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Estibaliz Urresola y Pablo Berger triunfan en los Feroz y allanan su camino a los Goya

La directora alavesa se impuso en la categoría de película dramática con ‘20.000 especies de abejas’, mientras que el bilbotarra Pablo Berger ganó el Feroz a la mejor comedia con ‘Robot Dreams’ y redondeó  una semana de gloria tras la nominación al Oscar.

Las actrices Sofía Otero y Patria López Arnaiz, con el galardón concedido a ‘20.000 especies de abejas’. (PREMIOS FEROZ )

Contra lo que se suele decir, los Feroz no son los Premios de los Críticos. De hecho, estos galardones, entregados por un grupo amplio de periodistas agrupados bajo el nombre de “Asociación de Informadores Cinematográficos de España”, resultan más condescendientes que feroces, en su calculado afán por contentar a todos aquellos que son alguien dentro de la industria del audiovisual, en aras de que el suflé que entre todos cocinan (actores, productores, distribuidores, agentes de prensa, periodistas y blogueros) no decrezca.

En medio de semejante pasteleo (que lleva a considerar al afable J.A. Bayona mejor director por encima del esquivo Víctor Erice, prueba de que estos premios no persiguen tanto reconocer el talento como el buen rollo), los Feroz que se entregaron anoche tuvieron un arrebato de dignidad de última hora cuando llegó el momento de reconocer a los mejores filmes del año, premios que fueron a parar a dos cineastas vascos, la alavesa Estibaliz Urresola Solaguren, que se impuso en la categoría de película dramática con ‘20.000 especies de abejas’, y el bilbotarra Pablo Berger,  que ganó el Feroz a la mejor comedia con ‘Robot Dreams’, redondeando una semana de gloria tras la nominación al Oscar que obtuvo el martes con su película.

Pablo Berger reconoció la ilusión especial que le hacía este galardón «porque es el primero que gana la película compitiendo de igual a igual con filmes de imagen real. Hasta ahora, todos los galardones que hemos obtenido con ‘Robot Dreams’ han sido bien en festivales de animación, bien en categorías específicas para cine de animación. Hay un techo de cristal que hay que romper porque la animación no es un género ni es un tipo de cine enfocado al público infantil, de ahí que celebre la valentía de los Feroz al reconocer la película como tal».

El filme de Pablo Berger hizo pleno anoche en los Feroz al conseguir los tres galardones a los que estaba nominado. Junto al de Mejor Comedia se hizo con los premios al Mejor Cartel para José Luis Ágreda y Mejor Banda Sonora para Alfonso de Vilallonga. Toda una inyección de ánimo para el cineasta bilbotarra de cara a los Goya y también de cara al Oscar: «Tanto Spiderman como Miyazaki parten como favoritos, pero nos vamos a entregar a una campaña de promoción bestial con el objetivo de lograr el Oscar, si vamos a Los Angeles es con ese objetivo» comentó Berger en declaraciones exclusivas para Naiz, irradiando ese optimismo que le caracteriza.

Por su parte, Estibaliz Urresola se mostró feliz con el Premio Feroz a la Mejor Película Dramática que junto con el Forqué que ‘20.000 especies de abejas’ obtuvo el pasado mes de diciembre la convierten en la clara favorita de cara a los Goya, una etiqueta de la que la cineasta alavesa prefiere huir: «Cada premio es distinto y de hecho, hoy, tal y como iba dándose la noche tampoco teníamos mucha confianza en ganar pero al final nos han dado el galardón a la Mejor Película, que me hace especialmente feliz por el hecho de que a través de él se reconoce el esfuerzo de todos los que hemos trabajado en este proyecto. Más que un equipo hemos sido una familia y esos vínculos creo que tienen reflejo en el filme».

Los Goya serán el final de un recorrido que empezó hace justo un año en el Festival de Berlín. Durante estos doce meses, ‘20.000 especies de abejas’ no ha parado de recoger premios. La directora alavesa es muy consciente de que muchos de estos galardones, más allá de celebrar la calidad de la película, son también un reconocimiento a la historia que se narra en ella. Por su parte, la productora del filme, Lara Izaguirre, quiso relativizar el valor de los premios al manifestarnos que «con premios o sin premios la película seguiría siendo la misma. En este sentido, el verdadero éxito en esta profesión es poder seguir haciendo películas».

Junto con el Feroz como mejor película dramática, ‘20.000 especies de abejas’ también se hizo con el de mejor actriz de reparto para Patricia López Arnaiz, quien en su discurso de agradecimiento celebró el talento de Urresola: «Las creaciones, al final, son un reflejo de los artistas y viendo esta película os podéis hacer una idea de cómo es Esti».

De cara a los Goya, Patricia López Arnaiz lo tendrá complicado al concurrir como Mejor Actriz protagonista, una categoría en la que ayer volvió a ganar (tras su triunfo en los Forqué) Malena Alterio. El suyo es uno de los Goya que parecen más cantados, junto con el de Mejor Actor para el catalán David Verdaguer por su recreación del humorista Eugenio en ‘Saben aquel…’. Él también se hizo anoche con el Feroz tras imponerse en los Forqué.

El buen momento del cine vasco

No obstante, las películas de Estibaliz Urresola y Pablo Berger no fueron las únicas producciones vascas en obtener reconocimiento en la gala de los Feroz. ‘Uppon Entry’, esa pequeña película convertida en el sleeper del año y coproducida por Carlos Juárez, se hizo con el premio al mejor guion para sus directores, los venezolanos Juan Sebastián Vásquez y Alejandro Rojas, quienes al agradecer su galardón soltaron un contundente «cese al fuego en Palestina» para reivindicar su rechazo a aquellos estados que ejercen su fuerza sometiendo a los más débiles mediante el uso de la violencia (tema que está en el germen de la historia que cuentan en su película).

Por su parte, el bilbotarra Víctor Iriarte se hizo con el Feroz Arrebato en la categoría de Ficción por su largometraje ‘Sobre todo la noche’, imponiéndose a las donostiarras Isabel Herguera (‘El sueño de la sultana’) y Jaione Camborda (‘O corno’).

Es curiosa esta categoría. Si los Globos de Oro (premios en los que los Feroz se han venido mirando sin disimulo desde sus orígenes) han terminado por claudicar frente a las corrientes de opinión dominantes creando un galardón para la película más popular, sus émulos españoles optan por hacer lo mismo pero al revés; sus premios Feroz Arrebato vienen a reconocer el cine más impopular, aquel que hace del riesgo bandera y que se sitúa al margen de las convenciones.

Y uno se pregunta ¿acaso no es ese cine el que tendría que ser reconocido en unos galardones como éstos sin necesidad de crear una categoría especial para ‘raritos’? Estigmatizar de este modo filmes tan rompedores y rupturistas es otro modo (más retorcido si cabe) se subirse al carro de las corrientes de opinión dominantes que, en lugar de discutirse, se celebran.

A partir de ahí carece de credibilidad el discurso de María Guerra (presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos) hablando de independencia y asegurando que ellos, los periodistas, no son los publicistas de los actores.

Un discurso que únicamente sonó sincero y firme a la hora de condenar episodios de violencia sexual como los protagonizados, según reveló ayer mismo el diario ‘El País’, por el cineasta Carlos Vermut, cuyo fantasma planeó por la ceremonia de los Feroz entre comentarios que denotaban lo mismo perplejidad que repulsa.