntamente, un trabajador ha pegado en la ventanilla trasera.

Carteles por los que UPN exige «responsabilidades». (UPN)

El concejal de UPN Aitor Silgado reclamó en el pleno del jueves que Joseba Asiron «exija responsabilidades» por la aparición de dos carteles en la ventanilla trasera de una furgoneta Partner del ayuntamiento. Uno de ellos hace referencia a una manifestación contra el TAV y el segundo exige poner fin al genocidio en palestina. 

Según ha denunciado el viernes esta formación, la furgoneta seguía hoy por la ciudad con los mismos carteles. Lo han visto aparcado cerca del Ayuntamiento.

La formación que gobernaba la ciudad hasta finales de mes pasado pide que se quiten los carteles cuanto antes y que se castigue al responsable.

En el comunicado remitido a prensa, la formación emplea las comillas cuando hace referencia al «genocidio» en Palestina, desmarcándose de esa calificación. Denuncia, además, que el contenido de estos carteles está alineado «al 100% con lo que el equipo de Gobierno defiende». 

La polémica tiene un precedente claro, pero a la inversa. Durante la llamada «operación Balmís» a principios de abril de 2020, el Ejército español se desplegó por Alde Zaharra para hacer una ostentosa fumigación contra el coronavirus. 

Tal operativo fue contestado por varios vecinos, que recibieron a los militares con caceroladas desde la ventana. Asimismo, se dio cuenta de abusos de autoridad por parte de los soldados del Regimiento América 66, que identificaron a población civil sin estar acreditados para ello. 

El operativo resultó también muy criticado por el hecho de que el Ejército tenía una dotación de equipos de protección (EPI) de los que en ese momento no disponían los servicios sanitarios, debido al cuello de botella que se generó al dispararse la demanda mundial de este tipo de materiales y que se prolongó durante varios meses. 

En esa ocasión, un coche de la Policía Municipal apareció en esas calles donde se había despertado la polémica (y en las que el voto independentista es mayoritario) con una bandera española ocupando todo el salpicadero.