Ricky Rubio, después de seis meses de parón, anuncia que empezará a entrenarse con el Barça
El base de El Masnou anunció el pasado verano un parón en su actividad para cuidar su salud mental y hace escasas fechas ponía punto final a su andadura en la NBA finiquitando su contrato con los Cleveland Cavaliers. Su regreso «dependerá de sus sensaciones físicas y mentales», anuncian en el Barça.
Ricky Rubio daba la sorpresa, a principios del agosto pasado, en vísperas de comenzar el Mundial de baloncesto, anunciando «un parón en sus actividades» para «cuidar la salud mental». Casi seis meses de parón al parecer le han venido bien el base de El Masnou, porque semanas después de finiquitar su andadura en la NBA al dar por finalizado su contrato con los Cleveland Cavaliers, ha anunciado que empezará a entrenarse con el Barça.
«Llevo unas semanas dándole vueltas y, tras otras tantas trabajando mente y cuerpo, me veo con ganas y fuerzas de ver cómo reacciono con un balón en mis manos», ha publicado el jugador catalán en la red social X (antes Twitter).
— Ricky Rubio (@rickyrubio9) January 29, 2024
Y, en este sentido, ha añadido que «mi siguiente paso ha sido pedir al FC Barcelona si podría, sin ningún compromiso y sin interrumpir sus planes de temporada, entrenar con ellos. Agradecer de antemano su ayuda y comprensión con mi situación».
En su mensaje, Ricky, de 33 años, ha querido dar las gracias a todas las personas que le han mostrado apoyo a lo largo del proceso en el que ha estado fuera de las pistas y ha agradecido el respeto a su privacidad en los últimos meses.
«Nos vemos pronto»
El Barça ha reaccionado al anuncio con un comunicado en el que ha confirmado que el primer entrenamiento del jugador catalán bajo las órdenes de Roger Grimau será este martes, antes del partido de Euroliga que el equipo azulgrana disputará el miércoles contra el Virtus Bolonia.
«Será un placer abrirte las puertas del Palau Blaugrana. Nos vemos pronto, Ricky», ha escrito el club azulgrana en la red social X.
Sin embargo, fuentes del Barça han detallado que no existe ningún acuerdo firmado con el jugador ni las partes tampoco han especificado los plazos para que esto llegue eventualmente a suceder.
«Todo dependerá de las sensaciones físicas y mentales del base», que se siente lo suficientemente fuerte como para dar un paso más, el que considera que puede ser el último, en la recuperación de los problemas de salud mental que lo han mantenido alejado de las pistas desde el pasado verano.
Aunque el 7 de febrero termine el plazo para inscribir fichajes en la Euroliga, en el Barça se insiste en que el club no va a presionar a Rubio para que tome ninguna decisión antes de esta fecha y tampoco se contempla la opción de inscribirlo sin haber cerrado un acuerdo firme.
Asimismo, el club no descarta la posibilidad de incorporar al internacional español después del 7 de febrero siempre que el jugador se sienta preparado para reincorporarse al baloncesto profesional y las sensaciones con él en el equipo sean positivas.
18 años de tute
Y es que hay que recordar que Ricky Rubio debutó en el basket profesional poco antes de cumplir los 15 años, en el Joventut a las órdenes de Aíto García Reneses. Su nombre ya empezaba a resultar conocido desde un año antes, cuando fue el dueño absoluto de la primera Minicopa, que tuvo lugar en Sevilla, en el que marcó la diferencias de manera asombrosa debido a su capacidad de dirección, de pase y, sobre todo, por sus dotes para robar balones.
Desde entonces, el jugador de El Masnou ha vivido un tute de 18 años, jalonado por momentos de tremendo nivel, como el doblete con la Penya en la campaña 2007/08 al ganar la Copa y la ULEB Cup –la actual Eurocup–, su tumultuosa marcha al Barça, donde vivió una temporada 2009/2010 casi perfecta al ganar la Copa y la Euroliga, aunque Saski Baskonia le impidió hacer el triplete en la final de la Liga ACB.
Sus dudas en el lanzamiento de larga distancia, sus graves lesiones de rodilla, encontrarse en franquicias en plena transición y la pérdida por culpa del cáncer del entrenador de los Timberwolves Flip Saunders y sobre todo, su madre Tona Vives, afectaron muy mucho el rendimiento y la andadura de un Ricky Rubio que, aparte de montar una fundación con su nombre para la investigación contra el cáncer, adoptó el lema «Never too high; never too low» –Nunca demasiado arriba; nunca demasiado abajo– como forma de vida.
Después de la inesperada medalla de oro en el Mundial de 2019, en el que el propio Ricky Rubio fue elegido MVP, el base catalán vivía en unos remozados Cleveland Cavaliers uno de sus mejores momentos desde su llegada a la NBA, hasta que una nueva grave lesión de rodilla lo apartó durante un año entero. Y aunque en la campaña 2022/23 pudo regresar, ni su nivel ni su mentalidad eran las mismas, al punto de decidir abandonar la concentración de la selección española para, cerca de cumplir 33 años, tomarse una pausa. Una pausa que habrá que ver si tiene un punto y seguido. Hay que recordar que su excompañero en los Wolves Kevin Love también sufrió problemas de salud mental, así como el exjugador de Oklahoma, Unicaja y Barça, y compañero de Ricky Rubio en el seleccionado hispano, Alex Abrines. Ambos han retomado su carrera profesional tras el pertinente parón y tratamiento adecuado.